ESPAÑA: Vacunas, antivirales y cautela: herramientas contra la gripe A [SEMERGEN 2009]

Ramón Cisterna

Diariomedico.com
ESPAÑA
Vacunas, antivirales y cautela: herramientas contra la gripe A

Ramón Cisterna y Jesús Honorato desmenuzaron, en una mesa moderada por José Luis Cañada, las cuestiones más relevantes en relación con la situación actual de la gripe A. La evolución futura del virus y la elección entre la vacuna adyuvantada y la no adyuvantada siguen suscitando debate.

Beatriz Roselló. Zaragoza - Lunes, 2 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

"La gripe siempre nos hace esperar lo inesperable, hace meses todo el mundo miraba hacia el continente asiático, por la gripe aviar, y al final nos ha venido del africano, por el cerdo". Ramón Cisterna, jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Bilbao), destacaba así una de las características intrínsecas al virus pandémico, poniendo de relieve la necesidad de que la sociedad esté atenta hacia su evolución. En opinión de este especialista, coordinador del Grupo de Estudio de la Gripe (GEG), "la vacunación, junto con la educación sanitaria, es la mejor herramienta de la salud pública", aunque también señaló que aquellos adultos que ya han estado expuestos a un antígeno y que se hayan vacunado durante muchos años contra la gripe estacional, no necesitan vacunarse.

Una de las cuestiones a debatir es la elección entre las vacunas adyuvantadas y las no adyuvantadas. Cisterna, que explicó durante su ponencia las principales diferencias entre Celvapan, Focetria y Pandemrix, comentó que el adyuvante puede proporcionar una mejor respuesta como protector, pero que no se les puede administrar a embarazadas ni a niños. "Esa es la razón por la que la ministra dijo ayer que a las embarazadas se les dará una vacuna más suave, aunque ése no es el término; las vacunas son más o menos seguras, pero no suaves", explicó, en referencia a las declaraciones hechas por Trinidad Jiménez en la inauguración del Congreso.

Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología de la Clínica Universidad de Navarra, comenzó su intervención en la mesa redonda enumerando las posibilidades de actuación ante la gripe.

"Antivirales inhibidores de la proteína M, inhibidores de la neuraminidasa, o antigripales. Por último, tenemos otras posibilidades: no hacer nada, si el tratamiento puede poner en peligro al paciente, o tomar medidas generales como el reposo", explicó.

Según Honorato, al decidir entre el uso de antigripales clásicos, antibióticos o antivirales, habrá que tener en cuenta que los primeros no atacan al virus, pero alivian los síntomas, que los segundos tampoco atacan al virus, pero mejoran las complicaciones y que los terceros tienen una eficacia limitada frente al virus de la gripe A y efectos adversos.

Diferencias entre países en número de casos
"Este virus mantiene unas diferencias que no se pueden aclarar", mantiene Ramón Cisterna. El especialista se refirió así a las divergencias geográficas dadas en las cifras de víctimas de la gripe A. "El 80 por ciento de los casos se han producido en el continente americano", explicó. "Sin embargo, el 80 por ciento de los fallecimientos se han dado en tres países europeos: Reino Unido, Francia y España". No obstante, Alemania, con un gran número de casos, sólo ha registrado dos muertes.

ANTIVIRALES INHIBIDORES DE LA NEURAMINIDASA
El oseltamivir y el zanamivir se engloban en el grupo de antivirales inhibidores de la neuraminidasa. Según explicó durante su intervención Jesús Honorato, mientras el oseltamivir presenta una buena absorción en tracto gastrointestinal (en un 75 por ciento), el zanamivir presenta una muy baja absorción oral, por lo que es utilizado de forma inhalatoria (la concentración en el tracto respiratorio es muy alta; entre el 80 y el 90 por ciento se deposita en la orofaringe y el efecto comienza a los 10 segundos de la administración).

Las reacciones adversas del oseltamivir son náuseas y vómitos (con menos frecuencia también pueden producirse insomnio, bronquitis o vértigo) y el uso de zanamivir puede provocar como efecto secundario hipersensibilidad, síntomas nasales, cefalea o bronquitis. La administración de este último, realizada en polvos para la inhalación, presenta baja probabilidad de desarrollar resistencia.

El oseltamivir se utiliza a través de comprimidos en suspensión oral y fue aprobado hace menos de un año.