Evaluación realista de riesgos para prevenirlos

Hospitales Nisa ha puesto en marcha un proyecto de prevención de riesgos laborales basado en la implantación y seguimiento del Manual Práctico para la Evaluación del Riesgo Biológico en Actividades Laborales Diversas o método Biogaval, desarrollado y avalado por el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud con la colaboración de varias entidades, Nisa entre ellas.

Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 18/03/2013 17:28

Pedro Soto, de Hospitales Nisa. (Enrique Mezquita)

Hospitales Nisa inicia su Proyecto 'Biogaval' para la mejora de las condiciones de seguridad e higiene de los profesionales y los pacientes

Pedro Soto, jefe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de Nisa, ha señalado a Diario Médico que en un hospital "es fundamental el control de los riesgos biológicos, tanto de paciente a profesional como a la inversa", y la aplicación de este método "permite una evaluación realista de la situación y determinar el riesgo que tiene un trabajador de poder contraer una enfermedad transmisible por el desempeño de sus tareas".

El método consta de tres fases; en la primera, se definen los puestos de trabajo que deben evaluarse, es decir, aquellas tareas homogéneas que se desarrollan en un entorno común. "No es equivalente a la categoría profesional; por ejemplo, un auxiliar de clínica presentará un riesgo distinto si trabaja en quirófano, planta de hospitalización o servicio de urgencias", ha apuntado Soto. En segundo lugar, se identifica cuáles son los agentes microbiológicos a los que está expuesto el trabajador. "Dicha identificación debe basarse en el estudio observacional directo de las tareas y procedimiento del puesto de trabajo y los estudios de prevalencia de las distintas enfermedades transmisibles en nuestra población general".

Daño probable
Finalmente se procede a cuantificar el riesgo valorando el daño probable que puede producir esa determinada enfermedad infecciosa en un trabajador, las vías de transmisión, la existencia de vacuna eficaz y porcentaje de trabajadores inmunizados y las medidas higiénico-preventivas realmente adoptadas. "Todo ello se interrelaciona con una fórmula matemática que ha sido debidamente validada".

En cada puesto de trabajo y para cada uno de los agentes microbiológicos considerados se obtiene un valor: el nivel de riesgo. Según Soto, "el método establece dos puntos de corte. Uno es el nivel de acción, que es el valor a partir del cual deben acometerse medidas preventivas; el otro, el límite de exposición, que expresa una situación no tolerable en la que deben adoptarse medidas higiénicas de forma prioritaria. Lógicamente estas situaciones pueden presentarse en agentes para los que no existe vacuna eficaz y causan patología grave como es el caso de Micobacterium tuberculosis o hepatitis C".

A partir de dicho análisis, se han establecido las acciones prioritarias tanto técnicas (ver apoyo) como formativas. A este respecto, "no debe presuponerse que todo el personal de un hospital es experto en enfermedades infecciosas. Se priorizó la formación en aquellos colectivos expuestos que podían presentar carencias, como auxiliar sanitario y personal de limpieza, para desterrar falsos temores y dar unas normas claras de seguridad y salud".

Medidas técnicas y organizativas

El proyecto de Hospitales Nisa también incluye medidas técnicas y organizativas, como la instauración de un procedimiento ágil de comunicación de incidentes de riesgo biológico, la dotación de equipo de protección como pantallas oculares o guantes adecuados para cada trabajo y la implantación progresiva de los materiales de bioseguridad.