jueves, 8 de marzo de 2018

Médicas: preparadas, listas..., pero ellos llegan antes a la meta - DiarioMedico.com

Médicas: preparadas, listas..., pero ellos llegan antes a la meta - DiarioMedico.com



TIENEN MUCHAS TRABAS PARA ACCEDER A LAS JEFATURAS

Médicas: preparadas, listas..., pero ellos llegan antes a la meta

Coincidiendo con el Día de la Mujer, DM ha reunido a destacadas representantes de la Medicina española en un debate sobre la situación de la mujer en la sanidad. Maternidad, conciliación, estructura organizativa y recelos de sus colegas frenan su acceso a puestos de responsabilidad.
Nuria Monsó/Francisco Goiri. Madrid   |  08/03/2018 00:00
 
 

1 de 6
Flecha Ver Siguiente
Gema Bello y Tomasa Centella, Asunción Rosado, Pilar Bartolomé y Mónica Almiñana
Arriba, Gema Bello y Tomasa Centella. Debajo, Asunción Rosado, Pilar Bartolomé y Mónica Almiñana en la redacción de Diario Médico, antes del debate. (José Luis Pindado)
  • Gema Bello y Tomasa Centella, Asunción Rosado, Pilar Bartolomé y Mónica Almiñana
  • Mónica Almiñana
  • Gema Bello
  • Tomasa Centella
  • Pilar Bartolomé
  • Asunción Rosado
  • Flecha Ver anterior
  • Flecha Ver siguiente
Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, más de 150 países del mundo han convocado un paro feminista al que se han sumado varias organizaciones españolas. Coincidiendo con esa jornada reivindicativa, DM ha sentado alrededor de la misma mesa a destacadas representantes de la Medicina española. Mónica Almiñana, gerente del Hospital Universitario La Fe, de Valencia; Pilar Bartolomé, secretaría de Salud Laboral de CESM; Tomasa Centella, presidenta de la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (Sectcv); Asunción Rosado, vicesecretaria del Colegio de Médicos de Madrid, y Gema Bello, coordinadora de Igualdad del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) han debatido sobre el papel de la mujer en una profesión progresiva e imparablemente feminizada, sobre los problemas organizativos derivados de ello, sobre desigualad de trato y oportunidades y sobre los resabios, en fin, de un machismo que, según ellas, sigue aún muy vivo en ciertos ámbitos.
PREGUNTA. ¿Condiciona de alguna manera en el día a día ser médico y, además, ser mujer?
ALMIÑANA. En nuestra profesión, de entrada y al contrario que en otras profesiones, tienes en teoría muchas oportunidades de compartir proyectos, ideas, investigaciones..., pero es verdad que, sobre el papel, por situaciones personales que, en el entorno de la mujer tienen mucho que ver con la crianza de los hijos, y por la propia estructura organizativa del sistema, las oportunidades ya no son siempre las mismas. Nosotras tenemos dificultades añadidas.
  • "Las oportunidades no son siempre las mismas; nosotras tenemos dificultades añadidas", según Almiñana
BARTOLOMÉ. Yo, de entrada, rechazo que la feminización de la Medicina se plantee como un problema; desde los tiempos de Adán y Eva tenemos médicos y médicas y, en pleno siglo XXI, debatir sobre la feminización de la Medicina es, o debería ser, un contrasentido. La mujer representa ya más del 60 por ciento de los profesionales sanitarios en ejercicio, y las MIR son casi el 70 por ciento.
BELLO. Completamente de acuerdo en que estamos ahí, y los datos lo demuestran, pero lo triste es que, en muchos casos, no se nos espera ahí, no se espera que estemos..., ni de jefas de servicio, ni de adjuntas, ni de catedráticas, ni siquiera de MIR. Y aún choca más cuando se ve a mujeres con ambición y capacidad de liderazgo.
CENTELLA. No puedo estar totalmente de acuerdo con Gema, porque creo que las cosas han cambiado mucho. Las oportunidades de acceso a la profesión son idénticas, porque hay una prueba objetiva que garantiza esa equidad. Otra cosa es cuando hablamos de puestos de liderazgo, porque un hombre tiene todavía más oportunidades que una mujer: una mujer líder no es una líder, es una mujer conflictiva, y un hombre líder es, en cambio, un gran profesional.
ROSADO. El mero hecho de ser una mayoría numérica debería hacer que fuésemos nosotras las que tuviésemos el control, pero el caso es que seguimos hablando de esto. Coincido en que las cosas han cambiado mucho, pero me gustaría matizar que mientras haya una situación de desigualdad, mayor o menor, hay que seguir propiciando debates como éste.
  • "Me niego a que la feminización de la Medicina se vea como un problema en pleno siglo XXI", dice Bartolomé
