Los precios de la insulina se disparan, poniendo a muchos diabéticos en aprietos
La Asociación Americana de la Diabetes le pide al Congreso que investigue el asunto
MARTES, 29 de noviembre de 2016 (HealthDay News) -- La insulina, un medicamento que salva vidas y que se utiliza para tratar la diabetes, se descubrió hace casi cien años, pero el precio del fármaco ha aumentado en un 700 por ciento en apenas dos décadas.
A principios de noviembre, el senador Bernie Sanders, el demócrata de Vermont, apuntó que ciertas insulinas habían aumentado de 21 dólares el frasco en 1996 a 255 dólares el frasco en 2016.
Algunos han asemejado los aumentos en el precio de la insulina a los aumentos recientes en el precio del EpiPen, el medicamento que salva vidas y que es necesario cuando alguien sufre una reacción alérgica grave.
Edith Prentiss, una residente de la ciudad de Nueva York de 64 años de edad, sabe muy bien lo que el creciente costo de la insulina significa para ella. Necesita la insulina para tratar la diabetes y permanecer con vida, pero vivir con unos ingresos fijos la ha obligado a tomar decisiones duras sobre cuál medicamento puede permitirse.
"He tomado otros fármacos durante años, y al hacerse genéricos su precio bajó. El precio de la insulina nunca ha bajado", dijo.
Otros también han tomado nota de esos aumentos. El 17 de noviembre, la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association, ADA), hizo un llamado al Congreso para que investigue los precios y cree soluciones para que las personas con diabetes no se enfrenten a dificultades financieras al comprar el medicamento que les mantiene con vida.
La ADA dijo que en muchas áreas de Europa, la insulina cuesta una sexta parte de lo que cuesta en Estados Unidos.
"La insulina no es un lujo", enfatizó el Dr. Desmond Schatz, presidente de medicina y ciencias de la ADA. "La situación actual es inaceptable. Debemos garantizar que todos tengan acceso, y por eso pedimos al Congreso que lleve a cabo audiencias para identificar el motivo de que haya habido un aumento tan dramático de los precios de la insulina".
La insulina es una hormona que se produce naturalmente y que es necesaria para que el cuerpo use los azúcares presentes en los alimentos como combustible. Las personas con diabetes tipo 1 no crean la suficiente insulina para sobrevivir y deben inyectarse insulina para permanecer vivas, según la ADA.
En la diabetes tipo 2 (la forma más habitual de la enfermedad) las células del cuerpo se vuelven cada vez más resistentes a la insulina. Las personas con diabetes tipo 2 a veces también necesitan inyectarse insulina, dice la ADA.
La insulina fue descubierta por primera vez en 1921 por un cirujano ortopédico, el Dr. Frederick Banting, y un estudiante de medicina, Charles Best, de la Universidad de Ontario. Luego, vendieron la patente de la insulina a la universidad por 1 dólar.
Pero la universidad no podía producir suficiente insulina para la cantidad de personas que la necesitaban. Así que se asoció con compañías farmacéuticas en Estados Unidos y en el extranjero. Parte del trato fue que las farmacéuticas podían sacar patentes en EE. UU. para cualquier mejora en el proceso de fabricación.
Y desde esa época ha habido algunas mejoras en la insulina. Las compañías que fabrican insulina pasaron de insulina de vaca o de cerdo a insulina humana y a insulinas análogas sintéticas, según la ADA y Lilly Diabetes, que es una rama de Eli Lilly & Co., fabricante de insulina. Cada nueva clase de insulina funcionaba de forma ligeramente distinta de las demás, y algunas causaban menos complicaciones, como un nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia).
Pero no hay un tipo de insulina que sea adecuado para todos, según Schatz. "Cada paciente es distinto. La atención individualizada es primordial. No hay una solución universal, y las compañías de seguro no deberían dictar qué insulina podemos usar o no según unos formularios", enfatizó.
Esto lleva a los problemas con los precios. Schatz dijo que lo más importante es que haya transparencia en el proceso, lo que actualmente falta.
El precio de lista de la insulina, y también de otros fármacos, es lo que las compañías farmacéuticas dicen que su producto cuesta. Pero las compañías de seguro y los administradores de beneficios de farmacia, que administran los programas de medicamentos recetados para aseguradoras privadas y gubernamentales, no pagan ese precio. Negocian descuentos.
Pero las personas que no tienen seguro o las que tienen planes de seguro médico con deducibles altos y todavía no han llegado a ese deducible quizá tengan que pagar el precio de lista.
Los administradores de beneficios de farmacia y los planes de seguro médico también fijan un "formulario" o lista de fármacos cubiertos. Normalmente los consumidores pagan el precio más bajo por medicamentos genéricos, más por medicamentos de marca "preferidos" e incluso más por medicamentos "no preferidos". Por último, las farmacias de venta al detalle podrían aumentar el precio de un fármaco.
Entonces, las aseguradoras y las compañías farmacéuticas quizá no sepan con certeza quién está cobrando qué. Y ese es el motivo de que la ADA pida a todos esos responsables que se reúnan ante el Congreso para aumentar la transparencia de los precios para el paciente.
La situación actual de Prentiss ilustra lo confusos que pueden ser los precios de un fármaco.
Eligió usar una versión más antigua y barata de insulina porque es lo único que podía costearse. Prentiss comentó que tiene más episodios debilitantes de hipoglucemia con este tipo de insulina. Pero con unos ingresos fijos, cree que es la mejor, y quizá la única, opción para ella.
Cuando va a la farmacia a recoger su receta, dijo, tiene que asegurarse de que no pasen la receta por su seguro de la Parte D de Medicare. Si lo hacen, un frasco de insulina le costaría 105 dólares. Pero si no usan su seguro, un frasco le cuesta 25 dólares, señaló.
"Me encantaría comprender esa lógica", dijo Prentiss.
Los fabricantes de insulina se dan cuenta de que hay un problema.
"Un acceso razonable a la insulina se ha convertido en un problema para algunas personas con diabetes. Esto debe cambiar, y estamos comprometidos con hacer nuestra parte para mejorar el acceso", señalaba una declaración del 18 de noviembre de Lilly Diabetes.
La compañía dijo que está explorando distintas formas de ayudar a los pacientes que necesitan más ayuda, sobre todo los que tienen planes de salud con deducibles altos.
Sanofi, otro fabricante de insulina, describió el problema de otra forma.
La compañía dijo en una declaración escrita que el precio de lista de su insulina Lantus no ha aumentado desde noviembre de 2014. "De hecho, el precio neto de Lantus durante el periodo acumulativo de los últimos cinco años se ha reducido debido a los esfuerzos por mantenerse incluido en los formularios en una categoría favorable, lo que ayuda a reducir los gastos de desembolso de los pacientes", señalaba la declaración de Sanofi.
La declaración añadió que "Sanofi se siente decepcionado por decisiones recientes de excluir a Lantus de la cobertura de la lista de formularios. Los profesionales de la atención de la salud y los pacientes deben poder elegir el tratamiento y el acceso a la terapia adecuada para satisfacer las necesidades de los pacientes individuales".
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Desmond Schatz, M.D., president, medicine and science, American Diabetes Association; Edith Prentiss, New York City; Nov. 17, 2016, news release, American Diabetes Association; Nov. 18, 2016, statement, Eli Lilly & Co.; Nov. 18, 2016, statement, Sanofi U.S.
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