lunes, 18 de marzo de 2013

"Los felices años dos mil están en la raíz de la crisis sanitaria" - DiarioMedico.com

"Los felices años dos mil están en la raíz de la crisis sanitaria" - DiarioMedico.com

Entrevista a Beatriz González López-Valcárcel

"Los felices años dos mil están en la raíz de la crisis sanitaria"

Catedrática del Departamento de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Beatriz González López-Valcárcel es experta en demografía médica y Economía de la Salud. Afirma que España sufre los efectos de su particular burbuja sanitaria.
Francisco Goiri | fjgoiri@diariomedico.com   |  18/03/2013 00:00

Beatriz González López-Valcárcel.
Beatriz González López-Valcárcel. (Andrés Panaro)

Catedrática del Departamento de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Beatriz González López-Valcárcel es experta en demografía médica y Economía de la Salud. Coautora de los tres primeros informes de necesidades de especialistas que ha publicado el Ministerio de Sanidad, analiza en esta entrevista la situación del SNS con criterio economicista. Menos publicitada que la burbuja inmobiliaria, pero más devastadora para el sector sanitario, afirma que España sufre los efectos de su particular burbuja sanitaria.

PREGUNTA. ¿Se puede hablar de una crisis específica, endógena, del SNS, o asistimos a un reflejo de la crisis exógena en el sector?
RESPUESTA
. La crisis exógena ha enfrentado a la sanidad a nuevos desafíos que desencadenan una crisis interna. La práctica habitual de gastar por encima de lo presupuestado, indisciplinas financieras generalizadas y presupuestos no creíbles ya no es factible. Por primera vez en la historia reciente, el SNS se enfrenta a limitaciones de recursos y a tener que jugar a la baja.

P. ¿Peligra incluso la supervivencia del sistema tal y como lo conocemos?
R.
No creo que este país deje caer uno de sus grandes logros, pero hay que reaccionar urgentemente para preservar la esencia de un SNS moderno y avanzado.
  • Las transferencias no respondieron a necesidades específicas del sector, sino a la voluntad política de descentralización, pero ¿quién mete la pasta de dientes en el tubo?"
P. ¿Dónde urge aplicar mecanismos de corrección?
R.
El principal punto débil son las ineficiencias organizativas y la falta de coordinación geográfica y entre niveles asistenciales. Urgen muchas cosas: llevar adelante un programa de atención a la cronicidad bien diseñado; aprovechar economías de escala, en vez de multiplicar el gasto 17 veces en las 17 comunidades para terminar haciendo lo mismo (la informatización de la información médica y la historia clínica electrónica, por ejemplo); urge definir la cartera básica de servicios comunes con criterios de eficacia, efectividad y coste-efectividad; urge dar protagonismo al profesional para recortar aquellas prestaciones innecesarias, iatrogénicas; urge rediseñar el quién hace qué con criterios de salud y de coste más que de inercia o poder...
P. ¿Qué parte de responsabilidad han tenido las decisiones previas de gestión?
R.
Mucha. Los felices años dos mil, con enorme expansión de la oferta al hilo de las transferencias, sin conciencia de limitación de recursos ni restricciones, están en la raíz de gran parte de los problemas de hoy. Entre 2002 y 2009 el gasto sanitario público en España se duplicó, y aumentó en un tercio en términos reales per cápita (después de ajustar por inflación y crecimiento demográfico). Ahora, con la población y el PIB en retroceso, el país se enfrenta al problema de reducir los recursos sanitarios, y no nos habían preparado para ello.
P. ¿Y qué parte de culpa cabe achacarle a las transferencias sanitarias?
R.
Las transferencias fueron más un efecto colateral de la voluntad política y social de descentralización que una necesidad del sector. La configuración descentralizada puede ser ineficiente, pero ¿quién es capaz de meter la pasta de dientes dentro del tubo? Ahora se trata de ganar eficiencia mediante la cooperación institucional, y que el Ministerio lidere cambios.
P. ¿Es posible que también hayan fallado los mecanismos de control?
R.
De control y de gobierno. El Interterritorial no es un comité ejecutivo al uso, con socios alícuotas y voto ponderado; hay 17 consejeros en una mesa, pero uno representa a 8 millones de personas y otro a 200.000, y las decisiones se tienen que tomar por consenso. Un comité ejecutivo toma, eso, decisiones ejecutivas, y de forma ágil y rápida. El Interterritorial está al albur de la situación política.
P. Algunas regiones apuestan ya por fórmulas alternativas de gestión. ¿La solución irá por ahí?
R.
El tema ha sido objeto de debate virulento, muchas veces en términos ideológicos, pero la Economía de la Salud no es cuestión de ideología, sino de quién y cómo da mejor salud, con garantía de continuidad y al menor coste. Por mucho que algunos pretendan exhibir números supuestamente demostrativos de la superioridad de una opción sobre otra, en España no hay información para afirmar nada en uno u otro sentido, y ésa es una de las grandes limitaciones que tenemos.

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