:: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad :: ESPAÑA ::
Los protocolos, la integración asistencial y saber cómo racionalizar el gasto son claves para gestionar la cronicidad y el SNS
Redacción
Ésta es una de las conclusiones de la jornada ‘Impacto social y económico de los pacientes crónicos en el sistema sanitario español’, organizada por el IESE y Health Dialog España
Madrid (8-10-10).- El impacto social y económico de los pacientes crónicos en el sistema sanitario español centró el debate de la jornada, celebrada en Madrid, que han organizado el IESE y Health Dialog España, y en la que una de las principales conclusiones ha sido que los protocolos y la integración asistencial son claves para gestionar la cronicidad.
En esta jornada destacados expertos en economía y Sanidad trataron de contribuir a clarificar las medidas a tomar para alcanzar la eficiencia en la gestión de las enfermedades crónicas, que ya suponen entre el 70 y el 80 por ciento del gasto total en salud, el 80 por ciento de las consultas de Atención Primaria y el 60 por ciento de los ingresos. De ahí que la gestión de crónicos sea una variable estratégica fundamental para la sostenibilidad del sistema sanitario.
A medida que el PIB per cápita de un país aumenta, sus habitantes desean gastar una mayor parte de su renta en salud y eso conlleva el aumento de la exigencia sobre la eficiencia del gasto. Saber cómo racionalizar el gasto en salud es uno de los grandes retos a los que se enfrenta nuestro SNS.
Para Nuria Mas, profesora de Economía del IESE y doctora en Economía por la Universidad de Harvard, “no se trata de reducir el gasto de los pacientes crónicos sino de contenerlo, de gestionarlo mejor. Tenemos que ir más allá de la obsesión por reducir el gasto y centrarnos en el proceso de provisión de salud. ¿Qué funciona y por qué? Para ello nada como aprender de las experiencias internacionales”.
“En algunos países se ha elegido el copago como medida para reducir la sobre utilización de los recursos y, así, mejorar la eficacia de los sistemas sanitarios. En otros se ha optado por detectar las áreas de mejora -aquí la información, la transparencia y el hacer bien lo que ya sabemos que funciona, son fundamentales- y aumentar la protocolización, no solamente para las rutinas operativas sino también para el proceso de toma de decisiones”, ha añadido.
En estas dos últimas medidas coincidieron todos los asistentes, así como en la necesidad de ir a un modelo de cuidado integrado y de integración asistencial, coordinando la medicina hospitalaria con la atención primaria y sociosanitaria y la creación de la figura del gestor de casos de enfermos crónicos, un trabajo que podrían realizar desde la enfermera de AP hasta especialistas que se están jubilando porque ya no pueden operar.
Descoordinación
Para Guillem López Casasnovas, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y presidente de la International Health Economics Association, “todavía existe una descoordinación bastante importante en la atención a la cronicidad, que requiere unos sistemas de información que no tenemos”.
Alberto de Rosa Torner, director general de Ribera Salud, considera imposible lograr cualquier avance sin potenciar el uso de las nuevas tecnologías de la información: “Sin unos buenos sistemas de información no vamos a saber qué hacemos ni cómo lo hacemos”, señala.
Ana Miquel Gómez, subdirectora de gestión y seguimiento de objetivos de AP de la Comunidad de Madrid, abogó por rediseñar los procesos de atención sanitaria dando un mayor protagonismo a los pacientes crónicos. “Debemos adaptar los procesos a las personas y no que sean éstas quienes se adapten a la organización, como ocurría hasta ahora”, advierte.
De ahí la importancia de la puesta en marcha de iniciativas que contribuyan a la sostenibilidad del sistema sanitario, como programas personalizados de asesoría para la atención de enfermedades crónicas, que, en palabras de Gabriel Beláustegui, consejero de Health Dialog España, “no sólo ayudan a los pacientes a gestionar mejor su enfermedad, también significan importantes ahorros en los costes sanitarios”, pues reducen las visitas innecesarias al médico de cabecera (al que los españoles acudimos 9,5 veces frente a las tres veces de los suecos), la atención en urgencias y el número de ingresos.
:: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::
jueves, 7 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario