miércoles, 14 de julio de 2010

Opinion Editorial - Dr Jaume Padros i Selma - La reforma sanitaria del presidente Obama - JANO.es - ELSEVIER


La reforma sanitaria del presidente Obama
Dr. Jaume Padrós i Selma
JANO.es - ELSEVIER
Médico de família y Vicepresidente primero del COMB


13 Julio 2010

Por fin y después de un tenso y largo debate social, político y mediático, la reforma sanitaria impulsada por el presidente Barak Obama se ha convertido en ley, Ley de Protección al Paciente y Atención Asequible.

Desde el otro lado del Atlántico, cuesta comprender a menudo la realidad social y política de los Estados Unidos. Y, con frecuencia, los análisis y comentarios vertidos aducen un exceso de prejuicios, fruto del desconocimiento general del modelo de organización social norteamericano y de los valores que lo sustentan, tan arraigados desde su fundación en 1776. Y, claro, la pregunta que nos hacemos los europeos es ¿cómo el país más poderoso del mundo, con el PIB más alto dedicado a sanidad, deja al 17 % de la población sin cobertura asistencial?

Con cierta altivez, no comprendemos cómo algo tan fundamental para nosotros pueda ser visto con tanto recelo por una gran parte de la sociedad norteamericana. Una sociedad que recela de cualquier intervencionismo y planificación, y que ve en el Estado un obstáculo para el esfuerzo y la creatividad, una intromisión en la vida privada y una limitación en la libertad de los individuos.

La propuesta Obama comportará, sin duda, un cambio en el modelo organizativo, una mayor coordinación y capacidad de competencia y evaluación, y unas relaciones más claras entre médicos y aseguradoras. De entrada, el sector de la atención primaria sale reforzado y los médicos generalistas no disimulan su entusiasmo, no así sus compañeros especialistas. Habrá que ver cómo se desarrolla la ley en el conjunto del país, porque no sólo existen desigualdades entre ciudadanos, si no también grandes diferencias entre los diversos estados de la Unión.

A pesar de la profunda división que ha generado, esta reforma sanitaria no ha dejado de tener en cuenta los valores del mercado, y por consiguiente, Obama ha querido que su plan pueda ser evaluado también desde el punto de vista económico y del gasto público, por cuanto piensa que su aplicación no supondrá una desviación del déficit público. En este sentido, deberemos estar igualmente atentos a los cambios introducidos para limitar las indemnizaciones en las demandas contra médicos, así como a la manera en que afectará la ley a las empresas farmacéuticas.

Un apunte final sobre un aspecto del que apenas se ha hablado y que creo que tiene singular importancia: la ley prevé la creación de un seguro público y voluntario de dependencia. Quizás sorprenda que precisamente en Estados Unidos, en plena crisis económica, se apueste desde el poder público por una iniciativa de esta índole. Deberíamos tomar nota.

Debe subrayarse la actitud valiente del presidente Obama que, a pesar de haber dejado algo descafeinado su proyecto inicial, ha conseguido –aunque con un margen muy estrecho– cumplir su promesa electoral. Dicho sea de paso, esta crisis que Estados Unidos empieza a remontar, obligará a los europeos a buscar fórmulas, igualmente valientes e imaginativas, para superar la amenaza que ésta supone sobre la sostenibilidad del estado del bienestar, base de nuestro modelo social y político.

Sin duda, por la trascendencia de la ley y por la audacia de la decisión, el 23 de Marzo de 2010 pasará a los anales de la historia norteamericana como una fecha mítica, como lo fue la creación en 1965 del Medicare y del Medicaid. Una fecha que, en lo sustantivo, los europeos también debiéramos tomar como referente.

“La propuesta Obama comportará un cambio en el modelo organizativo, una mayor coordinación y capacidad de competencia y evaluación, y unas relaciones más claras entre médicos y aseguradoras.”
Opinion Editorial - Dr Jaume Padros i Selma - La reforma sanitaria del presidente Obama - JANO.es - ELSEVIER

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