Afectadas por 'Essure' piden a Sanidad voz en el protocolo

Remiten una carta a la ministra en la que solicitan participar en el proceso de diseño de la guía clínica para retirar el implante.

Diego Carrasco | 25/01/2018 00:00

Autor: DM

Los daños y perjuicios ocasionados por el anticonceptivo Essure, comercializado y retirado del mercado por Bayer, a cientos de mujeres son patentes y objetivos. De ahí que se haya constituido la Plataforma Libres de Essure, de España, que representa a un colectivo de más de 1.200 mujeres afectadas por dicho implante. Este colectivo ha remitido una carta a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, tras tener conocimiento del proyecto de protocolo clínico de retirada de dicho implante.

En la misiva, a la que ha tenido acceso DM, se pide a Sanidad "la participación de las afectadas en el proceso de diseño y elaboración de dicha guía clínica, porque conocemos lo que este anticonceptivo ha provocado en nuestros cuerpos, contamos con la experiencia suficiente de ser portadoras y nadie mejor que nosotras para relatarlo".

Por tanto, desde la Plataforma se insta al Ministerio de Sanidad a que "forme una comisión mixta con representantes del Gobierno, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, la empresa comercializadora del implante y las afectadas para negociar y establecer un mecanismo de arbitraje u otro de obligado cumplimiento".

En la carta también se recoge cierto temor a que suceda como en la actual comisión que está elaborando el borrador del baremo de daño sanitario, en el que "los pacientes, hasta la fecha, están completamente ausentes". Consideran que "el Sistema Nacional de Salud y los servicios autonómicos de salud deben hacerse cargo de todos los gastos necesarios para la retirada del anticonceptivo y la asistencia sanitaria posimplante".

Sin información

Cipriano Castreje, abogado de la Plataforma, ha manifestado a este periódico que "las afectadas tienen derecho a la reparación integral del daño causado, pues no recibieron información alguna sobre su estado de salud".

Desde un punto de vista jurídico "Essure es un producto sanitario defectuoso. Es inexplicable cómo se pudo aprobar y tolerar durante tanto tiempo en el mercado, dado el gran desequilibrio entre el beneficio y el riesgo".

Para Castreje, lo que procede es que "sea el fabricante o el distribuidor los que indemnicen a cada una de las víctimas sin que se les obligue a litigar". En este sentido, apunta que todas las afectadas están dispuestas a sentarse con la Administración o el distribuidor para llegar a un acuerdo para la reparación del daño causado y de los gastos actuales y futuros".