"Seguir usando poco la red social habría comprometido la sanidad"

El director del Imserso defiende a ultranza la urgencia que había en la reforma de la Ley de Dependencia porque se estaba infrautilizando la red de servicios sociales, primando las ayudas económicas y la asistencia con cuidadores no profesionales, y esto podía llegar a poner en riesgo la sanidad por la mayor frecuencia de ingresos y visitas a los hospitales.

Laura G. Ibañes | 24/07/2012 00:00

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No es la única razón que ha movido al cambio de la Ley de Dependencia, pero sí una de las más importantes que ha estado sobre la mesa. César Antón, director general del Imserso, confiesa que la red de servicios sociales ha estado infrautilizada en muchas autonomías, en favor de otras opciones como las ayudas económicas directas y el uso de cuidadores no profesionales, "y eso está claro que implica riesgos como un mayor número de ingresos hospitalarios porque no se tiene cerca a profesionales sociales y sanitarios. Seguir usando poco la red de servicios sociales, entre otras cuestiones, comprometería las cuentas de sanidad".

Las comunidades sí sabían que rebajaríamos el nivel mínimo: no pueden quedarse ellas todo el ahorro generado, parte debe ir al Estado

¿Por qué se han adoptado cambios tan radicales en la aplicación de la Ley de Dependencia?
-La ley es joven y creo que se hizo bien en decir en el mismo texto de la norma que había que someterla a una evaluación. Hemos hecho esa evaluación tras cinco años de su aplicación y hemos detectado que ha habido precipitación en el desarrollo, errores en la previsión de los costes y del número de dependientes, desequilibrios en la forma de aplicación de la ley y cambios constantes en las normas de aplicación, como por ejemplo en el baremo de evaluación del dependiente. Además, se estaban utilizando en exceso las ayudas económicas para cuidadores no profesionales y se ha detectado también que no había gran diferencia en la atención que recibían los dependientes de distinto nivel dentro de cada grado.

¿Por eso se han eliminado los niveles dentro de cada grado? -Sí. Además, países como Alemania o Francia, que llevan casi 15 años con experiencia en dependencia, no tienen niveles dentro de cada grado. Pero también porque hemos detectado además que algo estábamos haciendo mal cuando teníamos la pirámide invertida: mientras en Francia o Alemania había un equilibrio entre el número de dependientes leves y graves, en España había mucho mayor número de dependientes graves.

¿Y por eso se ha retrasado la incorporación de los dependientes más leves?-Se ha retrasado año y medio hasta 2015 porque no se puede negar la realidad de la tensión presupuestaria y no podíamos seguir incorporando dependientes al sistema cuando la realidad muestra que hay 305.941 dependientes con derecho a prestación que no la están recibiendo y 100.000 de ellos son de carácter severo. Un buen sistema de dependencia no es el que más dependientes tiene, sino el que mejor atiende a los que tiene. El sistema se estaba colapsando por la entrada de nuevos dependientes, y por eso hemos adoptado esa medida y otras más.

Hemos visto que la fusión de las consejerías de Sanidad y Dependencia es positiva, pero no imprescindible para hacerlo bien

¿Se refiere a la rebaja del 15 por ciento en las ayudas a los cuidadores no profesionales?-Esas ayudas estaban pensadas como una excepción y representan, sin embargo, el 46 por ciento de las ofrecidas. En un momento como el actual de crisis económica, para poder girar poco a poco el sistema de dependencia hacia lo que debe ser, el uso de servicios sociales, lo único que se puede hacer es coger dinero de la propia dependencia para dedicarlo al sistema. Reducir un 15 por ciento las ayudas a los 426.451 usuarios que las recibían supondrá un ahorro para el sistema de 288 millones de euros.

¿Un total de 288 millones de ahorro directo para las autonomías?
-No. El 40 por ciento del ahorro irá a las autonomías y el 60 por ciento al Estado. Para materializar ese ahorro hemos reducido el nivel mínimo un 13 por ciento.

Las autonomías no contaban con esa reducción del nivel mínimo, que, al fin y al cabo, es la financiación que reciben ellas del Estado. Algunas anuncian incluso recursos.
-Las autonomías sabían que las medidas tendrían efecto también en los presupuestos estatales y reducir el nivel mínimo es la vía. No pueden quedarse ellas con todo el ahorro generado. Tienen además la opción de rebajar aún más del 15 por ciento las ayudas, y muchas prevén hacerlo este verano.

Pero no es la única medida que se ha adoptado: también se implanta un copago de hasta el 90 por ciento según la capacidad económica. ¿Por qué se ha decidido que el dependiente responda de la deuda con su patrimonio?
-Eso tiene muchos matices. De todos modos, algunas autonomías lo tenían así regulado y por eso legalmente era necesario ponerlo.

¿También se ha eliminado el pago de cuotas de la Seguridad Social?-El Imserso tiene una deuda de 820 millones con la Seguridad Social por el pago de las altas de cuidadores no profesionales. El pago de esta deuda se aplazó a 2014 y estamos viendo ahora si se volverá a aplazar. No se entiende que la Administración tuviera que hacerse cargo de esto.