Los senadores aprobaron despenalizar el aborto en caso de riesgo de vida para la madre, inviabilidad del feto y violación.
El senado chileno aprobó esta madrugada despenalizar el aborto terapéutico y en caso de violación, dejando al emblemático proyecto impulsado por la presidenta Michelle Bachelet a un paso de convertirse en ley.
Tras horas de tenso debate y más de dos años de tramitación, los senadores aprobaron despenalizar el aborto en caso de riesgo de vida para la madre (20 votos a favor, 14 en contra), inviabilidad del feto (19 contra 14 ) y violación (18 contra 16).
El proyecto pasa ahora a la Cámara de Diputados, donde podría lograr su sanción y quitar a Chile de una ínfima lista de países que no permiten el aborto en ningún caso.
"Se aprobaron las tres causales que es la principal lucha (...) es un gran aporte a la historia de Chile", dijo Claudia Dides, vocera de la Corporación por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Miles), minutos después de concluida la votación que despertó aplausos por los defensores del proyecto que asistieron a las gradas del Congreso.
El debate continuaba para definir puntos clave del proyecto, como el alcance de la objeción de conciencia y la participación de los padres en caso de menores, entre otros.
A cuatro meses de las elecciones que elegirán a su sucesor, la mandataria resolvió ponerle "suma urgencia" al documento, para asegurar su tramitación antes de que culmine su mandato en marzo de 2018.
Más temprano se logró saldar el primer escollo rumbo a la votación al rechazarse por un voto de diferencia una propuesta del presidente del Senado, el oficialista Andrés Zaldívar, que buscaba no considerar legalmente como un aborto la intervención médica para interrumpir el embarazo en caso de riesgo de la madre.
La movida de Zaldívar -de la Democracia Cristiana- "fue una traición al gobierno de la presidenta", dijo Claudia Dides.
La discusión había arrancado a las 4 de la tarde de ayer (hora local), manteniendo el tono polémico y polarizado que tuvo desde su llegada al Congreso.
"Es un acto de crueldad no permitir que las mujeres decidan. Soy partidario que siempre una mujer pueda decidir sobre su vida", lanzó el senador oficialista Guido Girardi, en su primera intervención.
En las antípodas, la senadora derechista Ena Von Baer dijo que "el niño que está por nacer no es una cosa, es un ser humano y tiene los mismos derechos y dignidad de la madre".
La derecha opositora anunció que enviará el proyecto a revisión del Tribunal Constitucional, al considerar que vulnera la protección del niño que está por nacer.
Durante la discusión, activistas religiosos debieron ser desalojados del recinto por la Policía al interrumpir la discusión con gritos contrarios a la despenalización del aborto.
Un largo camino
Desde que Bachelet lo impulsó en enero de 2015, cuando contaba con altos índices de popularidad que fueron cayendo con el transcurso de su segundo periodo de gobierno, el proyecto fue objeto de un fuerte rechazo por parte de sectores conservadores.
La larga discusión parlamentaria ha sido un camino más que pedregoso, ante el intento de parlamentarios conservadores de ponerle trabas al proyecto, como la extensión de la "objeción de conciencia" para todo el equipo médico en vez de solo el facultativo principal actuante, como estaba establecido en el proyecto original.
También, rebajar de 18 a 14 semanas el tiempo de embarazo permitido para abortar en caso de violación, entre otras indicaciones.
"Estamos viendo que todas estas modificaciones van a complicar la implementación final de la ley", dice Dides.
Oficialmente en Chile se registran unos 30.000 abortos provocados o espontáneos, pero se baraja que las interrupciones clandestinas podrían estar cerca de las 160.000.
Hasta 1989 y por más de 50 años, el aborto estuvo permitido en Chile en casos de peligro para la madre o inviabilidad del feto. Pero antes de dejar el poder, el ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990) lo prohibió, manteniéndose esa decisión inalterada durante más de dos décadas.
La prohibición dejó a Chile en la escueta lista de países que no permite el aborto en ningún caso.
En Twitter, la consigna #apoyo3causales se transformó en tendencia principal en Chile en apoyo al proyecto de Bachelet.
Pediatra de profesión que impulsó en su anterior mandato (2006-2010) la entrega de la "píldora del día después", Bachelet volvió a desafiar con esta medida a los grupos conservadores, en sintonía con la mayor parte -un 70% según sondeos- de la población chilena que aprueba la iniciativa en las tres causales mencionadas.
Fuente: Clarín
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