martes, 17 de julio de 2012

La Central de Resultados confirma que el ICS no es peor - DiarioMedico.com

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Datos vinculados a los nombres de los centros

La Central de Resultados confirma que el ICS no es peor

El consejero catalán, Boi Ruiz, ha hecho públicos los últimos datos de la Central de Resultados vinculándolos por primera vez a los nombres de los hospitales. De esa forma se ha podido comprobar que, pese a la campaña de desprestigio, los del ICS no son peores que el resto.  
Carmen Fernández. Barcelona   |  17/07/2012 00:00

 
 
El cuarto informe de la Central de Resultados económicos y de salud de los hospitales catalanes, que por primera vez vincula los datos a los nombres de los centros, confirma que los que forman parte del grupo Instituto Catalán de la Salud (ICS) no son peores que los públicos (consorcios, fundaciones y empresas públicas) y privados concertados, a pesar de la campaña de desprestigio a la que vienen siendo sometidos desde dentro y desde fuera del Gobierno autonómico.

Los hospitales del ICS son los más tecnificados, los que realizan mayor volumen de asistencia y los que concentran la mayor tasa de complejidad (el Hospital de Bellvitge es en esto el campeón de Cataluña), y forman a la mayor parte de especialistas que mayoritariamente optan seguir trabajando en él, lo que le garantiza al ICS de partida profesionales excelentes que facilitan buenos indicadores de calidad y seguridad asistencial, según han explicado a este diario diversos expertos consultados.

Asunto aparte son los indicadores económicos, aparentemente peores en los centros del ICS, pero hay que tener en cuenta que no son comparables con los de los centros públicos concertados por una razón: el ICS trabaja con contabilidad presupuestaria (los concertados con contabilidad financiera) y sus reglas del juego de la financiación, propias de la administración pública, también son diferentes. En lo que sí parece salir perdiendo el ICS (personal estatutario) respecto a los concertados (personal laboral), tal y como habían apuntado informes previos (Iasist 2007), es en el resultado de explotación por profesional asistencial contratado. Véase esta comparación: en el Valle de Hebrón (ICS) el resultado es de -12.415,15 euros, y en el Hospital Clínico (consorcio), +827,84 euros.

Analizando todos los datos del informe con ayuda de Antoni Trilla, presidente de la Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud de la Generalitat, destaca esta impresión: todos los hospitales son en conjunto buenos, pero los resultados son herogéneos (unos son más buenos que otros según los indicadores que se observen) y no es posible clasificarlos de mejor a peor porque no son comparables ni en tamaño y actividad (también los hay monográficos) ni en contexto.

Indicadores 'imperfectos'

Además, los indicadores no son perfectos, según Trilla, y dependen de la buena codificación en cada centro. "Es posible que los que lo hayan hecho mejor salgan perjudicados (sus datos pueden ser peores que los que los han registrado mal) por eso es importante que ante un resultado negativo se le pregunte al centro qué ha pasado, sin prejuzgar ni sacar conclusiones precipitadas".

Es lo que sucede en estos casos: en el Hospital de Viladecans aparecen las listas de espera disparadas en los procedimientos con demora máxima garantizada, y lo mismo sucede con la espera para cirugía oncológica en el Hospital del Mar de Barcelona y el Pius Hospital de Valls. La mortalidad de las altas con diagnóstico principal de infarto agudo de miocardio pone en evidencia al Hospital de Bellvitge respecto al resto de hospitales terciarios, y al Hospital de Mataró, entre los generales. En la mortalidad en fractura de cuello de fémur parecen salir ligeramente peor parados los hospitales del Bellvitge y Valle de Hebrón entre los que realizan más intervenciones de ese tipo. En el indicador de reingresos por causas seleccionadas hay mucha variabilidad y el peor resultado corresponde al Hospital Mutua de Tarrasa.

En cesáreas, están disparadas por encima del 50 por ciento (la media catalana es de 23,2 por ciento) en el Hospital del Sagrado Corazón de Barcelona. Y la hospitalización potencialmente evitable oscilan en una horquilla sorprendentemente amplia: del 0,9 al 23,8 por ciento (este máximo corresponde al Hospital San Jaime de Calella).

A la vista de todo el informe Trilla lo tiene muy claro: "Es un pequeño paso para la Agencia de Información y un gran paso para el sistema sanitario catalán. Ahora hay que ir perfeccionándolo, incorporando participación y liderazgo de los clínicos".

TRANSPARENCIA PESE A LAS RETICENCIAS

Boi Ruiz, con la iniciativa de hacer públicos los resultados económicos y de salud de cada hospital identificando sus nombres, se ha posicionado como el consejero más transparente del Sistema Nacional de Salud (ver DM del 4-VII-2012), pero no le ha resultado fácil porque tanto las patronales como los propios centros han puesto inconvenientes. Según ha explicado a este diario el presidente de la Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud, Antoni Trilla, se han publicado 60 de los 120 indicadores de los 63 centros analizados por la Central de Resultados. "Se ha hecho un ejercicio de transparencia sin precedentes en España; la iniciativa supone un estímulo para mejorar porque ahora los centros saben sus números y a quienes corresponden los de los demás, y otro detalle: se han publicados los importes de los conciertos de cada centro con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), para que no haya sospechas sobre a quien se trata mejor y a quien peor. El sistema no es perfecto, pero si se hubiese esperado a un acuerdo de todos y a indicadores perfectos esto no se habría hecho nunca". Otro elemento importante, a juicio de Trilla, que también es director de Calidad del Hospital Clínico de Barcelona: "El sistema está bajo sospecha de pérdida de calidad asistencial por los recortes, pero los datos demuestran que los parámetros se mantienen e incluso mejoran un poco". No obstante, ha admitido que los efectos se verán realmente en los datos de 2012 (el gran recorte se aplicó en el segundo semestre del 2011). En el 2011 ya se registró el descenso de la actividad y el incremento de las listas de espera (reconocidos previamente por el Departamento de Salud).

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