EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
Un indicador basado en RWD predice el gasto ambulatorio
Un proyecto basado en el uso de datos de la vida real y registros clínicos ha permitido implantar en los sistemas de información valencianos un modelo predictivo de gasto ambulatorio que ayuda a detectar desviaciones.
Enrique Mezquita. Valencia | 20/07/2017 11:44
Ruth Usó, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Clínico Universitario de Valencia. (Enrique Mezquita)
El aprovechamiento de las opciones que brinda trabajar con datos de la vida real (RWD, por sus siglas en inglés) para estratificar pacientes, y el uso de múltiples fuentes de información y millones de registros sanitarios del ámbito ambulatorio y hospitalario de la Comunidad Valenciana, ha permitido el diseño de un modelo de ajuste del gasto farmacéutico ambulatorio relacionado con la morbilidad de la población de la región.
Con este modelo, se obtiene un nivel de explicación del citado gasto cercano al 60 por ciento -tres puntos superior al modelo previo habitual-, convirtiéndole en un "un potente predictor del importe de gasto ambulatorio y total de los pacientes". Ello permite que pueda ser utilizado por la administración sanitaria "como medio de control de gasto farmacéutico así como de apoyo en las decisiones de asignación de presupuestos", según recoge la tesis doctoral de Ruth Usó, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y una de las responsables del desarrollo e implantación del modelo.
La innovación principal de este sistema, diseñado para la gestión racional y eficiente de la prestación farmacéutica en el ámbito ambulatorio e implantado en los sistemas de información sanitaria corporativos de la Consejería de Sanidad, ha sido vincular el gasto farmacéutico con la morbilidad de los pacientes y su riesgo clínico de forma global como herramienta efectiva de gestión farmacéutica en una región y a través del desarrollo de un indicador (FIX), incluido en los acuerdos de gestión sanitaria para el reparto de la productividad variable a los profesionales sanitarios.
En paralelo, se ha desarrollado una aplicación en la historia clínica electrónica (HCE) que permite la identificación y gestión de los pacientes con mayor desviación del gasto farmacéutico ambulatorio comparándolo con los de su mismo grupo de morbilidad y riesgo clínico para la gestión macro, meso y micro, "en un intento de acortar la distancia entre la eficacia y la efectividad en el ámbito de gestión sanitaria de los pacientes crónicos y polimedicados y contribuir a la sostenibilidad del SNS".
Proceso
Según ha explicado a Usó a Diario Médico, la estratificación "se centró en la clasificación de los cinco millones de valencianos por su estado de salud (carga de enfermedad) y riego clínico, a través de la integración y homogeneización de distintas bases de datos clínico-administrativas (urgencias, ingresos, contactos ambulatorios, SIP...).
Posteriormente, se utilizó el agrupador Clinical Risk Group; el resultado son "más de 1.075 grupos de pacientes" y una estratificación que ha quedado implantada en la HCE de cada valenciano "a través de una alerta del estado de salud".
Por otro lado, el modelo predictivo permite asignar el presupuesto anual de farmacia de receta de la Comunidad Valenciana a año vista, considerando la complejidad clínica de los pacientes. Como resultado, se obtiene un indicador de gasto farmacéutico ambulatorio ajustado a morbilidad -FarmaIndex (FIX)- para cada facultativo, que considera la comorbilidad de cada cupo.
"Este indicador se incluye en el acuerdo de gestión y se acompaña de una herramienta informática para su gestión", ha comentado Usó. La herramienta SCP-cv, totalmente integrada en la HCE, "permite identificar el primer paciente del cupo del facultativo que más se desvía respecto a la mediana de la Comunidad Valenciana, comparándolo con pacientes de igual complejidad".
Para ayudar a la revisión y su gestión, muestra al médico toda la información clínica que se ha utilizado previamente para la estratificación (historial farmacoterapéutico, ingresos, contactos en urgencias, contactos ambulatorios,...). También dispone de sistemas de alertas que permitenidentificar qué terapia causa más desviación en cada paciente. "Este hecho es importante si consideramos que hay grupos de pacientes (por ejemplo, con tres enfermedades crónicas dominantes y máximo nivel de gravedad), que tienen pautados hasta 18 medicamentos crónicos de media y coincide, además, con el grupo de pacientes con más problemas relacionados con los medicamentos (PRM) y más ingresos hospitalarios".
Además, en el ámbito de la gestión de los PRM de los pacientes crónicos y polimedicados, es una herramienta de ayuda a la priorización en el momento de hacer una revisión y permite identificar a aquellos clínicamente más complejos o con más riesgo de descompensación y que, por tanto, "deberían ser susceptibles a una revisión".
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