La realización de auditorías sobre el respeto a la dignidad del paciente, una regulación más estricta en el acceso a las historias clínicas, el establecimiento de protocolos que garanticen la intimidad del enfermo y la petición al paciente de un consentimiento por escrito para permitir que el personal de formación esté presente en su intervención o consulta, son las cuatro recomendaciones que el Defensor del Pueblo ha publicado en su web oficial.
Con estas medidas, la institución da respuesta a las constantes reclamaciones que le llegan de pacientes que "sienten que su paso por el hospital ha conllevado una exhibición excesiva de su intimidad".
Realidad asistencial
El Defensor reconoce que "la realidad de los hospitales" no favorece el respeto a los derechos fundamentales de los pacientes. Asume que los centros tienen, "en su mayor parte,habitaciones compartidas y servicios de Urgencias en los que los habitáculos sólo cuentan con separaciones livianas".
- "La realidad de los hospitales no favorece el respeto a los derechos fundamentales de los pacientes"
Además, pone en evidencia que "cuando se producen episodios de saturación en los servicios hospitalarios de Urgencias, las referencias a enfermos que permanecen en pasillos, expuestos a la visión de terceras personas, o que reciben allí mismo de
viva voz información sobre sus perspectivas de evolución, saltan a los medios". En este sentido, la Consejería de Sanidad de Madrid ha
prohibido el acceso a los hospitales a periodistas y políticos, si no son familiares de pacientes.
Según reconoce la institución, los profesionales sanitarios que trabajan en estos centros "son conscientes de que para superar el problema deben afrontarse dos tipos de medidas: las relacionadas con la estructura física de los servicios hospitalarios (disponer de espacios adecuados para una interlocución confidencial) y las que tienen que ver con la propia sensibilización y cultura corporativa de las estructuras hospitalarias".
Recomendaciones
Así, la primera propuesta para abordar la falta de intimidad pasa por que los centros realicenauditorias "tanto sobre aspectos estructurales como procedimentales, enfocadas a evaluar la realidad de cada centro respecto a estos derechos".
Pero no es la única medida, el Defensor también considera necesario "una regulación más rigurosa de acceso a las historias clínicas por parte de estudiantes o por el establecimiento de protocolos que garanticen la intimidad de los pacientes y la necesidad de recabar su consentimiento informado para permitir que personal en formación esté presente y tome parte en consultas y pruebas médicas".
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