martes, 20 de diciembre de 2016

2015-2016, los años oscuros de la ayuda humanitaria - DiarioMedico.com

INCAPACIDAD PARA RESPONDER A LAS CRISIS

2015-2016, los años oscuros de la ayuda humanitaria

Negativo, indigno e incapacidad del sistema humanitario de responder a las crisis son las principales conclusiones del informe La acción humanitaria en 2015-2015: un modelo en crisis, elaborado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (Iecah) y presentado en Madrid.
Isabel Gallardo Ponce | igallardo@diariomedico.com   |  20/12/2016 16:37
 
 
Trauma Centre, Kunduz
Restos de uno de los edificios del Trauma Centre de MSF, en Kunduz, Afganistán, tras el ataque del 3 de octubre de 2015 en el que murieron más de 20 personas entre personal sanitario y pacientes. (Andrew Quilty/MSF)
La crisis de refugiados, la militarización de las respuestas a las crisis, el ataque sistemático e impune a las estructuras sanitarias y la reducción de los fondos dirigidos a la ayuda humanitaria hacen del bienio 2015-2016 uno oscuro que genera preocupaciones. Estos son algunos de los puntos del informe La acción humanitaria en 2015-2015: un modelo en crisis, elaborado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (Iecah).
En 2016, más de 65 millones de personas han tenido que desplazarse. Se trata de la cifra más elevada dede la Segunda Guerra Mundial. Jesús A. Núñez, codirector del Iecah, ha explicado que pese a la celebración del 70 aniversario de la ONU la entidad ha "quedado reducida a ser un actor marginal y apenas un actor humanitario". Asimismo, Núñez se ha mostrado preocupado por "la crisis económica, sistémica y existencial de la Unión Europea" y por no haber estado a la altura de sus capacidades en la gestión de la crisis de refugiados en Europa. "Resulta asombroso que cuando ocurren cosas como lo de Alepo o Mosul, nos sorprendemos con que una operación de reconquista de una ciudad genere una crisis humanitaria que no hemos previsto de antemano. Sigue sin activarse un enfoque preventivo y estamos siempre ante la realización de enfoques reactivos y selectivos".
Francisco Rey, codirector de Iecah, ha añadido que se ha llegado al fin del modelo de la ayuda humanitaria tal y como se conocía. Según Rey, la cumbre de ayuda humanitaria celebrada en 2016 en Estambul buscaba dar una respuesta a la situación del sistema humanitario internacional, pero "no ha estado a la altura y los grandes temas relativos al derecho internacional de los refugiados o con la falta de respeto del espacio humanitario no fueron abordados". Según Joan Tubau, director general de MSF, la cumbre fue una oportunidad perdida de abordar las deficiencias del sistema: "En este contexto, la ayuda humanitaria tiene muy difícil dar respuesta a las situaciones para las que fue creada: proteger a las víctimas, garantizar a los refugiados su derecho a huir, asegurar que médicos y enfermeras pudieran trabajar en el campo de batalla. Todo eso está en riesgo y difícilmente la ayuda humanitaria actual va a ser capaz de estar a la altura".
Rey ha llamado la atención sobre el cambio en los contextos, en la tipología de los conflictos y en las causas que producen la migración humana. "Tal vez la ayuda humanitaria internacional y los estados no están a la altura para resolverlos. Se ha producido la aparición de dos realidades: una con mucha presencia de instituciones para resolver a la crisis: fuerzas armadas, ONG, organismos internacionales... sobre todo visibles en los desastres naturales y, sin embargo, muy pocos actores en las grandes crisis provocadas por los conflictos y la violencia, como Siria, Yemen, Somalia... En esta brecha hay una escasa presencia de actores humanitarios".
Núñez ha añadido que la ayuda humanitaria se ha convertido en un mero instrumento al servicio de otros objetivos, "estamos en un proceso claro de militarización de cualquier tipo de actor, y hay una dejación clara de responsabilidades que se transfieren a las espaldas de los actores humanitarios".
Una tendencia con tres enfoquesTubau, ha añadido que 2016 fija una tendencia "terrible y prácticamente institucionalizada" que se observa en tres aspectos: uno, en el ataque sistemático a hospitales y estructuras sanitarias en zonas de guerras. "Octubre de 2015 con el ataque a Kunduz, en Afganistán, marcó el cambio de época para MSF, que se ha reproducido a lo largo de 2016 con más de 80 estructuras atacadas en Siria" y 4 atacadas en Yemen. Según Tubau, se trata de ataques que han quedado impunes aunque hayan sido denunciadas a los organismos internacionales. "Es el fin del derecho de la Guerra que protege a las víctimas y que debe prevenir que los bombardeos se realicen de forma indiscriminada y que se ataque a estructuras sanitarias. Se vulnera flagrantemente de forma sistemáticamente y se hace, a nuestro modo de ver, porque hay un objetivo de mayor importancia, la Guerra contra el Terror, que justifica que se bombardeen ambulancias, hospitales...". 
En segundo lugar, Tubau ha añadido que se ha institucionalizado el hecho de que la "Unión Europea haya abdicado de la responsabilidad legal y moral de proteger y de adherirse al derecho de los refugiados. La firma del tratado de cooperación entre la UE y Turquía para evitar que los refugiados que huyen de la guerra lleguen a Europa, les obliga a ponerse en manos de mafias y a buscar vías más peligrosas que las que habían seguido". Como resultado, los rescates y muertes en el Mediterráneo.
En último lugar, Tubau ha dicho que en medio de las guerras y de las vulneraciones del derecho internacional no se protege a las víctimas y aún se siguen atacando mezquitas, colegios... cuando huyen les cerramos la puerta. Y en medio de estas crisis, el sistema de ayuda humanitaria sobre todo en esas zonas de crisis aguda se hace ineficiente. El sistema en situaciones extremas es poco ágil y está sometido a las políticas públicas".
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La financiación sigue descendiendo

El estudio de Iecah y MSF también aborda la situación de la ayuda humanitaria española, con un recorte acumulado de más del 90 por ciento con respecto a 2009, pasando de 465 millones de euros ese año a 46,5 en 2015, pese a que en 2015 crecieron los fondos de Ayuda Oficial al Desarrollo un 14 por ciento frente a la reducción del 16 por ciento de la ayuda humanitaria. Según Jesús Núñez, codirector del Iecah, que la reducción de fondos dirigidos a la ayuda humanitaria "nos han convertido en un actor irrelevante para atender a desastres o conflictos". Francisco Rey, codirector del Iecah, ha añadido que los fondos destinados a ayuda humanitaria española soólo corresponden al 2,87 mientras que los organismos internacionales exigen al menos un 7.

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