Los médicos piden un cambio en la senda de las reformas sanitarias para no acabar en una situación insostenible
Madrid (20/11/2012) - Silvia C. Carpallo
Expertos debaten, dentro de la III Convención de la Profesión Médica de la OMC, cómo las políticas descoordinadas de las CC.AA., las reformas atropelladas y los futuros recortes, como bajar dos puntos del PIB en los presupuestos para Sanidad, van a llevar a una situación insostenible, y cómo la profesión debe movilizarse para proteger la salud de sus pacientes
La reducción del gasto sanitario público para 2015 previsto por el Gobierno, que pasará de un 7,1 por ciento del PIB del 2010 a un 5,1 por ciento, hará inviable mantener unos mínimos de efectividad y calidad de nuestro sistema sanitario, y tendrá consecuencia negativas sobre la salud de los ciudadanos. Ésa es la conclusión que la Organización Médica Colegial (OMC) ha extraído del debate sobre la situación actual del SNS en la III Convención de la Profesión Médica.
Según José Ramón Repullo, de la Escuela Nacional de Sanidad, "reducciones del 2 ó 3 por ciento no quitan grasa, quitan músculo y quitan hueso, y destruyen activos que alteran la funcionalidad de los centros", por lo que en su opinión, "la profesión debe ser clara y defender unas líneas de contención".
Pero según los expertos, no todos los problemas son derivados de los presupuestos, y es que la descentralización de la Sanidad sigue estando en el punto de mira. Así lo exponía Luciano Vidán, presidente del COM de A Coruña. "Las CC.AA. no han entendido el carácter cooperativo del SNS, parece que se han confundido con el Parlamento en lo que se refiere a la oposición al Gobierno". Aunque su crítica va también hacía la actuación del Ministerio de Sanidad, que en su opinión, "siempre ha tenido poco interés en aprovechar el SNS como un motor industrial y se ha preocupado sólo de conseguir los medicamentos a bajo precio".
En cuanto a las últimas reformas, tomaba la palabra Juan Luis González, presidente del COM de Huelva. "Hemos sido testigos en los últimos 6 ó 7 meses de una gran cantidad de cambios en el sistema, y no soy capaz de recordar un cúmulo de barbaridades tan grande". Justifica esta afirmación en que las reformas se han hecho de un amanera asimétrica y descoordinada, existiendo ahora no sólo diferencias entre autonomías, sino incluso entre provincias y entre centros, "nadie sabe realmente que está pasando, y esto nos descentra y se transmite a nuestra actividad", haciéndole considerar además que "no existe ningún plan para garantizar la supervivencia de nuestra Sanidad".
La labor de la profesión médica como salvaguarda del sistema
La reflexión de los expertos daba un paso más, y hacía una llamada, no sólo a la crítica externa, sino a la "autocrítica", puesto que según Vidán, "en gran medida hemos llegado aquí por nuestra culpa, tenemos el deber moral de evitar que la grave situación en la que estamos no nos cambie el Estado de Bienestar por el de Beneficencia". Así, su discurso pasaba por ideas como preguntarse no sólo "qué puede hacer el sistema por nosotros, sino nosotros por el sistema", y es que el médico es quien mejor puede detectar todas aquellas bolsas de ineficiencia y hacer una mejor gestión en la realidad del día a día. Además, opinaba que se trata de una responsabilidad moral, puesto que la población, dada la situación social, quizás no esté en las mejores condiciones para luchar por el sistema, pero los profesionales sanitarios no pueden dejar de hacerlo.
Igualmente, en cuanto a un cambio desde dentro, los médicos también ponen en evidencia la necesidad de una profesionalización urgente de la gestión sanitaria, y es que se quejan de la falta de liderazgo de los actuales gestores sanitarios.
Por último, todos los asistentes votaban sobre cuáles deben ser las líneas generales a seguir a la hora de salvaguardar el sistema, mostrándose de acuerdo con una gran mayoría en la necesidad de un Pacto por la Sanidad, la modificación de la financiación autonómica para que los fondos sanitarios sean finalistas, y la creación de una Agencia Estatal que facilite la cooperación entre Servicios Regionales de Salud, todo ello para evitar el actual camino, que consideran nos lleva a una sanidad de "dos vías".
Según José Ramón Repullo, de la Escuela Nacional de Sanidad, "reducciones del 2 ó 3 por ciento no quitan grasa, quitan músculo y quitan hueso, y destruyen activos que alteran la funcionalidad de los centros", por lo que en su opinión, "la profesión debe ser clara y defender unas líneas de contención".
Pero según los expertos, no todos los problemas son derivados de los presupuestos, y es que la descentralización de la Sanidad sigue estando en el punto de mira. Así lo exponía Luciano Vidán, presidente del COM de A Coruña. "Las CC.AA. no han entendido el carácter cooperativo del SNS, parece que se han confundido con el Parlamento en lo que se refiere a la oposición al Gobierno". Aunque su crítica va también hacía la actuación del Ministerio de Sanidad, que en su opinión, "siempre ha tenido poco interés en aprovechar el SNS como un motor industrial y se ha preocupado sólo de conseguir los medicamentos a bajo precio".
En cuanto a las últimas reformas, tomaba la palabra Juan Luis González, presidente del COM de Huelva. "Hemos sido testigos en los últimos 6 ó 7 meses de una gran cantidad de cambios en el sistema, y no soy capaz de recordar un cúmulo de barbaridades tan grande". Justifica esta afirmación en que las reformas se han hecho de un amanera asimétrica y descoordinada, existiendo ahora no sólo diferencias entre autonomías, sino incluso entre provincias y entre centros, "nadie sabe realmente que está pasando, y esto nos descentra y se transmite a nuestra actividad", haciéndole considerar además que "no existe ningún plan para garantizar la supervivencia de nuestra Sanidad".
La labor de la profesión médica como salvaguarda del sistema
La reflexión de los expertos daba un paso más, y hacía una llamada, no sólo a la crítica externa, sino a la "autocrítica", puesto que según Vidán, "en gran medida hemos llegado aquí por nuestra culpa, tenemos el deber moral de evitar que la grave situación en la que estamos no nos cambie el Estado de Bienestar por el de Beneficencia". Así, su discurso pasaba por ideas como preguntarse no sólo "qué puede hacer el sistema por nosotros, sino nosotros por el sistema", y es que el médico es quien mejor puede detectar todas aquellas bolsas de ineficiencia y hacer una mejor gestión en la realidad del día a día. Además, opinaba que se trata de una responsabilidad moral, puesto que la población, dada la situación social, quizás no esté en las mejores condiciones para luchar por el sistema, pero los profesionales sanitarios no pueden dejar de hacerlo.
Igualmente, en cuanto a un cambio desde dentro, los médicos también ponen en evidencia la necesidad de una profesionalización urgente de la gestión sanitaria, y es que se quejan de la falta de liderazgo de los actuales gestores sanitarios.
Por último, todos los asistentes votaban sobre cuáles deben ser las líneas generales a seguir a la hora de salvaguardar el sistema, mostrándose de acuerdo con una gran mayoría en la necesidad de un Pacto por la Sanidad, la modificación de la financiación autonómica para que los fondos sanitarios sean finalistas, y la creación de una Agencia Estatal que facilite la cooperación entre Servicios Regionales de Salud, todo ello para evitar el actual camino, que consideran nos lleva a una sanidad de "dos vías".
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