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El XXIV Congreso Aragonés de AP de FASAMET aboga por la necesidad de reforzar el papel del Ministerio de Sanidad y el de los profesionales en la gestión

Redacción

El acto profesional ‘¿Son factibles otras fórmulas de gestión de la Sanidad?’ giró en torno a la necesidad de redefinir el concepto de salud


Zaragoza (13/15-11-10).- El XXIV Congreso Aragonés de Atención Primaria de FASAMET ha acogido un interesante debate acerca de si son o no factibles otras fórmulas de gestión en la Sanidad. En el mismo intervinieron el representante del PAR, Javier Callau; Ricardo Canals en nombre del Partido Popular; y Manuel García Encabo por parte de las filas del Partido Socialista. Todos ellos profesionales del sector sanitario, responsables de dicha rama en cada una de sus formaciones y, por lo tanto, voces autorizadas en la materia. En el resumen de la reunión, se ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar el papel que ejerce el Ministerio de Sanidad, así como el que deben tener los profesionales del sector en la gestión.

Javier Callau reconoció que “la tensión de la demanda es insoportable en algunos aspectos” a causa del crecimiento del gasto sanitario y, también, “porque los pacientes son cada día más exigentes y están mejor formados”. Para Callau es necesario “debatir serenamente” para “reformar los centros sanitarios e implementar cambios en la gestión”. Callau hizo especial hincapié en la necesidad de “mejorar las prestaciones recuperando, quizá, antiguos valores humanos”.

El representante del PAR considera necesario optar por una recuperación del profesionalismo histórico de los galenos y porque los profesionales se sientan representados por sus respectivas organizaciones.

Para ello, según su punto de vista, sería necesario aumentar la autonomía de los profesionales, mejorar sus condiciones de trabajo, darles un mayor soporte organizativo y personal. También comentó que sería conveniente adecuar las remuneraciones a los méritos demostrados por cada uno de ellos. En definitiva, “profesionalizar la gestión para mantener una línea de trabajo independientemente del resultado de unas elecciones. Hay que definir objetivos y replantearse el concepto de ‘todo gratis y para todos’, señaló.

Dificultades por la descentralización

Seguidamente tomó la palabra el representante popular, Ricardo Canals, para quien en Aragón “es complicado innovar en la gestión por el poco peso político que tenemos ya que existen 18 proyectos asistenciales en España y, lamentablemente, aquí sigue habiendo poca población y el Ministerio de Sanidad cada vez pinta menos, lo que ocasiona diferencias en los derechos sanitarios de los españoles dependiendo su lugar de residencia”, lamentó.

Canals puso el dedo en la llaga insistiendo en que “hay una gran carencia de responsabilidades: el usuario no sabe lo que cuestan los servicios sanitarios, no se premia a los profesionales por su trabajo y se diluye la responsabilidad del gestor. En definitiva, esto hace que nadie tome riesgos”. Para Canals, incrementar el gasto para paliar el déficit sanitario no será efectivo “si no se actúa sobre los componentes estructurales que han generado este gasto”.

El representante popular considera que otras fórmulas de gestión sanitaria sí son factibles, puesto que “la Ley 15/1997 las posibilita, indicando que la Administración siempre ha de mantener la titularidad del servicio”. Canals aboga por “fortalecer el Ministerio de Sanidad, mostrar las realidades del sistema sanitario español por duras que sean, promulgar un gran pacto por la Sanidad y apostar por nuevos medios de gestión que hayan mostrado su eficiencia”. Además, considera que la Sanidad privada y la pública deben competir entre sí “para que ambas mejoren”.

Finalmente fue el turno de Manuel García Encabo, quien defendió tenuemente el sistema sanitario español, “que tiene defectos, pero aun así la OCDE lo considera uno de los más eficientes”. El socialista considera que “no es el ciudadano el que aumenta la demanda, sino el profesional. Hay que dar respuesta a la insuficiencia de profesionales, importándolos desde el extranjero con lo que eso conlleva”.

Para García el objetivo primordial debe ser “producir salud”, algo que “se ha olvidado a causa, entre otros factores, de que no hay un modelo de gestión si no de gestoría”. Además, considera que el hecho de que cada Comunidad Autónoma reciba una partida presupuestaria y sean los gobiernos autonómicos quienes decidan el presupuesto sanitario “crea desigualdades”, por lo que “hay que revitalizar la figura del Ministerio de Sanidad, redefinir el concepto de ‘Salud’ y separar la gestión de recursos para darle mayor importancia a los profesionales”.
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