XX CONGRESO NACIONAL DE HOSPITALES Y GESTIÓN SANITARIA
La sostenibilidad y la eficiencia en los procesos marcan la hoja de ruta de los gestores
Clara Simón Vázquez | 17 - Febrero - 2017 15:00 h.
Del 29 al 31 de marzo Sevilla acogerá el XX Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, el encuentro nacional sobre hospitales y gestión sanitaria donde se darán cita los profesionales interesados en la gestión sanitaria para abordar los temas que más preocupan. Tal y como comenta a EL MÉDICO, Manuel Huerta, presidente del congreso, en el día a día de un gestor hospitalario hay dos bandejas de asuntos: los urgentes y los verdaderamente trascendentes. “Nuestro reto es precisamente lograr el equilibrio que permita atender lo urgente sin dejar de preocuparse y, sobre todo, de ocuparse por lo importante y menos inmediato. Partiendo de esa premisa, el tema de la sostenibilidad y la eficiencia en los procesos y recursos es sin duda uno de nuestros objetivos fundamentales, como lo es también la incorporación de la tecnología para la mejora de esa eficiencia, así como de la atención recibida por pacientes y familiares. Asimismo, otra cuestión que nos preocupa y nos ocupa es la mejora de la coordinación con otros niveles asistenciales para una eficaz y adecuada respuesta al paciente”.
Experiencias gratificantes
Y es que en los últimos años se han conseguido implantar experiencias innovadoras de gestión hospitalaria que están generando resultados muy positivos en la eficiencia de los procesos, acompañamiento al paciente crónico, información a familiares, trato humano y atención personalizada, imagen percibida y experiencia de paciente, y muchos otros ámbitos en los que la tecnología está ofreciendo grandes oportunidades de mejora. Por eso, el reto como Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), y los congresos son una de las herramientas fundamentales para ello, es dar a conocer esas prácticas y lograr que sean cada vez más extendidas y formen parte de una estrategia global de mejora de la gestión desarrollada por profesionales con las competencias adecuadas para ello.
En este contexto, el presidente de SEDISA, Joaquín Esteve, comenta que el congreso supone un punto de encuentro importantísimo, así como de actualización y análisis. Es la cita de referencia sobre gestión sanitaria en nuestro país. Se convierte en un networking e intercambio de experiencias junto a la formación y actualización de conocimientos y habilidades directivas. Además, se trata de un foro muy importante para poner en valor la función y labor que ejercen los directivos de la salud, así como la aportación al sector, a la sociedad y a los pacientes de una gestión sanitaria de calidad y eficiente.
Líneas claves
Así, durante las jornadas del congreso se van a tratar cinco líneas temáticas, que desarrollarán a través de diferentes formatos de presentación, como conferencias, mesas redondas, foros, entrevistas a fondo o conversaciones cara a cara. La primera se centra en la mejora de la experiencia asistencial, un concepto que cobrará gran trascendencia en el futuro y que está directamente ligado con la percepción del sistema por parte del usuario. Según Manuel Huerta, la experiencia asistencial es un concepto que entronca con la atención que el paciente recibe antes, durante y después de su ingreso o contacto con el hospital, y abre nuevos escenarios o retos a los que debemos responder desde la gestión. La cronicidad es una de las cuestiones claves para el futuro del sistema sanitario, en un contexto de envejecimiento progresivo, avance en los tratamientos y aumento de las pluripatologías y las enfermedades crónicas. También se detendrán en la financiación y la sostenibilidad del sistema, una encrucijada por el aumento de la demanda y la necesidad de hacer un uso muy eficiente de los recursos públicos. Se hablará de investigación y transferencia de conocimiento, también en un entorno aparentemente contradictorio, de limitación de la inversión pero de demanda constante de innovación. Y finalmente se discutirán aspectos relativos a la profesionalización de la función directiva, las competencias requeridas para sus atribuciones y algunas cuestiones de actualidad como la gestión de conflictos o la medición de resultados.
Financiación garantizada
Mariano Marín, miembro del Comité Local, apunta que la selección de temas se ha llevado a cabo por el presidente del congreso y las sociedades organizadoras, SEDISA y la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), junto con un comité local de nueve personas que han valorado los temas más inquietantes desde anteriores congresos, reuniones y bibliografía. Desde su punto de vista, a los gestores les preocupan demasiados temas, tanto que a veces hacemos una regulación de nuestro tiempo demasiado agotadora. Pero, sin duda, lo más importante es conseguir tener presente en todas las decisiones de los gestores las expectativas de la ciudadanía. En este contexto, el experto añade que la financiación de los servicios de salud debe estar garantizada y los diferentes estamentos políticos deben tener la sensibilidad para trabajar en esta línea. No menos importante es establecer criterios con evidencias que faciliten la financiación según resultados de salud obtenidos, sobre todo a la hora de incorporar nuevos fármacos y nueva tecnología, donde la renovación tecnológica debe convivir junto con alternativas que permitan otro tipo de hospitalización como la domiciliaria.
Tecnología
Manuel Huerta coincide con su colega al señalar que en los próximos cinco años las miradas se dirigen a la incorporación de la tecnología para mejorar la eficiencia en la gestión, pero también para mejorar la experiencia de usuario y para hacer una medicina más humana y empática, que empodere y otorgue mayor autonomía al paciente. En este sentido, apunta que “la inteligencia hospitalaria que necesitamos es también inteligencia emocional. Las demandas que nos trasladan los pacientes son cada vez más de información, de coordinación, de atención, de cuidado en el detalle. Por ahí debemos avanzar”.
