López: "A Sanz no le gusta que las mujeres de su comunidad aborten"

El lehendakari exige a Rajoy medidas para solucionar el conflicto sanitario con La Rioja

ANIA ELORZA - Vitoria - 02/12/2011

El lehendakari, Patxi López, se ha pronunciado hoy por primera vez como jefe del Ejecutivo vasco sobre el conflicto sanitario con La Rioja, que sigue sin atender a los pacientes de la Rioja Alavesa tras una decisión de principios de septiembre. López ha calificado como "totalmente inadmisible" la actitud de su homólogo riojano, Pedro Sanz, a quien ha criticado por hacer de "su particular guerra a lo vasco, de su sentimiento anti-vasco, su base electoral". Y se ha referido a la "razón oculta" del conflicto: "A Sanz no le gusta que las mujeres de su comunidad puedan abortar". Y es que, entre las propuestas remitidas a los dirigentes vascos dentro de la negociación que ha tenido lugar en las últimas semanas, una de ellas resulta llamativa: la exigencia de La Rioja, entre otras contraprestaciones sanitarias, de que Osakidetza practique 500 abortos de su provincia. En 2009 se realizaron 507 en tierras riojanas, lo que significa que la práctica totalidad de los abortos se desviarían a Osakidetza.

Sanz ha respondido a López que si plantearon esta exigencia durante las negociaciones fue porque los médicos riojanos se acogen a la objeción de conciencia, lo que dificulta realizar operaciones en la sanidad pública y obliga a pagar a clínicas privadas. "Planteamos que, en vez de pagar por estas operaciones, se hicieran en el País Vasco como parte de las compensaciones económicas por la atención sanitaria a los vecinos de Álava". El presidente riojano ha asegurado que "si hubiese sido el PNV [el que gobernara ahora, el conflicto] ya estaría arreglado" y ha criticado a López por estar "perdido hasta el día de hoy".
López, además, ha exigido a Mariano Rajoy que "adopte medidas ya" para solucionar el problema y ha afeado su silencio en torno a él. El PP, ha dicho, "tiene una buena oportunidad para dejar claro cuál es su modelo de España: un modelo gestionado por los gobiernos autónomos, pero solidario y cohesionado, o un país troceado por caciques locales". "No vamos a admitir que para relanzar su carrera juegue con la salud de los ciudadanos", ha insistido. López ha apuntado también a las críticas del PP al sistema de autonomías. "El sistema funciona muy bien, pero deja de hacerlo cuando alguien como el presidente riojano lo dinamita".
El jefe del Ejecutivo vasco ha descartado "entrar en guerra con comunidades limítrofes", rechazando cerrar las fronteras sanitarias a Cantabria, Navarra y Castilla y León, aunque ha obviado las referencias de su consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, a que habrá que "redefinir" la relación con ellas en función de lo que ocurra con La Rioja y aludió a la posibilidad de que se de un "efecto dominó" en todo el sistema sanitario.
López ha desgranado una serie de medidas que pondrá en marcha su Gobierno para tratar de solucionar el problema. El lehendakari ha enviado misivas a Mariano Rajoy y a la ministra de Sanidad en funciones, Leire Pajín, para que tengan una "intervención inmediata" en el conflicto. Sobre las actuaciones del ministerio de esta última, López ha criticado que podía haber actuado "con más diligencia".
Además, Osakidetza pedirá autorización a la Diputación foral de Álava para poner en marcha un servicio de transporte gratuito que facilite a los habitantes de la Rioja Alavesa el traslado a Vitoria -la capital alavesa está a cerca de una hora de las localidades afectadas, cuando Logroño se encuentra a escasos kilómetros-. Preguntado por la razón para que estas decisiones lleguen tres meses después de que comenzara el bloqueo, López ha explicado que "había que agotar las vías diplomáticas" primero. Una vez que este camino se ha roto, se han tomado otras. A última hora de esta mañana, el Ministerio de Sanidad ha enviado un requerimiento formal a La Rioja para que restaure la situación y vuelva a atender a los pacientes vascos como ha hecho durante años, hasta septiembre de este año.

López: "A Sanz no le gusta que las mujeres de su comunidad aborten" · ELPAÍS.com