viernes, 19 de diciembre de 2014

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La crisis empeora los indicadores de salud pero no tanto los indicadores de empleo en el sector



Madrid (19/12/2014) - Silvia C. Carpallo

FEDEA presenta el primer informe de su Observatorio de la Sanidad, donde evalúa como preocupantes el empeoramiento de indicadores de salud como la mortalidad infantil, la obesidad, los problemas derivados de las enfermedades crónicas  u otros factores como la peor valoración del ciudadano o la disminución del gasto sanitario. Sin embargo, en lo referente al empleo en el sector sanitario, expertos indican que el ajuste se ha producido más a través de los salarios que vía empleo, por lo que "no es un sector que se pueda quejar"

"Si la situación se revierte pronto, las consecuencias a largo plazo serán mínimas, pero si los recortes se mantienen o agudizan, anticipamos un deterioro cierto de los resultados en salud". Esta es la conclusión que Sergi Jiménez, de la Universidad Pompeu de Fabra , extrae del primero informe del Observatorio de FEDEA de la Sanidad, que analiza los efectos de la crisis en la salud pública. Si bien este informe nace con una vocación anual, y ya se plantea analizar cuestiones como la dependencia o la diferencia de presupuesto sanitario entre las CC. AA, en esta ocasión se ha centrado en analizar la evolución de 41 indicadores de salud de 2007 a 2013, para valorar su evolución positiva, preocupante o negativa.  Así, como conclusión general se establece que un total de 14 indicadores evolucionan positivamente, mientras que 14 lo hacen de manera preocupante y 13 ya cuentan con una evolución negativa.
Analizando estos datos por áreas, en lo referente al estado de salud de la población española, Jiménez señala que las dos cuestiones más preocupantes son el empeoramiento de los datos en mortalidad infantil y en el número de bebés con bajo peso al nacer. Si bien en el primer punto valoraba que existe una tendencia positiva hasta 2009,  se estanca desde ese momento, al igual que ha ocurrido en otras crisis. En lo referente al bajo peso al nacer, insistía en que "tiene consecuencias en la salud del niño en el futuro, y es un indicador muy importante en la economía, y la causa puede estar en peores condiciones en el parto".
En cuanto a los riesgos para la salud, si bien destacaba la mejora en lo referente a los hábitos tabáquicos y la disminución de accidentes laborales, preocupa que no consiguen mejorarse los índices de obesidad, "quizás porque estamos haciendo políticas públicas equivocadas", pero sobre todo inquieta el aumento de los índices de pobreza, ya que en palabras del profesor de la Universidad Pompeu de Fabra, "la pobreza se traslada en un deterioro de la salud en pocos años y esto ya tiene consecuencias a lo largo de toda la vida".
Igualmente, en lo referente a la valoración del sistema sanitario, gran parte de los indicadores tenía una evolución negativa, lo que indica un aumento de la preocupación de la población respecto a la Sanidad.
Peores datos en salud pero no tanto en economía
"Al sector sanitario no le ha ido tan mal respecto al PIB, la situación es relativamente negativa, pero no tanto como otros países como Grecia o Irlanda". Así iniciaba Sergi Jiménez el análisis de los indicadores más referidos a los datos económicos, expresando que si bien ha disminuido el gasto sanitario al ritmo de un 2 por ciento anual desde 2009, en su opinión habría que considerar si esta reducción no tiene también una parte positiva desde la perspectiva de la eficiencia. Así, centrándose en la disminución del gasto farmacéutico, consideraba "una burrada" las cifras de este gasto en España antes de la crisis respecto a otros países, creyendo que aún hay margen de mejora y apostando por propuestas como "copagos moderados después compensados con impuestos negativos".
La última cuestión en la que se centraba su análisis era en la evolución del empleo en el sector sanitario, sin tener en cuenta las cifras de trabajadores de la dependencia. "La participación del sector en el total del empleo no ha parado de crecer en los años de la crisis, por lo que en términos relativos no es un sector que se pueda quejar". Pese a ello si reconocía que en 2010 el empleo se estabiliza y con el impacto de los recortes de 2012 empieza a caer, "de 35.000 pasamos a 33.000, por lo que el impacto se cuenta desde ese año". Igualmente, insistía en que sí que es cierto que se ha empeorado la calidad del empleo, "aunque no de forma diferente a otros sectores", y que desde 2009 existe una congelación de los salarios, por lo que "el ajuste en el sector se ha producido a través de los salarios y no vía empleo", todo lo cual le hacía valorar que "no es lo que más preocupa en el sector".
A modo de conclusión, desde FEDEA se estimaba que es necesario volver a aumentar el gasto sanitario pero no solo a nivel de PIB, sino buscando medidas de eficiencia, de manera que esta evolución negativa pueda aun revertirse, antes de que empeoren las consecuencias en la salud poblacional.

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