CARTA DE 2.300 INVESTIGADORES, CON 22 NOBELES
EEUU: Más de 2.300 científicos, entre ellos 22 Nobeles, piden a Trump defender la ciencia
Más de 2.300 investigadores, entre ellos 22 ganadores del Premio Nobel, piden al presidente estadounidense, Donald Trump, que defienda y promocione la ciencia y la investigación, y que su Administración no influya con censuras políticas o ideológicas.
José A. Plaza | 01/12/2016 13:58
Parte de la carta que más de 2.300 científicos de Estados Unidos, entre ellos 22 premios Nobel, han remitido al presidente de Estados Unidos Donald Trump. (Union of Concerned Scientists)
La petición llega a través de una iniciativa abierta en la que se pide al nuevo presidente estadounidense que la ciencia "siga teniendo un papel principal en la defensa del bienestar y de la salud pública".Está canalizada a través del grupo Union of Concerned Scientist, fundado en 1969 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Las peticiones de la comunidad investigadora se concretan en cuatro áreas: "Crear una cultura abierta científica en el país; asegurar que iniciativas públicas como el Clean Air Actcontinúan fundamentadas en evidencias científicas; que su Administración se adhiera a estándares científicos de calidad e independientes, y aportar recursos suficientes a los investigadores públicos para realizar su labor".
Las declaraciones de Trump y de su entorno nunca han sido muy favorables a la cienciay, tal y como informa este jueves The Guardian, algunas personas cercanas a su administración tienen un pasado de declaraciones polémicas en el ámbito científico, negando el cambio climático, defendiendo recortes públicos y dudando de hallazgos vinculados con la genómica.
Los investigadores firmantes le ven las orejas al lobo. La carta de la comunidad científica pide literalmente que los investigadores "puedan desarrollar y compartir sus estudios de forma libre, sin censura ni manipulación política o ideológica".
Según añaden, el científico debe poder, "sin miedo a represalias, desarrollar su trabajo sin interferencias políticas o del sector privado; comunicar sus hallazgos a sus colegas y al Congreso; publicar sus estudios y compartirlos con la comunidad científica; y tener la garantía de que la información científica que surja del Gobierno es precisa y rigurosa".
Como recuerda The Guardian, esta iniciativa tiene predecentes. En 2004, un grupo de investigadores divulgó un comunicado en el que expresaban su preocupación por lo que consideraban "interferencias políticas en ciencia" de la Administración del por entonces presidente George Bush.
En todo caso, esta precedente no se dirigía, como al ectual, expresamente al presidente y a las cámaras legislativas estadounidenses, ni aglutinaba tanta cantidad de investigadores.
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