lunes, 19 de noviembre de 2012

"Las reformas no tienen marcha atrás" - DiarioMedico.com

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entrevista a javier fernández-lasquetty

"Las reformas no tienen marcha atrás"

El consejero de Sanidad de Madrid defiende su autonomía para valerse del euro por receta y asume como inevitables las críticas a su plan sanitario.
José A. Plaza | Rosalía Sierra   |  19/11/2012 00:00


Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Sanidad de Madrid.
Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Sanidad de Madrid. (Mauricio Skrycky)

Lo hecho, hecho está, y más aún si uno cree que ha actuado bien. Es el caso de la Comunidad de Madrid y, concretamente, de Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Sanidad, que en una entrevista con Diario Médico ha defendido, en fondo y forma, las reformas sanitarias anunciadas (ver DM del 5-XI-2012), con el euro por receta y la reestructuración hospitalaria a la cabeza.

PREGUNTA. ¿Cuándo y cómo se decide la reforma?
RESPUESTA. Su origen son los ingresos que Madrid obtiene del Gobierno central, que son injustos, absurdos y nos obligan a un ajuste de 2.700 millones. Somos la única autonomía que crece y la única a la que se le reduce la recaudación. Se empieza a reflexionar sobre los cambios cuando Esperanza Aguirre aún es presidenta, y se sigue esa vía con Ignacio González en el cargo, con el objetivo de que las medidas no afectaran mucho a la sanidad, donde debemos ahorrar 533 millones.

P. ¿Cómo se gestionará la discrepancia con el Gobierno central por el euro por receta?
R. Es una buena medida. Constatamos que, incluso tras el nuevo copago farmacéutico, que fue un acierto, aún hay diferencias en número de recetas y gasto con respecto a la media europea; había que reducir más, hasta un nivel necesario. Nuestra reforma es complementaria, pero el Ejecutivo central ha mostrado su disconformidad. Son ellos quienes han colocado a Madrid en esta situación, aunque ambos hemos actuado según nuestra obligación. Es competencia nuestra. Eso sí, el Gobierno central podría haber recurrido directamente o haber pedido la suspensión cautelar; ha optado primero por dialogar.

P. La reforma ha obtenido el rechazo y la crítica de todos el sector sanitario (colegio, sociedades, sindicatos...). ¿Se ha gestionado bien?
R. En cuanto el plan se aprobó en el Consejo de Gobierno, nos dirigimos a todos ellos para explicarnos, pero el ámbito sanitario tiene mucha resistencia al cambio y cree que conduce a la catástrofe. Todas las medidas tomadas por la consejería en los últimos cinco años se han considerado equivocadas, pero nos han permitido ahorrar mil millones.

P. No se arrepiente en absoluto...
R. El Gobierno autonómico ejerce su responsabilidad. Soy comprensivo, pero tomar medidas para gastar menos no es responsabilidad del colegio o de las sociedades científicas. Es casi obligado por su parte decir que no les gustan las medidas, y tomo nota, agradezco sus críticas, las tendremos en cuenta y trabajaremos juntos para implantar las reformas. Eso sí, vamos a avanzar con independencia de cuál fuera su postura inicial: no voy a meter la cabeza bajo tierra con ellos e ir hacia la irresponsabilidad sólo por quedar bien.
Si no logramos ajustar, serán los profesionales los que sufran, más que los usuarios: hay que pagar sus sueldos y los productos y servicios del sistema sanitario. Creo en la Constitución, en las leyes y en la potestad de la Asamblea de Madrid, e incluso con discrepancias, como ya sucedió con la libre elección y con los nuevos hospitales; las normas están para cumplirlas.

P. ¿Cabe reformar la reforma? Matices, cambios, adaptaciones...
R. No habrá marcha atrás, no es posible. Sería irresponsable, significaría querer quedar bien antes que cumplir con nuestra responsabilidad, sería como salvarme yo pero dejar que se hunda el sistema sanitario. En el proceso de implantación surgirán mil fórmulas en cada caso concreto; ahí sí que se podrá hablar.

"No quiero obligar a nadie, pero colegio y sociedades deben ayudar al médico de AP a ser lo que quiere ser"

La decisión de pasar el 10 por ciento de los centros de salud de Madrid ("27 ó 28, según el consejero") a una autogestión por parte de los clínicos "es una medida estructural, pero también motivadora para el profesional: "Llevamos décadas hablando de la desmotivación en primaria y hemos tratado de solucionarlo con medidas retributivas, pero el mal pervive".

Fernández-Lasquetty tiene un culpable: "El sistema, que es rígido y funcionarial. Nos hemos acostumbrado a la burocracia, a hacer 20 llamadas sólo para cambiar una camilla". Su solución es la citada autogestión, algo "muy similar a los EBA" catalanes, creando "sociedades de profesionales que asuman la gestión clínica y financiera de los centros".

Su idea es una moneda de dos caras. La primera, implicar al profesional, es la ideal. La segunda, "a la que preferiría no llegar", supone que, si no hay suficientes médicos motivados, la gestión dependa de empresas concesionarias, igual que sucederá con los seis hospitales externalizados: "Sería una oferta abierta, un centro de salud no tendría por qué depender de la empresa que gestione el hospital que esté en su área de influencia".

¿Se harán cargo los profesionales, tal y como desea Fernández-Lasquetty? Aunque no ha preguntado oficialmente a las sociedades de primaria, el consejero ha pulsado por su cuenta la opinión del médico: "Son ellos los que me han pedido ir en esta dirección". Además de dispuestos (hay que verlo), ¿están preparados para ello? "Necesitan formación: pueden encargarse colegio y sociedades. No quiero obligar a nadie, pero ambos deben ayudar al médico a ser lo que quiere ser".

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