Andalucía ya tiene una guía de actuación si el paciente se niega a una transfusión

La consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, ha presentado una guía de actuación protocolizada dirigida a los profesionales sanitarios para que sepan cómo actuar ante los distintos casos de asistencia a un paciente, sea urgente o no, en la que el enfermo rechace expresamente las transfusiones de sangre y sus hemoderivados.

E. Press. Sevilla | 19/09/2011 00:00

El documento, elaborado por el Comité de Bioética de Andalucía tras una solicitud elevada en 2010 por los testigos de Jehová, ha sido consensuado por un compendio de profesionales, juristas y expertos en bioética para garantizar los derechos de los pacientes, así como para lograr mayor claridad en el marco jurídico con el que cuentan los sanitarios.

Aunque el principal colectivo al que va dirigido son los testigos de Jehová, Montero ha aclarado que esta guía también da respuesta a otras personas que muestran igualmente ese rechazo.

En el documento se explica cómo deben actuar los profesionales sanitarios en función de la edad del paciente

Respaldo legal y ético
El director de la Estrategia de Bioética del Sistema Sanitario Público de Andalucía, Pablo Simón, ha afirmado que dicho documento recoge toda la normativa que reconoce el derecho de las personas a rechazar el tratamiento propuesto por el profesional sanitario (Ley General de Sanidad, Ley de Autonomía del Paciente y Ley de Derechos y Garantías de la Dignidad de la Persona en Proceso de Muerte), así como el respaldo legal y las figuras jurídicas que asisten al profesional médico. En todos los supuestos se hace un recuento de las mejores opciones de actuación, según la normativa y los criterios bioéticos, y se adjunta un modelo de derivación del caso a la Fiscalía en los casos en los que sea imprescindible su concurrencia.

El documento explica cómo deben actuar los profesionales y el protocolo que debe seguirse según se trate de un paciente adulto o un menor. En caso de pacientes adultos y capaces de expresarse, tras recibir la información oportuna por parte del profesional, será el paciente el que decida si rechaza o no la terapia con sangre o hemoderivados.

Si se trata de un adulto que no pueda expresarse, los profesionales le informarán según su estado cognitivo y ofrecerán información a sus representantes. En todo momento, se cumplirá lo que el paciente haya registrado en su testamento vital y, si no existiera, se actuará en función de lo que decidan los representantes.

En el caso de los menores, se recomiendan actuaciones distintas en función de la edad. Si tiene 16 años cumplidos o está emancipado, el menor decidirá sobre su tratamiento, aunque la opinión de los padres será oída y tenida en cuenta. En caso de conflicto irresoluble, se consultará al juez o al fiscal. En los menores de 12 a 16 años, se realizará una evaluación para determinar su capacidad para decidir. En este caso, se pondrá en comunicación del juez o el Ministerio Fiscal el caso para valorar, de forma conjunta con los padres, la decisión. En los menores de 12 años, al presumirse la incapacidad, serán los padres los que decidan.

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