"El reto más interesante es el ambiente innovador en que se mueve la medicina actual"
La trayectoria de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo se remonta al año 1968. Desde entonces, su directiva y su equipo docente buscan la adquisición de habilidades prácticas y la capacitación en la vida sanitaria de sus alumnos, todo ello, según su decano, Alfonso López-Muñiz, “sin abandonar las competencias básicas de conocimiento”.
El principal objetivo del grado de Medicina de la Universidad de Oviedo es, en palabras de su decano, Alfonso López-Muñiz, "formar los profesionales que la sociedad nos reclama, buscando que nuestros futuros médicos destaquen por su excelencia". Al mismo tiempo, prosigue, "la facultad busca ser dinamizadora de la vida académica e investigadora en el ambiente sanitario, contribuyendo a mantener la Sanidad Asturiana, y por ende la española, en la élite". Para conseguirlo, cuentan con la mejor materia prima, sus alumnos, a los que López-Muñiz califica de "excelentes, ejemplares, con un alto compromiso y entrega vocacionales".
A través del programa Erasmus, unos 50 alumnos de universidades extranjeras cursan estudios en la Facultad. También existen otros estudiantes extranjeros dentro de convenios específicos con universidades americanas y asiáticas. Sin embargo, tal y como lamenta el decano, "las características de los estudios de Medicina, con su alto grado presencial y contenido práctico, nos impiden responder a la alta demanda de estudiantes extranjeros que desearían venir a nuestro centro".
Reconocimiento social
Pese a su alta nota de corte, la duración de los estudios y la obligatoriedad de especializarse y de realizar una residencia, la de Medicina sigue siendo una de las carreras más demandadas en nuestro país. ¿Qué cree López-Muñiz que la hace tan atractiva? "Sin duda, el reto de tratarse de unos estudios altamente cualificados". Para el decano, se trata de estudiantes "muy vocacionales, con ganas de aportar y ayudar a mantener la salud de los demás". "En las encuestas que hemos realizado a nuestros egresados prosigue, algunos de ellos también hacen referencia al alto grado de empleabilidad y al reconocimiento social de la Medicina como motivaciones a la hora de escoger estos estudios".
La trayectoria de la Facultad arranca casi 50 años atrás, un know-how que para su decano actual favorece "el reconocimiento de la Facultad dentro y fuera de nuestras fronteras". Y aún hay más: "Nuestros egresados ocupan cargos de responsabilidad en prestigiosos hospitales y organismos internacionales del mundo y nuestro profesorado goza de un merecido reconocimiento nacional e internacional".
La innovación como reto
López-Muñiz opina que "es posible" que el mayor reto del médico hoy en día sea "en muchas ocasiones el exceso de carga asistencial". Para los médicos jóvenes, afirma, es "la búsqueda de un trabajo estable que, tras 10 u 12 años de formación, le permita superar la precariedad laboral". Sin embargo, prosigue, el reto más interesante "es el ambiente innovador en que se mueve la medicina actual, resultando casi imposible estar al día de los cambios en los que estamos inmersos con la continua aparición de nuevas metodologías, pruebas diagnósticas, tratamientos, etc. Esto también llevará a un problema básico que será la priorización de los recursos".
¿Cómo prepara la facultad a los profesionales que nutrirán el sector? "Sin abandonar las competencias básicas de conocimiento, buscamos la adquisición de habilidades prácticas y capacitación en la vida sanitaria", destaca el decano. Para ello, el centro ha incrementado las enseñanzas prácticas con un sexto curso formado exclusivamente por un rotatorio clínico, donde el alumno está absolutamente integrado en el mundo sanitario, siendo considerado como un R0. Y es que, para López-Muñiz, "solo desde la integración, el estudiante de Medicina puede adquirir capacidades como el trabajo en equipo y profesionalización, las habilidades de comunicación con otros miembros del equipo de salud; comunicación con los pacientes, sus familias y el entorno social en el que estén integrados y capacidad para conocer el sistema sanitario con habilidades de gestión clínica, no solo en los procedimientos, sino también en el coste real de los mismos".
