jueves, 8 de marzo de 2018

La feminización requiere la adaptación del sistema - DiarioMedico.com

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MAYORÍA ENTRE LOS JÓVENES

La feminización requiere la adaptación del sistema

Organizaciones profesionales consideran que el crecimiento del número de mujeres en la profesión médica no es un problema, pero requiere la adaptación de las estructuras actuales y tomarse en serio la conciliación.
L. G. Ibañes / N. Monsó   |  08/03/2018 11:00
 
 

Mujer médico en consulta
Mujer médico en consulta (DM)
Aunque formalmente suponen casi la mitad de los colegiados, el presente y el futuro de la profesión médica es femenino: según la edad, en los mayores de 56 años los hombres son amplia mayoría (el 62,6 por ciento), en el tramo de edad de 46 a 55 años ya predominan las mujeres (59,3 por ciento), se incrementa el porcentaje en el tramo de 36 a 45 años (69,1 por ciento) y en los menores de 35 años las mujeres llegan hasta el 74,2 por ciento.
Y hay especialidades más feminizadas, según las preferencias de las MIR en los últimos años como Ginecología, Alergología, Geriatría... Medicina de Familia tampoco es indiferente a este fenómeno. Según Semergen, "desde 2007 se registra en el SIAP el porcentaje de mujeres entre los médicos de atención primaria y según estos datos, desde el año 2012 los porcentajes por sexo han sido del 50 por ciento, para ir aumentando a favor del femenino hasta el 54 por ciento en 2016 a nivel estatal, que alcanza un 71 por ciento en Madrid y un 38 por ciento en Castilla la Mancha".
Hace años, se hablaba de que esta realidad podía suponer un problema para organizar los servicios, fundamentalmente por la maternidad. ¿Ha sido así? Las organizaciones profesionales rechazan calificarlo negativamente, si bien reconocen que exige que el sistema se adapte adecuadamente.
La SEMG, por ejemplo, considera que "la feminización de la Medicina de Familia no es ningún problema, éste es un hecho muy positivo ya que dota de un carácter diferenciador a la atención primaria. El problema está a la hora de conciliar la vida laboral y familiar y en que existen todavía en nuestro entorno social actitudes discriminatorias hacia a mujer".
"La feminización de la profesión no es un problema, pero sí comporta cambios y hay que adaptarse a ellos, porque la propia estructura de las familias ha cambiado", opina Juan Manuel Garrote, secretario de la Organización Médica Colegial (OMC). "Antes había más hombres en la profesión y también trabajaban más horas, hacían más guardias, etc. por la propia estructura de las familias. Eso ha cambiado y eso modifica las necesidades y el modelo".
Por ejemplo, "las mujeres que trabajan en la privada acostumbran a trabajar sólo en la privada y las de la pública sólo en la pública, mientras que en el caso de los hombres suele haber mayor compatibilidad entre ambos ámbitos".

Miguel Ángel García, responsable de Estudios del sindicato médico CESM, cree que "la feminización de la profesión médica no tiene nada de problema, sino de una realidad social que en realidad supone un avance importante en cuanto a la igualdad entre las personas. Cierto que este avance está dejando al descubierto una serie de realidades, sobre todo de índole familiar, a las que habrá que dar solución, y no sólo por parte de las mujeres".
Lo que se necesita es una reflexión profunda que supera lo sanitario: "Lo que tenemos que plantearnos como sociedad es si realmente creemos en la igualdad y si realmente queremos una economía y unos servicios públicos consistentes con los valores que profesamos. La realidad parece ser más bien otra, y es que plegamos absolutamente nuestra vida y nuestros valores al imperativo de la productividad económica y financiera".
Semergen apunta además que el toque femenino puede tener otras consecuencias positivas sobre la asistencia: "Según un editorial de Medicina Clínica, las médicas están más atentas a las emociones y los aspectos socioculturales, favoreciendo entrevistas en las que el paciente habla más y proporciona más información. Además, eeciben la cuarta parte de las reclamaciones que los médicos. La diferencia puede deberse a las mayores capacidades comunicativas de las médicas, ya que dos tercios de las reclamaciones obedecen a problemas de comunicación".

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