BELLO. Entendedme bien. Soy consciente de que muchas cosas han cambiado, y lo han hecho gracias a las mujeres que nos han precedido, pero cuando digo que no se nos espera, es literal. Llevo rotando muy poco tiempo; he empezado este año y roto los jueves por el Servicio de Medicina Interna de un hospital. De momento, he tenido tres adjuntos, una mujer y dos hombres, y los dos hombres, sin conocerse entre ellos, me dijeron la misma frase: "Ahora sois todo tías, nos vais a quitar el puesto"; y uno de ellos, además, cada vez que se refería a nosotras lo hacía tocándose la pierna a una altura un poco desagradable. No creo que eso se tenga que normalizar.
PREGUNTA. Las dificultades de acceso a puestos de responsabilidad que ustedes mismas señalan ¿no demuestran que la carrera, aún siendo la misma, tiene más obstáculos para la mujer? 
ALMIÑANA. En el caso de La Fe, que tiene 7.000 trabajadores, hay un 52 por ciento de mujeres médico y un 48 por ciento de hombres, pero si miro las jefaturas de servicio, en efecto, más de un 70 por ciento están ocupadas por hombres, y yo soy la primera gerente que tiene el hospital en 50 años de historia. La edad evidentemente influye en el hecho de que haya más hombres que mujeres en las jefaturas, pero también, sin duda, la composición de los tribunales, que no siempre han sido paritarios. En definitiva, creo que cuesta en lo invisible, porque méritos tenemos todos. Y ese hilo invisible, esa sutileza, se traduce en actitudes como las que antes denunciaba Gema.
ROSADO. Yo, a veces, me pregunto si esas actitudes, rayanas en lo obsceno, son comportamientos de género o actitudes individuales de personas concretas. En mis casi 30 años de carrera profesional, esas situaciones, u otras similares, me las he encontrado puntualmente y, sobre todo, hace muchos años.
ALMIÑANA. Quizás es que con la edad te haces menos tolerante y no estás dispuesta a aguantar cosas con las que de joven transigías; la edad te va dando armas.
CENTELLA. La edad y la jerarquía; el lugar que hemos alcanzado con nuestro esfuerzo.
  • "Parece más aceptado que una mujer sea pediatra o ginecóloga que te abra el corazón con un bisturí", según Centella
BARTOLOMÉ. Es de vergüenza que en pleno siglo XXI te sigan preguntando en una entrevista de trabajo si piensas tener hijos, o que una mujer embarazada tenga que ir a juicio para cobrar unas guardias, pese a toda la legislación que hay sobre el tema. Éste es el caldo de cultivo que permite perpetuar situaciones como las que describe Gema. Y luego hay que tener presente que una cosa es el ámbito hospitalario y otra el mundo de primaria: los hospitales son más jerárquicos, endogámicos y cerrados, y más propicios a presiones y situaciones de acoso, mientras que primaria es una colectividad más extendida, con núcleos más pequeños, donde te llevas bien o rompes la baraja.
ALMIÑANA. Cierto, yo soy médico de Familia, trabajé 10 años en primaria y noté mucho menos machismo entre mis compañeros que luego en otros ámbitos, y no sólo el de la gestión hospitalaria.
PREGUNTA. ¿Pero el machismo del que hablan es inherente al sector o es un reflejo del que sigue latente en la sociedad?
CENTELLA.
 Existe aún en el sector, pero además existe un problema mucho más general de percepción social: parece más aceptado que una mujer sea pediatra, ginecóloga o médica de Familia que no que te abra el corazón con un bisturí. A mí, que todo el mundo me conoce en el entorno de la Cirugía Cardiovascular, aún me cuestan que colegas de especialidades afines me vean como la presidenta de la sociedad científica y se siguen dirigiendo al vicepresidente. Y no es mala fe, ojo, es que no conciben que una mujer presida una sociedad quirúrgica. Además, en el entorno del paciente, y eso es más preocupante, todavía hay muchos que preguntan si soy yo, una mujer, quien va a operarles.
ALMIÑANA. Esa percepción influye en la pervivencia de ciertos clichés; eso, y la falta de visibilidad que aún tenemos y que creo que ilustra bien una anécdota personal. En una visita a nuestra escuela con el director del Área de Pediatría, alguien les preguntó a los niños, de 4 ó 5 años, cómo se imaginaban a la gerente del hospital, y uno de ellos contestó: "Con barba". Al final, el imaginario colectivo es muy difícil de cambiar. La ventaja de Medicina es, en efecto, que el acceso es igualitario, porque hay una prueba objetiva, pero a partir de ahí las cosas cambian.

Noticias relacionadas



No hay comentarios: