REGULACIÓN HOMOGÉNEA
Los colegios diseñan su plan para atajar la “invisibilidad” del tutor
La Vocalía de la OMC celebrará una primera reunión nacional en enero. Elaborar un censo y crear grupos de trabajo, primeros objetivos de Feliu.
Francisco Goiri. Madrid | fjgoiri@diariomedico.com | 12/12/2016 00:00
Apenas un mes después de su puesta en marcha oficial, la Vocalía de Médicos Tutores y Docentes de la Organización Médica Colegial (Premio Mejores Ideas 2016 de DM) ha perfilado ya la hoja de ruta que, según su titular, Francesc Feliu, "debería permitir que el tutor MIRsuperase su actual invisibilidad oficial y tuviera el reconocimiento que merece".
El primer paso (que debería cerrarse este mes) es que cada uno de los 52 colegios provinciales designe un representante oficial -"nombrado por el presidente y con voz y voto en la junta directiva"- del colectivo docente. Una vez designados esos 52 representantes, Feliu quiere convocar a mediados de enero una primera reunión nacional con dos ideas centrales:"Sentar las bases para elaborar un censo completo y detallado de los tutores MIR que ejercen en el SNS" y constituir sendos grupos de trabajo para abordar todos los problemas del colectivo.
Regulación homogénea
Entre los temas clave, que serán objeto de un grupo de trabajo propio, Feliu cita "la definición de un tiempo específico para la docencia, el establecimiento de un sistema reglado y homogéneo de méritos (profesionales y económicos) para el reconocimiento de la labor docente, la creación de una titulación académica propia, los efectos y consecuencias de la inminente troncalidad...".
Entre los temas clave, que serán objeto de un grupo de trabajo propio, Feliu cita "la definición de un tiempo específico para la docencia, el establecimiento de un sistema reglado y homogéneo de méritos (profesionales y económicos) para el reconocimiento de la labor docente, la creación de una titulación académica propia, los efectos y consecuencias de la inminente troncalidad...".
- "Urge un plan de formación para el tutor homogéneo, con criterios consensuados con las sociedades, una acreditación revisable y una evaluación por parte de los residentes”
Todo ello se resume, según el titular de la Vocalía, en "la urgente necesidad de articular una regulación detallada y homogénea en todas las autonomías,porque el primer paso para que se reconozca nuestra labor es definir un corpus de derechos y obligaciones inherentes a ella". La única regulación -"y ésta tangencial y mal desarrollada"- es la que recoge el decreto formativo del residente (el 183/2008), que, nueve años después de su aprobación, sólo han desarrollado seis autonomías (Castilla y León, La Rioja, Cataluña, País Vasco, Extremadura y Canarias) "y de forma muy heterogénea".
Como ejemplo de esa disparidad normativa autonómica, Feliu apunta que sólo dos de esas comunidades (País Vasco y Cataluña) "han fijado alguna compensación económica para el tutor", y que "ninguna coincide en el porcentaje de la jornada laboral que tutores, docentes y jefes de estudio MIR pueden dedicar específicamente a la docencia". Sobre este punto, el vocal nacional de la OMC reconoce que "es difícil fijar un tiempo estándar, porque cada comunidad, cada hospital y cada servicio tienen su idiosincrasia, pero debería haber un tiempo mínimo homogéneo en todo el SNS que el tutor pudiera dedicar sólo a sus labores docentes".
Otro aspecto clave "que no está regulado y, a veces, ni siquiera contemplado", es la formación de los formadores. "Algunos servicios de salud establecen requisitos muy genéricos para dedicarse a la tutorización [ser especialista en activo, tener un mínimo de años de experiencia laboral, tener el título de doctor...], pero hay que diseñar un baremo con criterios académicos, acordado con las sociedades científicas, homogéneo en todo el SNS, con una acreditación revisable cada 4 ó 5 años y con un plan paralelo de evaluación y calificación por parte de los MIR que tiene asignados cada tutor".
Y para convencer a la Administración del papel capital del tutor, el primer paso "es que nosotros nos lo creamos; es decir, que los colegas y jefes servicio de las unidades docentes le den a nuestra labor la importancia que tiene, de manera que esto no sea un pulso constante y agotador entre la asistencia y la docencia".
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