miércoles, 8 de febrero de 2017

El farmacéutico hospitalario, aliado del médico en la personalización del tratamiento inmunosupresor - Sociedades Científicas - Elmedicointeractivo.com

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El Médico Interactivo

El farmacéutico hospitalario, aliado del médico en la personalización del tratamiento inmunosupresor

En el seguimiento del paciente trasplantado son claves el control de la variabilidad en los niveles en sangre de los fármacos inmunosupresores, el ajuste posológico y la adherencia al tratamiento
En la I Jornada Nacional APORTA, con el aval de la SEFH y la SET, se destaca el objetivo de que cada hospital con una unidad de trasplante tenga un farmacéutico con dicha especialización


Madrid ha acogido la Primera Jornada Nacional APORTA sobre trasplante para farmacéuticos hospitalarios, organizada por Astellas Pharma con el aval de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la Sociedad Española de Trasplante (SET). La finalidad de la Jornada ha sido formar sobre inmunosupresión al farmacéutico hospitalario e impulsar su papel colaborativo y complementario al del médico en el seguimiento del paciente trasplantado. Una formación que también tiene como objetivo que, en una primera instancia, cada hospital con una unidad de trasplante pueda contar con un farmacéutico con dicha especialización.
El presidente de la SEFH, moderador y ponente en la Jornada, el Dr. Miguel Ángel Calleja, explica por ello que “estamos trabajando mucho desde nuestra Sociedad para lograr este cambio de paradigma. Al igual que en cada farmacia de hospital hay un experto en el área de oncología, nosotros entendemos y queremos que exista un experto en el área de trasplante, que hoy por hoy es poco frecuente. Aunque somos conscientes de que para aportar también debemos formarnos lo mejor y lo más extensamente posible”, señala.
A su juicio, el farmacéutico hospitalario puede aportar su experiencia y conocimiento en la personalización del tratamiento que recibe el paciente, mediante el ajuste adecuado de la dosis a cada persona, la detección de la variabilidad en los niveles en sangre de los inmunosupresores, el control de las interacciones con otros fármacos e incluso en saber cómo reaccionará la persona trasplantada ante un determinado tratamiento antes de administrárselo gracias a su formación en Farmacocinética y Farmacogenética.
“Es un trabajo complementario al del médico, que ponemos a su disposición y que nos permitirá aprovechar sinergias”, añade el especialista, quien destaca que son “aliados” tanto del paciente como del médico: del paciente, a la hora de mejorar el conocimiento que tiene sobre la medicación que recibe y ayudarle en su correcta toma, y del médico, en la personalización del tratamiento y en el conocimiento de si su paciente sigue correctamente las instrucciones.
Todo ello redundará finalmente en un mejor seguimiento del paciente, una mayor adherencia y, por último, unos mejores resultados tanto en un sentido clínico, “para evitar el rechazo del órgano trasplantado y mejorar la supervivencia”, como en un sentido humanístico, “para que el paciente perciba que se encuentra mejor”.

Real World Data o estudios basados en pacientes reales

La formación sobre inmunosupresión que se ha dado durante la Jornada APORTA ha incluido también el análisis de los principales resultados de los Real World Data (RWD) más amplios realizados en España sobre trasplante renal y en Europa sobre trasplante hepático y que están demostrando que el uso de tacrolimus de liberación prolongada (ADVAGRAF) en ambos trasplantes podría mejorar la supervivencia de los órganos trasplantados. Según explica el Dr. Lluís Guirado, jefe de la Unidad de Trasplante Renal de la Fundación Puigvert (Barcelona) y ponente en la Jornada APORTA, el fármaco “mejora la adherencia al tratamiento y tienen menor variabilidad en los niveles del fármaco en el organismo, favoreciendo por ello una mejor supervivencia del paciente y del injerto”. 
Estos estudios observacionales basados en datos reales obtenidos de la práctica clínica diaria proporcionan, tal y como explica el Dr. Guirado, “una visión complementaria y muy útil de la que nos dan los ensayos clínicos convencionales. En estos últimos, la selección de pacientes es muy estricta y suele tener condiciones más óptimas que las que se encuentra el médico en el día a día”. El valor de los RWD se basa por tanto en que aportan un número mucho mayor de pacientes y describen qué ocurre en la totalidad de los mismos, tanto en los que habrían podido ser seleccionados para un ensayo clínico como los que no.
En concreto, el RWD que ha analizado los datos del Registro Europeo de Trasplante Hepático (ELTR) ha concluido que ADVAGRAF ha mejorado la supervivencia del paciente y del injerto hepático entre un siete y un ocho por ciento a los tres años del trasplante. El ELTR es el registro independiente sobre trasplante de hígado más extenso de Europa, ya que recoge el 9 por ciento de la información generada por 153 centros de 27 países europeos que realizan este tipo de intervención. En este estudio se recogieron los datos de 4.367 pacientes, y los resultados se han publicado en el ‘American Journal of Transplantation’ (AJT).
Por ello, “descubrimos que cuando en la práctica clínica habitual no seleccionamos a los pacientes, ADVAGRAF mejora la supervivencia de paciente e injerto en trasplante hepático”, apostilla el especialista. El Dr. Guirado es el autor de los estudios EVOLUTION y REVOLUTION, realizados en práctica clínica habitual, en los que han participado 1.800 pacientes pertenecientes a 22 Unidades de Trasplante Renal en España. “No conozco otros estudios RWD de intervención farmacológica en inmunosupresión tan grandes en nuestro país”, afirma. 
“Cuando analizamos las razones por las que se pierden riñones trasplantados, una de las principales causas es porque el paciente no toma correctamente la medicación”, explica el Dr. Guirado. En este sentido, se ha visto que la formulación prolongada, que permite la toma de la medicación una vez al día, facilita la adherencia. Esta formulación consigue además una mayor estabilidad de las concentraciones del fármaco a lo largo del día, evitando los picos sanguíneos, que son los más tóxicos para el riñón. 
“Hemos visto, con tres años de seguimiento, que la función renal permanece muy estable, ello es debido a que una correcta toma del tratamiento permite que la variabilidad en sangre del fármaco sea menor lo que repercute en la supervivencia del injerto”.
El Dr. Guirado ha sido uno de los ponentes que, como especialista en trasplante renal, ha intervenido en la formación facilitada en la Jornada APORTA, durante la que también se han visto las sinergias y complementariedades entre la interacción del farmacéutico y el clínico, así como nuevas fórmulas para potenciar la investigación colaborativa trasplante-farmacia.

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