Preguntado acerca de si las nuevas tecnologías promoverán cambios en la enseñanza de la Medicina, el decano argumenta que "antes la enseñanza se basaba únicamente en los contenidos, o en prácticas para desarrollar esos contenidos, mientras que, hoy, el acceso a los contenidos tiene infinitos caminos". Para López-Muñiz, "las grandes plataformas de la información, el Big Data, permiten al médico dirigirse hacia el paciente y al paciente hacia el médico; existen páginas de acceso de la información "The internet in real-time", con miles de entradas de información por segundo de cualquier tema médico, así como aplicaciones que enseñan de modo atractivo". Ahora bien, para el decano, uno de los principales objetivos "no debe ser solo enseñarles a trabajar con estas metodologías, sino también estimular la lectura crítica". En cualquier caso, subraya, "nunca sustituirán al maestro, que con su experiencia debe ayudar a crecer al nuevo estudiante". Un componente claramente tecnológico que, para el decano, no debe arrinconar a otras competencias como "el aprendizaje de los códigos de buena conducta, la ética médica, la comunicación y la empatía o la gestión clínica, por ejemplo".
Marco colaborativo
Para López-Muñiz, el presente de la Medicina, "no el futuro", pasa por "la colaboración entre las distintas especialidades". Por ello, el Plan de Estudios de la Facultad "es integrador y ya contempla la visión holística del paciente y de su patología", de ahí que en el grado las asignaturas se den por Enfermedades de Aparatos y Sistemas, "de modo que, por ejemplo, en la asignatura de Enfermedades del Aparato Urinario participan tanto nefrólogos y urólogos, como patólogos, radiólogo, etc.", explica. "Pero es que es más: la Medicina está obligada, y el estudiante debe ir acostumbrándose, al trabajo en equipos multiprofesionales", sentencia el decano.
Un marco colaborativo que también bebe de la movilidad de sus alumnos, ya que cada curso unos 60 alumnos cursan estudios en alguna universidad extranjera, lo que unido a los intercambios en meses de verano, entre los que destacan los organizados por la Asociación de Estudiantes, IMFSA, reconocidos como créditos optativos, lleva a que prácticamente el 100% haya tenido alguna estancia en un centro sanitario extranjero a lo largo de sus estudios. Un valor añadido que se une al perfil que aglutina el panel docente de la facultad, en palabras de López-Muñiz, "prestigiosos profesores con un amplio currículum y brillantes investigadores, con proyectos de innovación y alta movilidad nacional e internacional".
La salud es asimismo uno de los sectores que registran un alto grado de innovación, tecnificación y robotización, unos elementos que el Plan de Estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo contempla en diversas asignaturas. Si, como decíamos, "es precisa la colaboración entre las distintas ramas del conocimiento", en un futuro no muy lejano, afirma el decano, "el médico trabajará en equipos en los que habrá, por ejemplo, ingenieros que aporten ideas y encuentren soluciones a los problemas de tecnificación y robotización". De hecho, la facultad ya se está planteando un Máster de Especialización en Ingeniería Médica, algo que no implica, según López-Muñiz, que "el estudiante de Medicina tenga que saber de todo, sino dónde buscar con espíritu crítico la información y con quién colaborar".
El futuro
"El futuro de la medicina girará en torno al paciente y a la medicina personalizada o medicina de precisión", apunta el decano. Por ello, prosigue, "los tratamientos, las dietas y la prevención serán personalizadas y el conocimiento de nuestro genoma y el estudio de nuestro entorno medioambiental llevarán a tomar diferentes decisiones médicas según cada paciente". Una nueva cultura que para López-Muñiz "llevará a retos profesionales no solo de conocimiento e integración en los nuevos avances, sino en la elección de la prioridad de los recursos evitando la discriminación en el acceso a la Salud".
Un escenario en el que, para el decano, "sin duda serán necesarios cambios bioéticos y legislativos en la medicina; en los sistemas de información; en la legislación para proteger, por ejemplo, la confidencialidad de los pacientes; en las normas que regulen los tratamientos, etc." López-Muñiz concluye finalmente que "el futuro de la medicina está por escribir; veremos cosas que ni siquiera hemos imaginado, y eso será lo mejor que pueda pasar, porque significará que seguimos avanzando".
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