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ESPAÑA
el EURODIPUTADO DEL PSOE analiza la directiva
"La sanidad transfronteriza no será perjudicial para el SNS"
Es más que probable que el Parlamento Europeo dé luz verde en el pleno de este mes a la directiva de sanidad transfronteriza. Lejos de poner en riesgo el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud, sólo puede introducir mejoras, según el eurodiputado socialista Andrés Perelló.

José Mª Suárez - Martes, 4 de Enero de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


El Parlamento Europeo, que cada mes se reúne en pleno en Estrasburgo, acogerá en la tercera semana de este mes, salvo que se produzcan modificaciones en la agenda de última hora, el debate y la votación de la directiva europea de sanidad transfronteriza, que aspira a regular los derechos de la asistencia sanitaria de los pacientes en un país miembro diferente al suyo de origen y a establecer claramente quién debe hacerse cargo del coste para evitar, como ha sucedido hasta ahora, la judicialización de estas situaciones.

Antes de que se produzca la votación en el pleno, previsiblemente en la tercera semana del mes, la Comisión de Sanidad votará entre el día 10 y el 13 el informe de la directiva, que según Andrés Perelló, diputado del Grupo Socialista, "no sólo no pondrá en peligro el funcionamiento actual ni el modelo del Sistema Nacional de Salud, sino que de introducirse cambios, serán en nuestro beneficio".

Perelló, que desempeñó un papel fundamental en la redacción y la aprobación de la directiva europea de trasplantes de órganos (ver DM del 19-V-2010), ha comentado a este periódico que "de resultar perjudicado algún país con la nueva norma, los agraviados serían los de menor tamaño, como Dinamarca, que tendrían que desarrollar cláusulas para evitar pagos que inviten a los pacientes a desplazarse a otros países para ser asistidos". En la misma línea, el informe de la directiva que votará la comisión tendrá también en cuenta la crisis económica "e intentará sentar las bases regulatorias que impidan el éxodo de enfermos hacia los países en los que la coyuntura haya impactado menos o haya comenzado la recuperación".

Además, se pretende que el listado de razones por las que los países podrán vetar el desplazamiento de pacientes a otras naciones para ser tratados "se quede abierto, de manera que si un Gobierno nacional encuentra alguna razón para no aceptar el tratamiento de un paciente y su rechazo tiene razón de ser, sea posible aceptarlo y evitar situaciones indeseadas como el turismo sanitario".

La directiva de Sanidad transfronteriza, "que se aprobará posiblemente a la vez que la referente a la falsificación de medicamentos" (ver DM del 25-XI-2010), se sustenta "en gran medida en los planteamientos expuestos por España para mantener los valores de calidad asistencial y equidad vigentes en nuestro país", comenta Perelló.

Esfuerzo español
La propuesta española, pública desde junio del año pasado, cuando todavía Trinidad Jiménez estaba al frente del Ministerio de Sanidad y Política Social, introdujo cambios significativos en el borrador que los países miembros debatieron en diciembre de 2009 y que España bloqueó gracias al respaldo de Portugal, Rumanía, Grecia, Lituania y Eslovaquia, alegando que tendría un coste adicional para la sanidad española de 2.000 millones de euros, al exigir que sea siempre el país de residencia el que se haga cargo del coste de la asistencia sanitaria.

El Consejo de la Unión Europea dio su apoyo a la versión española de la directiva, gracias a lo cual los países tendrán derecho a solicitar una autorización previa para realizar tratamientos hospitalarios (ver DM del 23-IV, del 12-V y del 9-VI-2010).
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