Y es que hay que pasar de un sistema que es esencialmente curativo a un sistema que además cuide y que, sin renunciar a los avances terapéuticos, responda a una realidad poblacional y demográfica diferente a la que teníamos hace dos décadas. Por eso, la integración de las estrategias sanitarias y sociales es, sin duda, uno de los grandes retos de futuro. La prevalencia de enfermedades crónicas y de dependencia requiere una atención integrada, más centrada en las necesidades de las personas, capaz de coordinar perfectamente los servicios sanitarios y sociales.
Enfoque comunitario
En esa línea, Jesús Sanz Villorejo, presidente de ANDE, dice que se debe huir del hospitalocentrismo y de centrarse en exceso en la curación de eventos agudos en centros hospitalarios. Desde una perspectiva de salud enfocada hacia el bienestar y la autonomía, es necesario dirigirse a un enfoque comunitario, en los procesos de rehabilitación y en los cuidados de larga duración. De esa forma, la asistencia integral del paciente no será posible si se desconoce previamente las necesidades de las personas y sus problemas de salud, por lo que el sistema debe trabajar para identificar, entender y priorizar estas necesidades. Este diagnóstico obligará a reorganizarse para poder ofrecer servicios integrados y unificados que coordinen de manera eficiente los servicios sanitarios y sociales.
Otro reto es cuantificar, analizar e interpretar los resultados en salud que generan las diferentes intervenciones sanitarias (procedimientos, tratamientos, técnicas, productos, etc.) en condiciones de práctica habitual, que será decisivo para una toma de decisiones acertada y razonable por parte de los gestores, al proveerles de información sobre cómo se comportan los criterios analizados y evaluados, en las condiciones de la práctica rutinaria habitual.
Profesionalización
En este punto, Manuel Huerta, recuerda que desde su creación, la misión de SEDISA ha sido la profesionalización de los directivos de la salud y de la gestión sanitaria, algo fundamental para asegurar la calidad asistencial, la sostenibilidad del sistema y el liderazgo hacia la evolución y transformación que el modelo requiere con urgencia. Para ello, además de insistir en cualquier foro posible sobre esta idea, y generar documentos específicos sobre la materia, desarrollan numerosas actividades de formación y de información. “Tenemos un Máster Universitario en Gestión y Planificación Sanitario, colaboramos con otros másteres y programas, y promovemos la investigación y la transferencia de conocimiento”.
Los congresos son una ayuda en este sentido porque, tal y como detalla Joaquín Esteve, la asistencia a estas reuniones es muy positiva; tanto desde el punto de vista territorial, como de Sanidad pública y privada y de los diferentes perfiles que existen en los puestos de gestión sanitaria y directivos de la salud. En este sentido, “el congreso ha tenido un crecimiento muy importante en cuanto a número de inscripciones y comunicaciones presentadas, de forma que en la edición número 20 esperamos que las cifras superen las que hemos tenido en ediciones anteriores”.
Sostenibilidad
En cuanto a la sostenibilidad, el presidente del comité organizador del congreso sostiene que es uno de los grandes retos de la gestión sanitaria. El incremento de la demanda, por el envejecimiento de la población (cada vez más gente necesita más cuidados), unido al avance y encarecimiento de los tratamientos, “provoca tensiones sobre la sostenibilidad, que hacen que debamos medir muy bien la costo-eficacia de nuestras actuaciones. De entrada, como profesionales y como sociedad debemos asumir que dar la atención más cara no tiene por qué significar dar la mejor atención, al contrario, puede significar dar la atención menos personalizada, además de la más insostenible económicamente”, apunta.
Hay que destacar que los objetivos de salud pública y sostenibilidad en muchos casos convergen. Así, para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas y para al mismo tiempo hacer más sostenible el sistema, se debe apostar por la prevención y el diagnóstico precoz, sin olvidar una atención más integrada y coordinada de personas con patologías crónicas. “Necesitamos, como sociedad y como ciudadanos, implicarnos en nuestra propia salud. Lo que significa cuidarnos más para estar más sanos”
Atención a crónicos
La cronicidad preocupa a los gestores, ya que el envejecimiento de la población manda en este asunto. Cronicidad, vejez y dependencia van unidas de la mano en la atención a enfermos agudos.
Jesús Sanz Villorejo apunta que existe una dilatada experiencia tanto internacional como en nuestro sistema sanitario que permite identificar las cosas que están funcionando en la atención de crónicos, entre las que se destaca:
• La integración asistencial de todas las organizaciones sanitarias; hospitales, Atención Primaria y servicios sociales.
• La identificación de la población según la complejidad y comorbilidad.
• El desarrollo de programas específicos dirigidos a crónicos y pluripatológicos a través de Planes de Intervención Poblacional.
• Llevar a cabo una gestión proactiva de las patologías complejas.
• Mejorar la capacitación de los profesionales para la gestión y coordinación de los recursos.
• Fomentar el liderazgo y la coordinación en los equipos.
• Realizar alianzas con los agentes e instituciones participantes en el proceso.
• Apoyar la continuidad asistencial, con el autocuidado, potenciando la autonomía y la promoción de la salud y previniendo complicaciones secundarias.
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