"Al ciudadano no le importa quién gestiona, sino cómo se gestiona"

Ante la intención del Gobierno valenciano de revertir las concesiones administrativas, pide mayor transparencia de los resultados de los centros.

Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 01/02/2016 00:00

Alberto de Rosa, consejero delegado del grupo Ribera Salud. (Enrique Mezquita)

El Gobierno valenciano ha mostrado de forma inequívoca y en múltiples ocasiones su intención de revertir hacia la gestión directa el manejo de las concesiones administrativas sanitarias. En opinión de Alberto de Rosa, consejero delegado del grupo Ribera Salud -con el cien por cien de participación en los departamentos de Torrevieja y Vinalopó; el 96 por ciento en el de la Ribera; y el 35 por ciento en el de Denia-, es fundamental poder explicar más y mejor su labor a la sociedad para mostrar sus ventajas y bondades, además de comparar sus datos con las distintas formas de gestión sanitaria.

PREGUNTA. ¿Sanidad ha contactado con Ribera Salud para exponer su política y voluntad de revertir las concesiones administrativas?
RESPUESTA. Hemos mantenido varias reuniones con la Dirección General de la Alta Inspección Sanitaria y la Secretaría Autonómica, pero en ninguna de ellas se nos ha explicado la política de la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública respecto a las concesiones.

P. ¿Cómo valoran la intención de esa reversión?
R. No entramos a valorar ninguna decisión política. Siempre hemos apostado por la colaboración público-privada, tal y como hacen los países más avanzados del entorno a los que aspiramos a parecernos, para garantizar una asistencia sanitaria del siglo XXI. Por esa razón, siempre hemos reclamado una mayor transparencia en los datos asistenciales, calidad y coste, y llevamos proponiendo desde hace tiempo la creación de un Observatorio que, de forma independiente, estudie las distintas formas de gestión sanitaria y ponga al servicio de toda la sociedad sus conclusiones.

P. ¿Creen que tienen opciones de variar la intención del Gobierno valenciano?
R. No queremos cambiar la idea a nadie. Ahora bien, siempre hemos dicho que al ciudadano no le importa quién gestiona sino cómo se gestiona. Pero en estos momentos creemos que sí debería importarle quién y cómo se gestionan sus servicios sanitarios y ser más transparentes todos los actores del sistema.
Nosotros trabajamos de la mano de las administraciones públicas y nuestros hospitales y departamentos de salud forman parte de la red asistencial pública, tenemos que explicarles directamente a los ciudadanos quién está detrás de sus cuidados para que conozcan todas las ventajas del modelo concesional.

"Distintas universidades de prestigio internacional, reconocidas consultoras e instituciones están poniendo en valor nuestro modelo asistencial"

P. ¿Qué podría hacer Ribera Salud para conseguir un cambio de idea?
R. Datos, datos, datos. Distintas universidades de prestigio internacional (Harvard, Berkeley), reconocidas consultoras (McKinsey) e instituciones (NHS), están conociendo y poniendo en valor nuestro modelo asistencial.

"Es sorprendente que nuestros gobernantes estén preocupados por introducir medidas del siglo pasado que fracasaron en los años 80"

Ofrecemos una sanidad de vanguardia; tan sólo hay que pararse y leer los altos niveles de satisfacción que hemos obtenido entre nuestros profesionales y pacientes, la complejidad de las intervenciones, las listas de espera, los costes, la inversión en innovación...

Los datos hablan por sí mismos, pero tenemos que saber transmitirlo a la sociedad. Y gran parte de ella apuesta y apoya la colaboración público-privada cuando se le ofrece la posibilidad de elegir. Como ejemplo, el modelo Muface que voluntariamente eligen un 80 por ciento de los funcionarios cada año.

P. ¿Cuáles son los puntos fuertes o las bondades del sistema para mostrar que es un error esa reversión?
R. No se trata de demostrar que es un error, pues no es una cuestión de ideología sino de inteligencia. Es sorprendente que nuestros gobernantes estén más preocupados por introducir medidas del siglo pasado, que fracasaron en los años 80, y no estén preparando nuestro Sistema Nacional de Salud para la gran trasformación que se producirá en los próximos años. Transformaciones sobre las que ya se está debatiendo a nivel mundial porque el problema de la sostenibilidad, cronicidad y envejecimiento no son retos exclusivamente locales, son retos globales.

Se deben tomar decisiones pensando en el ciudadano. Estamos ante un tsunami tecnológico, de innovación terapéutica y de nuevos avances del conocimiento científico, que van a poner en jaque lo estrecho de un modelo asistencialista tradicional, basado más en el hospital, para ir dando paso a un nuevo modelo.

Una nueva forma de gestionar la salud, basada en las nuevas tecnologías como soporte a un modelo de prevención de la enfermedad y promoción de la salud, donde los modelos integrados y el trabajo en red son la base.