Los recortes sanitarios no pueden condicionar una pérdida en la calidad de la formación de los futuros profesionales
Madrid (17/02/2012) - Redacción
La Asociación de Redes de Comisiones Docentes y Asesoras quiere denuncia cómo, en determinadas CC.AA., se están poniendo en marcha medidas que suponen "un deterioro drástico, no ya sólo de su precaria situación laboral, sino además de la calidad de su formación"
La Asociación de Redes de Comisiones Docentes y Asesoras (AREDA) quiere trasladar a los profesionales y a la población su profunda preocupación por la situación crítica que la aplicación de determinadas medidas de ajuste en Sanidad iniciadas por las diferentes Comunidades Autónomas está provocando en el sistema de formación de especialistas en Ciencias de las Salud en nuestro país.
El colectivo MIR viene denunciado cómo, en determinadas CC.AA., cada vez más, se están poniendo en marcha medidas "que suponen un deterioro drástico, no ya sólo de su precaria situación laboral, sino además de la calidad de su formación". Acciones tales como la disminución de las guardias por debajo del mínimo imprescindible para garantizar una adecuada formación, o la asignación de tareas asistenciales como especialistas y sin la debida supervisión, han comenzado ya a aplicarse.
Desde AREDA, "solicitamos a las administraciones autonómicas y al Ministerio de Sanidad la protección de las condiciones adecuadas para la formación MIR y demás profesionales sanitarios, que representan la garantía futura de contar con unos profesionales con una formación altamente cualificada. Ello supone respetar sus programas formativos, su no utilización como mano de obra barata y el respeto por sus ya escasas retribuciones y precarias condiciones laborales. La obligatoria supervisión de la actividad de los médicos en formación y la irresponsabilidad social en la que se incurre cuando tal supervisión no se garantiza adecuadamente debería disuadir a cualquier gestor de sobrecargar a dicho colectivo con responsabilidades impropias, abusando de su precariedad".
A estas circunstancias se añade ahora un nuevo ataque al sistema de formación, esta vez dirigido a los tutores, jefes de estudio y demás profesionales implicados en la formación, señalan. Algunas CC.AA. han comenzado a restringir la dedicación a las tareas de organización y supervisión de la docencia que habían comenzado a desempeñar de forma limitada los tutores, como desarrollo de las tareas que les asigna la Ley de Ordenación de la Profesiones Sanitarias. "Tenemos constancia de que al menos en dos Comunidades Autónomas se ha comenzado a pedir a los Jefes de Estudio un aumento de su jornada asistencial con detrimento significativo de su dedicación docente".
Esta actitud, apuntan, "nos parece especialmente grave, primero porque afecta a un colectivo que se ha distinguido hasta ahora por un constante voluntarismo en el desempeño docente, a la espera de que las administraciones autonómicas cumplieran los reconocimientos a los que les obliga la LOPS y el RD 183/2008, voluntarismo que los tutores pueden abandonar si se desprecia de forma tan evidente el valor de su dedicación docente. Y en segundo lugar porque se toman en el momento en que se anuncia por enésima vez que se va a tratar de poner en marcha la organización de la troncalidad, tarea que va a requerir nuevos esfuerzos y dedicación de tutores y jefes de estudio".
Por todo ello, AREDA anuncia un estudio en profundidad sobre el efecto de la crisis en el proceso de formación sanitaria especializada en nuestro país y una reflexión posterior y colectiva sobre sus consecuencias presentes y futuras, al tiempo que hace un llamamiento a las administraciones autonómicas a que hagan un esfuerzo de respeto a las condiciones de funcionamiento del sistema de formación, que a un costo muy razonable está obteniendo resultados excelentes, por lo que nuestro país es reconocido como uno de las referencias a nivel internacional.
El colectivo MIR viene denunciado cómo, en determinadas CC.AA., cada vez más, se están poniendo en marcha medidas "que suponen un deterioro drástico, no ya sólo de su precaria situación laboral, sino además de la calidad de su formación". Acciones tales como la disminución de las guardias por debajo del mínimo imprescindible para garantizar una adecuada formación, o la asignación de tareas asistenciales como especialistas y sin la debida supervisión, han comenzado ya a aplicarse.
Desde AREDA, "solicitamos a las administraciones autonómicas y al Ministerio de Sanidad la protección de las condiciones adecuadas para la formación MIR y demás profesionales sanitarios, que representan la garantía futura de contar con unos profesionales con una formación altamente cualificada. Ello supone respetar sus programas formativos, su no utilización como mano de obra barata y el respeto por sus ya escasas retribuciones y precarias condiciones laborales. La obligatoria supervisión de la actividad de los médicos en formación y la irresponsabilidad social en la que se incurre cuando tal supervisión no se garantiza adecuadamente debería disuadir a cualquier gestor de sobrecargar a dicho colectivo con responsabilidades impropias, abusando de su precariedad".
A estas circunstancias se añade ahora un nuevo ataque al sistema de formación, esta vez dirigido a los tutores, jefes de estudio y demás profesionales implicados en la formación, señalan. Algunas CC.AA. han comenzado a restringir la dedicación a las tareas de organización y supervisión de la docencia que habían comenzado a desempeñar de forma limitada los tutores, como desarrollo de las tareas que les asigna la Ley de Ordenación de la Profesiones Sanitarias. "Tenemos constancia de que al menos en dos Comunidades Autónomas se ha comenzado a pedir a los Jefes de Estudio un aumento de su jornada asistencial con detrimento significativo de su dedicación docente".
Esta actitud, apuntan, "nos parece especialmente grave, primero porque afecta a un colectivo que se ha distinguido hasta ahora por un constante voluntarismo en el desempeño docente, a la espera de que las administraciones autonómicas cumplieran los reconocimientos a los que les obliga la LOPS y el RD 183/2008, voluntarismo que los tutores pueden abandonar si se desprecia de forma tan evidente el valor de su dedicación docente. Y en segundo lugar porque se toman en el momento en que se anuncia por enésima vez que se va a tratar de poner en marcha la organización de la troncalidad, tarea que va a requerir nuevos esfuerzos y dedicación de tutores y jefes de estudio".
Por todo ello, AREDA anuncia un estudio en profundidad sobre el efecto de la crisis en el proceso de formación sanitaria especializada en nuestro país y una reflexión posterior y colectiva sobre sus consecuencias presentes y futuras, al tiempo que hace un llamamiento a las administraciones autonómicas a que hagan un esfuerzo de respeto a las condiciones de funcionamiento del sistema de formación, que a un costo muy razonable está obteniendo resultados excelentes, por lo que nuestro país es reconocido como uno de las referencias a nivel internacional.
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