jueves, 15 de septiembre de 2011

La Deontología no es una ciencia infusa - DiarioMedico.com

investigar en ética médica

La Deontología no es una ciencia infusa

Los miembros de las comisiones deontológicas de los colegios de médicos han sido llamados por la Organización Médica Colegial (OMC) a formarse en ética médica. Después de mucho tiempo viendo esta carencia en la profesión, los últimos cambios normativos han dado a la ética médica un lugar prioritario. Las leyes autónomicas sobre los cuidados al final de la vida y la ley del aborto han evidenciado los retos éticos del profesional sanitario, a los que hay que dar respuesta. Los expertos hablan de investigar en esa disciplina para alcanzar las mejores respuestas.

Soledad Valle | 15/09/2011 00:00



Encargados de velar por el buen hacer médico

Los miembros de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial posan tras su nombramiento la última semana de agosto. En el centro de la foto sentado está Marcos Gómez Sancho, revalidado en su cargo como presidente; le flanquean, a la izquierda de la imagen, Jacinto Bátiz Cantera, secretario, y a la derecha, Joan Monés. En la fila de atrás, de izquierda a derecha: Tomás Casado Gómez, Mariano Casado Blanco (vocal), Julio García Guerrero, Luis Ciprés Casasnovas (vocal), Luis Fernando Márquez Gallego, Aurelio Luna Maldonado y Diego Murillo Solís. Los miembros de la comisión que faltan en la foto son María Castellano y José Manuel Solla.

La profesión médica quiere más formación y menos opinión sobre las cuestiones que afectan a la ética médica. Esta ha sido una asignatura pendiente en la formación del facultativo, como reconoce el experto Rogelio Altisent, pero ahora suena a un imperativo inaplazable. El contexto social y leyes como la del aborto o las legislaciones autonómicas sobre los cuidados al final de la vida han puesto en la primera línea del debate la actuación ética del médico.

Después de que en verano viera la luz el nuevo Código Deontológico de la Profesión -no sin polémica- la OMC ha presentado un programa universitario de Experto en Ética Médica, que comenzará el próximo noviembre y que realiza en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación José Ortega y Gasset y la Fundación Gregorio Marañón. "La diferencia de este programa en relación con la gran oferta de cursos y másteres de Bioética que hay en marcha es que aquí vamos a dedicar una especial atención a formar para el trabajo que realizan los miembros de las comisiones deontológicas de los colegios de médicos", señala Altisent.

  • Rogelio Altisent, experto en Bioética, reconoce que es posible que en el futuro se exija formación en Ética para ser miembro de una comisión deontológica

El experto en ética afirma que los profesionales que forman parte de las comisiones deontológicas son los alumnos prioritarios del programa. "La mayoría de estos médicos se han formado en cuestiones éticas con la experiencia del paso de los años, pero lo que queremos es acelerar el proceso de aprendizaje, dar a la Deontología el carácter académico que merece".

Carácter académico
Es posible que en el futuro se exija contar con estudios académicos específicos en esta materia para formar parte de una comisión deontológica. Así lo reconoce Altisent, pero no es el único al que este cambio de criterio en la elección de estos profesionales le parecería bien. Jacinto Bátiz, secretario de la Comisión Deontológica de la OMC, apunta que "el ir profesionalizando la actividad deontológica va a dar más garantías a la profesión". Bátiz y Joan Monés, también de la Comisión Deontológica de la OMC, impartirán el módulo Función y actividad de las comisiones de deontología de los colegios de médicos, dentro del programa de la OMC, una parte del curso especialmente mimada, que tiene dos sesiones presenciales en las que se abordarán casos prácticos a los que se enfrentan los miembros de las comisiones.

En estos momentos las juntas directivas de los colegio son las que eligen a los miembros de la comisión entre sus colegiados: proponen al profesional su participación y esperan que acepte. "Hasta ahora estamos dependiendo de la buena disposición de los colegiados", confiesa Bátiz.

El facultativo, presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Vizcaya, calcula que de los doce miembros que forman ese organismo en su colegio, menos de la mitad ha realizado algún tipo de programa formativo en ética médica. Esta situación se reproduce en la mayoría de los colegios y, según el experto, es lo que ha motivado la puesta en marcha del programa.

A pesar de ello, Bátiz aclara que en la selección de los médicos siempre se ha tenido en cuenta su interés por la ética y su experiencia profesional en ese campo. Aunque ahora parece que se está pensando en pedir algo más.

Altisent estructura en tres grandes áreas los conocimientos en docencia e investigación en ética médica que deben adquirir los facultativos: 1) las actitudes profesionales y definir el perfil del buen médico; 2) la resolución de dilemas y cuestiones complicadas que requieren un estudio pormenorizado, y 3) cuestiones de tipo organizativo y prácticas.

Una razón de ser
"Entre las laborales de una comisión deontológica está abrir un expediente disciplinario o investigar un caso, y para eso hay que saber hacerlo", señala Bátiz. En Andalucía, donde se ha librado el último gran debate sobre ética médica alrededor del caso de Ramona Estévez, Joaquín Fernández-Crehuet, presidente de la Comisión de Deontología del Colegio de Málaga y profesor de Bioética en la Facultad de Medicina de la ciudad andaluza, señala que "la deontología profesional es la auténtica razón de ser de los colegios de médicos y ha habido un tiempo de mucha pobreza en este sentido".

Caso Ramona Estévez

Los comités deontológicos de los colegios de médicos no intervienen de oficio; abordan los problemas si se les pregunta. Al comité del Colegio de Médicos de Huelva nadie le consultó sobre la situación de Ramona Estévez, la mujer que murió en un hospital 14 días después de que le retiraran la sonda nasogástrica por orden de la Consejería de Salud. Desde el órgano colegial onubense aseguran que sólo saben del caso por lo que ha aparecido en los medios y que nadie se ha puesto en comunicación con ellos.

Rogelio Altisent, director del Instituto de Bioética y Ciencias de la Salud y del programa de ética médica de la OMC, utiliza el ejemplo de la paciente de Huelva para ilustrar los problemas que se pueden encontrar los miembros de una comisión de Deontología. "La situación de esta enferma requería haberse estudiado desde todos los puntos de vista: analizar si lo que se supone que pedía la paciente era una buena praxis médica, si el hijo estaba autorizado para tomar una decisión sobre su madre... No se conocen los detalles médicos para poder emitir un juicio de la situación", afirma Altisent. A Ramona Estévez le retiraron la sonda de alimentación en aplicación de la Ley autonómica de Derechos y Garantías de la Dignidad de las Personas en el Proceso de la Muerte.

Esta norma establece que en caso de discrepancia entre criterios médicos o entre los médicos y la familia se debe solicitar el asesoramiento del comité de ética asistencial. El comité de ética que le correspondía era el del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, al que tampoco se le consultó. Quien sí recibió la consulta fue María Jesús Montero, consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía. El hijo de la paciente acudió a la alta instancia de la Administración autonómica reclamando que se le retirara la sonda nasogástrica a su madre en aplicación de la ley. Así fue, y la paciente tardó en morir 14 días. La Asociación Derecho a Vivir (DAV) demandó a la consejera de Sanidad andaluza por su intervención en la actuación médica y el juez desestimó la demanda. El último episodio del caso es que DAV ha apelado el archivo de la querella amparándose en el informe del médico forense que calificaba la situación de la paciente como "difícil, pero no irreversible".

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