"Todos debemos estar alineados con un objetivo común, mejorar la atención de los pacientes"
La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica, de causa desconocida, que afecta de forma preferente a las articulaciones y que actualmente todavía no tiene cura que, sin embargo, tiene un largo recorrido como objeto de estudio, más si cabe en la era de la Medicina Genómica a la que hemos asistido en los últimos años. Hablamos de todo ello con Sara Marsal, directora del Grupo de Investigación de Reumatología del Vall d’Hebron Institut de Recerca.
En los últimos años hemos pasado de la preeminencia del metotrexato como tratamiento estándar de la artritis reumatoide a valorar otras opciones, como la medicina biológica, pero
¿por qué es importante dar con un tratamiento personalizado, también, en el caso de esta enfermedad? Para Sara Marsal, directora del Grupo de Investigación de Reumatología del Vall d´Hebron Institut de Recerca (VHIR), "el hecho de poder indicar un tratamiento personalizado nos permite utilizar el fármaco más adecuado para cada paciente, en función de sus características y del momento evolutivo de la enfermedad". Según la doctora, el tratamiento personalizado representa "una clara ventaja" para el paciente, ya que "contempla la selección del fármaco más eficaz para el paciente y que previsiblemente tendrá menos efectos secundarios". Y añade: "La medicina personalizada nos permite seleccionar aquel fármaco que tendrá una mayor relación riesgo-beneficio para cada paciente".
Medicina del futuro
Hace cinco años, Marsal vaticinaba que la Reumatología sería un área pionera en la era de la Medicina Genómica. Está claro que la medicina ha evolucionado de una forma exponencial en la última década en áreas como la oncología o la reumatología, un cambio de paradigma que, para Marsal, ha sido posible gracias "a un desarrollo tecnológico impensable hace tan solo diez años y, sobre todo, a la reducción del coste en la utilización de estas tecnologías". En su opinión, "la generación de un volumen extraordinario de datos biomédicos y el desarrollo de grandes esfuerzos colaborativos dentro de la comunidad científica, las compañías farmacéuticas y de los proveedores de salud, ha permitido la implementación de la medicina personalizada o de precisión de una manera lenta pero inexorable".
La terminología utilizada para definir la medicina del futuro evoluciona a la vez que se identifican los avances y limitaciones de su implementación. La medicina de precisión identifica no solo las características propias del individuo, sino también el entorno en el que se desarrolla. "Sin embargomatiza Marsal, la generación de grandes volúmenes de datos moleculares y la perspectiva de una medicina centrada en el paciente van a acelerar y definir la implementación de la medicina del futuro, que se encamina hacia la práctica de una medicina digital".
Áreas de investigación
¿En qué áreas está investigando el VHIR actualmente en materia de artritis reumatoide? Para Marsal, se han producido "grandes avances, tanto desde el punto de vista del conocimiento biológico de la enfermedad como en el desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos". El enfoque en el diagnóstico y en el seguimiento estricto de los pacientes con artritis inflamatorias crónicas ha cambiado "de forma radical" desde la comercialización de los primeros tratamientos biológico. "Además, la sensibilidad de todos los actores en la atención médica de estos pacientes ha experimentado una profunda transformación, de manera que ahora estos pacientes se diagnostican antes, reciben el tratamiento más adecuado y en la mayoría de casos desarrollan una actividad sin limitaciones", celebra Marsal.
El uso de las técnicas de imagen, como la ecografía o la resonancia magnética nuclear en la práctica clínica diaria, también ha permitido, en palabras de la directora del Grupo de Investigación de Reumatología del VHIR, "una mayor definición de la situación del paciente en cada momento evolutivo de la enfermedad". Sin embargo, y a pesar de todos estos avances, aún existen ciertas necesidades no cubiertas en estos pacientes, que son las que abordan actualmente las principales líneas de investigación. "Nos urge la identificación de biomarcadores que permitan identificar a aquellos pacientes no respondedores a las terapias dirigidas o que nos permitan predecir una reactivación de la enfermedad, sin olvidar aquellos otros claramente correlacionados con el pronóstico de la enfermedad", apunta Marsal, quien afirma que "va a ser clave tanto la identificación de nuevas dianas terapéuticas que nos permitan una mayor estratificación terapéutica de los pacientes como su diagnóstico en fases presintomáticas, donde la oportunidad de la ventana terapéutica es mayor".
Establecer sinergias
Una misión, la de identificar nuevas dianas terapéuticas, donde "la colaboración entre entidades, grupos de investigación e investigadores de distintas disciplinas es clave para avanzar en el conocimiento de estas enfermedades y para mejorar el pronóstico de los pacientes", prosigue. Para Marsal es "fundamental" establecer sinergias con aquellos actores implicados en las ciencias biomédicas, médicos, investigadores, institutos de investigación, gestores, proveedores de salud, universidades, compañías farmacéuticas e inversores. "Todos, sin excepción, debemos estar alineados con un objetivo común, que no es otro que mejorar la atención de los pacientes y proporcionar la mejor asistencia médica que el conocimiento actual nos permita", sentencia.
Una colaboración "necesaria para progresar en el conocimiento biomédico de estas enfermedades" y que cuenta también con el registro de pacientes con enfermedades inflamatorias articulares tratados con fármacos biológicos creado por la Sociedad Catalana de Reumatología, sociedad médica de la ACMCB con una larga trayectoria colaborativa, profundamente cohesionada y que, en palabras de Marsal, "entre otros objetivos aúna esfuerzos para contribuir al desarrollo de una medicina personalizada en los pacientes con enfermedades reumáticas". Para ella, la creación de este registro "es el resultado de este enorme esfuerzo colaborativo entre los reumatólogos de Cataluña que nos va a permitir obtener un gran volumen de datos robustos en relación a los pacientes con artritis inflamatorias crónicas que reciben tratamientos dirigidos". El registro y análisis de estos datos sobre práctica clínica real permitirá asimismo "definir recomendaciones de tratamiento más precisas, armonizar las estrategias terapéuticas en todo el territorio y en colaboración con el Departament de Salut y contribuir a la sostenibilidad del sistema de tal forma que podamos indicar el tratamiento más adecuado a cada paciente en función del momento evolutivo de su enfermedad y del conocimiento biomédico más reciente".
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