domingo, 25 de noviembre de 2012

“Tenemos pensado acercarnos más a las asociaciones de pacientes y a las sociedades médicas para colaborar con ellas” :: El Médico Interactivo ::

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“Tenemos pensado acercarnos más a las asociaciones de pacientes y a las sociedades médicas para colaborar con ellas”


Noviembre de 2012 - Silvia C. Carpallo

El presidente de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), Joaquín Poch, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO



Catedrático de Otorrinolaringología en la Universidad Complutense de Madrid, y ocupante del sillón 34 de la Real Academia de Medicina (RANM), Joaquín Poch es, desde el pasado verano, el nuevo presidente de dicha institución. Sucesor del legado de Díaz Rubio, su intención sigue siendo la de abrir la Real Academia a la sociedad, abogando por convertirla en un foro de encuentro que acoja ahora, con especial interés, también a los pacientes y a los médicos de Atención Primaria. Mientras, proyectos como el DTM o el Museo Infanta Margarita siguen siendo prioridades en la agenda de la RANM.

Coge el timón de la Real Academia Nacional de Medicina, tras cuatro años de dirección por parte de Manuel Díaz Rubio, ¿cuál es el legado que deja su antecesor?
Es un legado absolutamente impresionante. Hay un antes y después en la RANM con Díaz Rubio, que marca sobre todo el inicio de la apertura de la Academia a la sociedad. Además, ha culminado algunas de las obras más emblemáticas, como es el diccionario de términos médicos y el proyecto de un Museo Nacional de la Medicina Española, que se llamará Infanta Margarita.

¿Cuáles diría que son los principales objetivos que se propone cumplir en este nuevo recorrido?
Pensamos seguir con esa apertura a la sociedad, jugando un papel importante dentro de lo que es la Sanidad española, en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, en lo que respecta a la docencia médica que se realiza aquí. Asimismo, en poner en valor la investigación, puesto que los académicos de número muchas veces nos presentan aquí sus trabajos de investigación, pero también muchas personas acuden a este foro para presentar sus trabajos, que son de una importancia sustancial, y que por tanto son incluso publicados en nuestros anales. En segundo lugar está el dirigirnos a las sociedades médicas para colaborar con ellas, y muy especialmente a las sociedades de Atención Primaria, ya que creo que la Primaria sigue siendo un diamante en bruto para la Sanidad española, que no termina de estar suficientemente aprovechado. Además de a las sociedades, tenemos pensado acercarnos más a las asociaciones de pacientes. Hay que tener en cuenta que hoy día ya no hablamos de una Medicina paternalista, sino que el paciente hace tiene necesidad de información y tiene mayor capacidad de decisión, y por tanto juega un papel fundamental.

Tal y como ha dicho, pretende fomentar la docencia y la investigación, ¿es eso viable en un tiempo de crisis donde cada día aumenta la presión asistencial?
Es cierto que la presión asistencial aumenta, y que vivimos en un tiempo de crisis muy importante, pero a pesar de todo la buena Medicina surge de la investigación, siendo necesaria una investigación clínica y traslacional. El clínico aporta al investigador de base, digamos, el fenotipo de la enfermedad, lo cual es extraordinariamente importante. La Academia puede ser recipiente de toda la investigación que se produce en España, que muchas veces tiene más calidad que la que a veces se nos reconoce. También es cierto que este es un foro muy adecuado para la discusión sosegada de muchos de estos trabajos y de sus resultados.

Comentaba un acercamiento a las asociaciones de pacientes, ¿podía contarnos un poco más?
Nos gustaría brindarles el foro que es la Academia, estar atentos a cuáles son sus necesidades y, en ese sentido, poner en contacto las preocupaciones que tienen los pacientes con lo que son las preocupaciones del médico de a pie. Muchas veces el médico está tan centrado en la enfermedad que olvida el contexto en el que se produce, que es una sociedad cambiante. Para poder escuchar hace falta un foro, que sea amable y abierto, y eso es lo que me gustaría que fuera la Academia para ellos.

Habla de la adaptación de los médicos hacia los cambios sociales, ¿hacia dónde tendrá que reorientarse entonces la Real Academia?
La Academia forma parte del cambio. Hace unos años no era sino un sitio donde algunos expertos se reunían para celebrar sus propios debates cada martes, sin más, ahora está prácticamente siempre abierta, siempre hay eventos, recibimos solicitudes para organizar cursos y reuniones, y dentro de nuestras posibilidades procuramos ser lo más receptivos posibles ante todo el mundo. Otras veces intentamos liderar el cambio, ya que por ejemplo estamos permanentemente volcados en lo que son nuevas tecnologías, lo que son nuevas formas de interacción médico paciente, es decir, que cualquier novedad tiene su asiento y su recepción dentro de la Academia.

En cuanto a ese asiento para las novedades, ¿se prevé que se incorporen nuevas especialidades a los sillones de la RANM?
Todas las instituciones tienen debilidades y fortalezas, hay una fortaleza y debilidad que tiene cualquier institución que son sus propios estatutos, porque a veces pone determinados límites. Los nuestros estipulan que podemos tener alrededor de 50 académicos de número, y eso significa una constricción, pero es verdad que los sillones de los académicos de número se van renovando con cierta periodicidad por una ley biológica incuestionable. Entonces la Academia se reúne y decide qué especialidad es más interesante incorporar en ese momento. Por ejemplo, acabamos de votar una plaza de Cirugía Torácica, especialidad que nunca habíamos tenido. Por otra parte, hay que tener en cuenta que nosotros también tenemos un cuerpo muy vivo y muy activo donde está todo el mundo representado, que son los académicos correspondientes, donde entran una media de 10 a 14 todos los años, y en las que ingresan nuevas especialidades que en ocasiones no han estado nunca representadas.

Además de en las especialidades, otro cambio en la Medicina actual es su evidente feminización, ¿por qué no se refleja ésta en las Reales Academias?
Soy catedrático de Otorrinolaringología, y en mis clases el porcentaje puede ser de 80 alumnas por cada 20 alumnos. El tema está en que en las Academias se ingresa cuando se tiene cierta edad, y este cambio de género en los estudios de Medicina ha sido relativamente reciente, y por tanto las primeras mujeres que marcaron esta tendencia todavía no son mayoría dentro del cuerpo médico, en esas edades determinadas. De todas formas, tenemos dos académicas de número, y en reuniones con otras Reales Academias es uno de los problemas que se ha tratado. Pero todo esto va cambiando progresivamente, estoy seguro que dentro de unos años acabaremos hablando de que sea necesario un cupo para que entren académicos masculinos.

En cuanto a temas a debatir dentro de la RANM, ¿cree que la Sanidad en general debe reorientarse hacia lo sociosanitario?
La Academia reflexiona sobre todos los aspectos de la Medicina, y por lo tanto también en su repercusión, así como sobre su gestión y organización. Son temas que se van tocando de forma regular. Por ejemplo, hace dos años tuvimos un ciclo de gestión sanitaria por donde desfilaron prácticamente todos los consejeros de Sanidad de las diferentes autonomías. En este sentido procuramos estar pendientes.

Otros temas más específicos del ámbito académico son la cultura o la Historia de la Medicina, ¿qué se va a trabajar a este respecto?
Contamos con dos grandes historiadores de la Medicina dentro de nuestros académicos de número, así como un gran bibliotecario, puesto que tenemos una biblioteca de Historia de la Medicina muy importante, y uno de nuestros esfuerzos, y donde hemos invertido gran cantidad de recursos, es el mantenimiento de la misma, que debe ser la segunda o la tercera de España.

Precisamente se estaba trabajando en la digitalización de dicha biblioteca...
Ya se encuentra prácticamente entera digitalizada. Se trata de un convenio que suscribió el Dr. Díaz Rubio con Google, para que toda la obra enorme que conserva la Academia estuviera digitalizada, y de hecho, dentro de poco, toda la obra histórica estará disponible en la red.

Respecto a proyectos que siguen vigentes, ¿en qué punto se encuentra la puesta en marcha del Museo Infanta Margarita? ¿Cómo se plantean orientarlo en un tiempo de problemas económicos?
Estamos enormemente ilusionados con que este proyecto se pueda hacer realidad. Recientemente se firmaba un convenio con el Ayuntamiento de Madrid, y poco antes se había firmado otro convenio con todos los agentes más importantes de la industria farmacéutica y de la industria en general. Se trata de un proyecto que exige dinero, como todo, pero también exige mucha reflexión y mucha conceptualización de lo que tiene que ser. Aspiramos a que sea un museo muy didáctico, en el que se aprendan desde costumbres saludables, hasta que un niño pueda visitarlo y hacerse una idea general de lo que es el cuerpo humano, de una forma amena y divertida. Ahora vivimos en una época de crisis, así que probablemente las circunstancias nos obliguen a ir un poco más despacio, pero eso no significa que no sigamos trabajando. Estamos permanentemente recibiendo ideas, material, libros, de todas partes de España y Suramérica. Es difícil hablar de fechas, sobre todo porque aún no tenemos una oferta en firme de un gran contenedor acorde con el proyecto. No se puede aventurar una fecha, pero imagino que en dos o tres años el proyecto puede llegar a concretarse.

El que está más que concretado es el diccionario de términos médicos, ¿cuáles son las novedades respecto al mismo?
Creo que es, en cualquier idioma, el mejor diccionario de términos médicos que existe, y es algo que poco a poco se va reconociendo. Es un diccionario que se puede consultar en la red, y que no es una obra muerta, sino que permanentemente se reúne y trabaja en el mismo una comisión de académicos con lexicógrafos, que además ya están preparando una segunda edición, con la que se pretende ampliar el diccionario en 10.000 o 15.000 términos más. Otro acontecimiento reciente y de importancia es que hemos firmado un convenio con 15 presidentes, de 15 academias de Medicina latinoamericanas, para que nuestro diccionario de términos médicos se convierta en un diccionario de terminología médica panhispánico, donde se recojan todos los modismos de estos 15 países que forman la Asociación Latinoamericana de Academias de Medicina. Esto creo que le va a dar un realce y un asentamiento al castellano como lengua científica.

¿Qué temas se plantean abordar en el próximo curso?
Estamos trabajando en diversos proyectos, y preparando ya el curso 2013, que está prácticamente lleno a falta de concretar algunos datos. Entre esos proyectos destacan, por ejemplo, pequeños cursos que se van a hacer, pensados de forma rápida e intensiva, para la actualización del médico, sobre todo de Atención Primaria, que se podrán hacer en fin de semana.

Para concluir, ¿cuál augura que será el futuro de la RANM a partir de ahora?
El futuro de la Academia como institución está asegurado porque, para empezar, tiene una trayectoria de 200 años, pero también porque está, y tiene que estar, permanentemente renovándose, adaptándose a los cambios sociales y a los científicos técnicos en el ámbito de la Medicina.

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