“El sector farmacéutico debe ser un verdadero protagonista en la recuperación de nuestro país”

Pontevedra (04/12/2014) - A. Villajos

• Lo ha señalado el presidente de Farmaindustria, Antoni Esteve, en el XI Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación celebrado en Pontevedra

• Esteve ha destacado como elementos fundamentales para lograrlo trasladar la percepción que se tiene de industria a la idea de "fábrica de conocimiento", que la actividad del sector farmacéutico no sólo sea medida por el gasto, y traducir todos los esfuerzos en la generación de productos para los pacientes

"Es el momento de que el sector farmacéutico pase a un rol más protagonista en la recuperación del país de la situación que está sufriendo, ya que tenemos la capacidad, las competencias y las ganas de hacerlo". Así lo ha señalado el presidente de Farmaindustria, Antoni Esteve, en el XI Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación celebrado en Pontevedra.

Esteve ha destacado tres elementos fundamentales en los que se debe trabajar para convertirse en verdaderos protagonistas. "En primer lugar, somos una 'fábrica de conocimiento' orientada a la salud y tenemos que saber trasladar la percepción de industria a esta idea de 'fábrica de conocimiento'; en segundo lugar, nuestra actividad siempre se mide por el gasto y es un error grave ser medidos únicamente por este elemento; y tercero, se nos relaciona con intereses de mercado y nuestro mercado real son los pacientes, hacemos esfuerzos que se puedan traducir en la generación de productos para los pacientes".

Por su parte, Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, aprovechaba su intervención en este seminario para hacer un repaso de la situación actual y los principales retos de futuro del sector farmacéutico. "La contribución de la industria farmacéutica en los últimos años a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud ha sido muy importante. De 2010 a 2012 ha habido cuatro reales decretos leyes que han afectado al sector farmacéutico y han permitido la sostenibilidad de las cuentas públicas y el ajuste que necesariamente tenía que hacer nuestro país como consecuencia de las exigencias en materia de déficit público y deuda pública", apuntaba.

Estos reales decretos, explicaba Humberto Arnés, "han llevado a una reducción del mercado farmacéutico en oficinas de farmacia de alrededor del 25 por ciento en tres años. Y si englobamos el mercado farmacéutico hospitalario y el mercado farmacéutico en oficinas de farmacia la reducción del gasto ha sido del 17 por ciento".

Estos ajustes se han hecho con medidas de carácter estructural y han llevado a situaciones que prácticamente se habían olvidado en nuestro país. "El gasto farmacéutico per cápita de 195 euros por individuo y año es un valor similar al que tenía España hace 11 años", señalaba el director general de Farmaindustria. Además, "si medimos el peso del gasto público farmacéutico respecto del PIB estamos por debajo del 1 por ciento, estamos en el 0,9 por ciento de gasto farmacéutico público sobre PIB, este es un indicador que nos sitúa en una posición idéntica a la que teníamos hace 20 años. Y si consideramos otro dato como es el peso del gasto farmacéutico sobre gasto sanitario estamos en algo menos del 15 por ciento, lo que nos sitúa 30 años atrás".

Los ajustes realizados han sido realmente importantes para el sector farmacéutico, de hecho, el 42 por ciento de todos los ajustes que se han hecho en el gasto público sanitario ha correspondido al medicamento. A pesar de ello, más que los ajustes estructurales, lo que realmente ha hecho daño al sector han sido algunas de las medidas que han dificultado el acceso de los nuevos medicamentos a los pacientes "porque eso es negativo, no sólo para la industria, sino para el paciente, para los profesionales sanitarios y para los propios sistemas, porque la innovación hay que entenderla como una inversión, ya que permite reducir costes importantes en los sistemas sanitarios", argumentaba Humberto Arnés. "Esto ha hecho mella en la industria y, de hecho, nuestras inversiones en I+D y en actividades productivas se han ralentizado".

Futuro del sector farmacéutico

Sobre el futuro del sector farmacéutico, Arnés comentaba que ya se observan signos evidentes de que la economía, de forma moderada, comienza a recuperarse y se aprecia también voluntad política de que los sectores industriales tomen un papel protagonista en el desarrollo de las futuras economías europeas. "Se abre una nueva etapa para España y para Europa y se espera que para el Horizonte 20/20 la industria tenga un peso del 20 por ciento de la economía, cuando a día de hoy la industria no representa en Europa más del 14 por ciento, por lo tanto, es importante que en estos seis años seamos capaces de alcanzar ese 20 por ciento". "Somos un sector que todo país querría tener fuertemente implantado, somos intensivos en investigación, exportadores, estamos internacionalizados, y un tercio aproximadamente de la investigación pública en España es biomédica, con lo que la capacidad que tenemos de dinamizar y movilizar la investigación pública es muy importante", apuntaba.

Desde Farmaindustria confían en ser el motor en el ámbito industrial y económico en esta nueva etapa de crecimiento, y para ello hay que equilibrar tres objetivos fundamentales: el primero es que los pacientes tengan acceso a los mejores tratamientos, este es el objetivo último y tiene que ser compatible con que el gobierno pueda sostenerlo; el segundo, la sostenibilidad del sistema; y en tercer lugar, el desarrollo de la actividad profesional. "Es responsabilidad de todos, de la Administración, de los profesionales, de la industria y también de los propios pacientes en el uso correcto del medicamento. Todos tenemos que trabajar conjuntamente", concretaba Humberto Arnés.

Para lograrlo Farmaindustria propone cinco áreas de trabajo: Un escenario económico y regulatorio predecible y estable, que este sector pueda crecer de manera sostenida de forma similar a como lo haga la economía en los próximos años. Esto debe hacerse con medidas compatibles de contención del gasto farmacéutico que sean respetuosas con la innovación.

En segundo lugar, apuestan por una política de precios de acceso alineada con la UE que permita que el paciente reciba los mejores tratamientos y la industria tenga una compensación por esa innovación realizada, lo que significa procedimientos de evaluación de nuevos medicamentos ágiles, transparentes, predecibles y que coloquen al medicamento en el lugar que le corresponde respecto al grupo terapéutico en el que va a actuar. Requiere también de fijación de precios en función del valor que cada medicamento aporta.

En tercer lugar, el apoyo a la investigación y un tratamiento fiscal de la innovación adecuado que permita recompensar el esfuerzo investigador realizado en las compañías; en cuarto lugar, la vertebración del mercado, intentar que en al ámbito del medicamento se puedan tener políticas coordinadas y similares en toda la geografía española; y por último, proporcionar una financiación adecuada al sistema sanitario.