Objetivo: impregnarlo todo de la relación médico-paciente

El Foro de la Profesión Médica ha presentado la iniciativa para pedir formalmente a la Unesco que se reconozca la relación médico-paciente como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que su promoción y defensa suponga un revulsivo para la sanidad.

Nuria Monsó. Madrid | 12/07/2017 14:23

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Integrantes del grupo de trabajo del Foro de la Profesión Médica que está trabajando en el reconocimiento por parte de la Unesco de la relación médico-paciente como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. (OMC)

Los médicos van a pedir a la Unesco que se reconozca su relación con el paciente como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El objetivo de esta iniciativa, en la que el Foro de la Profesión Médica lleva trabajando desde hace un año y que hoy han presentado ante la prensa, es potenciar los valores y beneficios que implica esta relación, aunque deba adaptarse ante las nuevas circunstancias, y protegerla de diversas amenazas como las presiones administrativas, tecnológicas, económicas y políticas, entre otras.

O en palabras de Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) y del Foro, "impregnarlo todo de la relación médico-paciente", tanto lo asistencial como en lo formativo, etc. "Todos los congresos científicos, el grado, los nuevos programas MIR... deben tener en cuenta este tema, esencial para el ejercicio médico".

Patricio Martínez, antiguo secretario de CESM, que por 2009 empezó a gestar el proyecto, y coordinador de la iniciativa, ha explicado que los beneficios de la relación médico-paciente, que supone "el equilibrio entre el conocimiento del médico y la confianza que deposita en él el enfermo", se resumen en que esta relación supone la mejora del bienestar de los pacientes y la reducción de su sufrimiento.

Pero sobre todo Martínez en su intervención ha hecho hincapié en las distintas amenazas a esta relación, como la excesiva tecnificación de la Medicina y la imposición de la eficiencia económica sobre la eficacia asistencial, lo que por ejemplo se plasma en la imposición de agendas en atención primaria que apenas dejan tiempo para atender a los enfermos.

Para conseguir este reconocimiento oficial, es necesario implicar al Gobierno de España, porque es el Ejecutivo, y no el Foro, quien debe presentar formalmente esta petición, y previamente esta relación debe ser reconocida a nivel nacional como Patrimonio Cultural. Según ha explicado Romero, la OMC está colaborando estrechamente con su equivalente en Portugal, que está trabajando en una iniciativa propia, y también se va a pedir apoyo en el ámbito iberoamericano, europeo e incluso mundial.

Miguel Ángel García, coordinador de estudios de CESM y uno de los autores del primer documento que resume una primera aproximación de la relación médico-paciente a lo largo 38 siglos de la Historia, ha señalado que entre el reconocimiento español primero, y el de la Unesco después, el proceso podría alargarse "tres años, seguramente más".

Pero los portavoces de la iniciativa han querido dejar claro que lo que les importa no es tanto la meta como el camino: que todo el proceso suponga un revulsivo para la profesión, ya que "la gestación de la iniciativa debe contener, entre otros aspectos, medidas concretas de protección y promoción", ha explicado García.

En ese sentido, Martínez ha apuntado que "sería muy complicado para la Administración seguir haciendo determinadas prácticas que sigan perjudicando a esta relación" y por otro lado, pretender promocionarla.