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La gestión por procesos, un modelo que permite evaluar la calidad asistencial… pero hay que medir para mejorar
Antonio Pais
Cuatro destacados expertos en gestión exponen sus experiencias en el XVIII Congreso de la SECA y destacan que lo más importante es resolver el problema de salud del paciente, quien no es ahora mismo el eje del sistema
Santiago de Compostela (23/25-10-10).- La gestión por procesos es un modelo que permite medir la calidad asistencial; pero hay que medir para mejorar, algo que no siempre sucede en la práctica clínica. Y en último término, “el paciente lo que quiere es que se le resuelva su problema de salud, independientemente de que sea en Primaria o en Hospitalaria; podemos hablar de gestión de gestión por procesos e indicadores, pero ahora mismo no es una realidad que el paciente sea el eje del sistema sanitario”. Así lo han destacado cuatro expertos en gestión sanitaria, que han intervenido en la mesa redonda ‘Sistemas de gestión y procesos asistenciales’, en el marco del XVIII Congreso nacional de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), I Congreso de la Sociedad Gallega de CA (SOGALCA) que se ha celebrado en Santiago de Compostela.
En la mesa de debate, moderada por Manel Santiñá, presidente del Comité Científico del Congreso, han intervenido como ponentes Eduardo González, gerente de la comarca Guipúzcoa Ekialde; Isabel González Álvarez, Jefe del Servicio de Radiología del Hospital de San Juan de Alicante; Carme Mompó, coordinadora de Calidad del hospital general de Hospitalet de Llobregat (Barcelona); y Carmen Ferrer, gerente del Área 9 de Madrid.
Comenzando por el final, Carmen Ferrer ha aportado una clave importante, antes de hablar del proceso de gestión que se establece en cada ámbito sanitario: “Hay que aprender de los errores: pocas veces reconocemos los errores; hay que ver los indicadores, pero en calidad también se trata de ver lo que no funciona”, ha dicho.
Ferrer, que ha explicado la experiencia desarrollada en el Hospital de Fuenlabrada y en concreto la gestión del dolor crónico, ha sido quien más abiertamente ha admitido que, hoy en día, “el paciente no es el eje de la organización, por mucho que se diga. Hay que hacer ajustes”.
A juicio de esta profesional, esos ajustes deben pasar por implicar a los profesionales en la gestión por procesos; desarrollar la práctica clínica adecuada, la mejor según las condiciones dadas; un sistema de formación integrado; continuidad de la asistencia, abordando los problemas integralmente; y evaluar los resultados para aprender y mejorar.
“Pero la realidad nos muestra que aparecen los problemas de los profesionales, no los del paciente, y que hay una falta de implicación de los profesionales en la gestión clínica. En nuestro caso, derivamos, sí, pero ¿hemos resuelto el dolor crónico? Hay que dejar de ver cuánto se diagnóstica e integrar a todos, creando equipos multiprofesionales”, ha arrojado como conclusión.
Alicia en el país de las maravillas
Previamente, y con el atractivo título de ‘Gestionando por procesos, o las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, Carme Mompó ha comparado con la historia de Alicia la situación del médico, que debe convivir a veces con el sinsentido y debe aprende a superar los problemas usando la imaginación. “¿Estamos atrapados por el método?, se ha preguntado.
La doctora Mompó ha explicado la experiencia en el hospital de Hospitalet, donde se implantó la gestión por procesos, buscando la mejora continua. “En Sanidad sólo importa lo que incide directamente en el paciente. Hay que integrar a los grupos de interés y evitar el despilfarro”, ha dicho.
Ferviente defensora de que “quien manda es el médico”, pro también del trabajo en equipo y de que los líderes “pueden ser un auxiliar y un administrativo, como sucede en mi Servicio de Radiología” se ha mostrado Isabel González, que ha mostrado con su ponencia ‘Procesos en Radiología: necesario y posible’ que el médico “puede, si se empeña, conseguir los objetivos aunque inicialmente se le nieguen los recursos o las actuaciones para lograrlos”.
La doctora González Álvarez ha confesado, eso sí, que los médicos “vamos por libre, tenemos más indicadores de los que nos pone la dirección”. Y ha abogado por un primer mandamiento, “tener clara la dirección, saber dónde se quiere llegar”, a la vez que ha denunciado la existencia de “jefes tóxicos, gente nombrada a dedo; el directivo tiene que bajar a pie de obra” y de médicos, asimismo, a los que no les gusta su trabajo. “Medir, medimos mucho… pero luego no mejoramos”.
Por su parte, Eduardo González ha relatado la experiencia en una comarca de AP de Osakidetza (Servicio Vasco de Salud), con un sistema implantado en 2001 que cuenta ahora con 77 indicadores de proceso, de los cuales 49 son clave, y de evaluación continua (va por la sexta revisión). Todo, en un modelo descentralizado y teniendo en cuenta, como primer paso, el desarrollo de las personas.
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sábado, 23 de octubre de 2010
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