La falta de seguridad de las vacunas no está demostrada

Si la proporción de niños que no se vacunan es de entre un 2 y un 4 por ciento, por la inmunidad de grupo los niños están protegidos. Pero si se aumenta al 7 por ciento se producen brotes. Se sabe que las vacunas no están exentas de riesgos, pero son muy seguras.

Javier Granda Revilla. Barcelona | 14/02/2012 00:00

Pere Joan Cardona Iglesias, Montserrat Plana Prades y José María Bayas Rodríguez. (S.C.I.)

La Sociedad Catalana de Inmunología, BIOcomuniCA'T y la Fundación Doctor Antonio Esteve han organizado un nuevo Café Científico de Inmunología que en esta ocasión se ha centrado en el funcionamiento y la seguridad de las vacunas. A las vacunas se les imputan problemas de seguridad que en algunos casos son ciertos, aunque la mayoría de las veces son "absolutamente falsos", ha subrayado José María Bayas, presidente de la Asociación Española de Vacunología.

Ante la amenaza de pandemia de gripe aviar, se han agilizado los sistemas de fabricación de vacunas, con una capacidad mayor

"Cuando este aspecto entra en el ideario de los detractores de la vacunación, por más que se demuestre que esto es así, se convierte en una creencia. Pero debe advertirse de que, por supuesto, determinadas vacunas pueden producir problemas, porque cualquier actividad humana tiene un riesgo. Por tanto, siempre hay que hablar de balances, medir las probabilidades y ser objetivos", ha añadido.
Por otro lado, en el encuentro se ha dejado claro que la emergencia relativa del sarampión y la tos ferina en algunos países se debe a que se han reducido las coberturas de vacunación. "Hay padres y madres que, de buena fe, no aprecian estas enfermedades y piensan que no hará falta vacunar a sus hijos. Pero es que estas enfermedades no se ven si se mantienen coberturas altas. Si la proporción de niños que no se vacunan es de entre un 2 y un 4 por ciento, la enfermedad no existe y estos niños sin vacunar, por el fenómeno de la inmunidad de grupo, están protegidos. Pero si la falta de vacunación aumenta al 7 por ciento, la inmunidad de grupo deja de funcionar y se producen brotes; es lo que está pasando en Europa en los últimos dos años", ha advertido.
Además, si se quiere hacer un esfuerzo similar para acabar con el sarampión al que se realizó con la viruela, "debe vacunarse en todos los países".

La situación es prometedora con la vacuna de la malaria, pero faltan años para que pueda aplicarse en una escala relativamente amplia

En cuanto a las vacunas de la gripe pandémica, Bayas ha defendido que la postura de la Organización Mundial de la Salud frente a la vacunación fue la correcta "porque había que prepararse para lo peor y esperar lo mejor: y, afortunadamente, fue así, porque es mejor tener muchos sistemas preventivos preparados y luego no utilizarlos".
Gripe aviar
Otro aspecto que ha destacado el especialista es que, ante la amenaza de pandemia de gripe aviar, se han agilizado los sistemas de fabricación de vacunas, con una capacidad seis o siete veces mayor que hace una década. "Este aspecto es importante, porque tendremos pandemias en el futuro. Y no siempre serán pandemias con poca capacidad de matar por parte de los virus gripales, como ha sido afortunadamente la última", ha añadido.

Se ha dejado sentado que la emergencia del sarampión y la tos ferina se debe a que se han reducido las coberturas de vacunación

La reunión científica ha contado con expertos en tuberculosis y sida, que coincidieron con Bayas en que los plazos estimados para el desarrollo de una vacuna oscilan entre los 15 y los 20 años. Los procesos se han alargado por el gran énfasis que se pone en los aspectos de seguridad, con mayores exigencias de las autoridades sanitarias y más estudios solicitados, y con miles de participantes en los ensayos: 30.000 en el caso del papiloma virus y 40.000 en rotavirus, con cifras que llegan a las 80.000 en las vacunas neumocócicas. "Los motivos son que se aplican de forma mucho más generalizada a niños y en población sana, por lo que las exigencias son extremas, lo que encarece el proceso", ha advertido Bayas.
En el caso de la vacuna RUTI, desarrollada por Pere Joan Cardona en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, de Badalona, el objetivo es una inmunización terapéutica, que se administraría junto a tratamientos antibióticos más sencillos a los que se utilizan en la actualidad.
En cuanto a la vacuna del sida, ha explicado que "hay en estudio tanto vacunas preventivas como terapéuticas, pero estamos en una fase embrionaria".Y respecto a la vacuna de la malaria, Bayas ha comentado que la situación es prometedora, pero faltan años para que pueda aplicarse en una escala relativamente amplia.

SARAMPIÓN: AUGE PELIGROSO

En los años 80 se cuantificaron en España 300.000 casos de sarampión; entonces el uso de la vacuna era incipiente, con una mortalidad aproximada de 40 personas/año. En los últimos años se producían alrededor de 200 casos de sarampión, que han repuntado el año pasado a 3.000. En estos 30 años no ha muerto nadie de la enfermedad. Y, por supuesto, en este periodo no se ha muerto nadie por la vacuna. Si se dejara de vacunar, se volvería al pasado. Y este es el balance que hay que hacer.

La falta de seguridad de las vacunas no está demostrada - DiarioMedico.com