jueves, 19 de julio de 2012

“Todo lo que hacemos los médicos necesita regulación y no hay nadie en la sociedad que lo pueda hacer mejor que la propia profesión”, según Rodríguez Sendín ► El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad

El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad “Todo lo que hacemos los médicos necesita regulación y no hay nadie en la sociedad que lo pueda hacer mejor que la propia profesión”, según Rodríguez Sendín

“Todo lo que hacemos los médicos necesita regulación y no hay nadie en la sociedad que lo pueda hacer mejor que la propia profesión”, según Rodríguez Sendín

Madrid (19/07/2012) - Redacción

Lo ha señalado el presidente de la OMC en las Jornadas "CEEM 2.0: Jornadas Formativas", celebradas el pasado fin de semana en Madrid

El presidente de la OMC ofreció a los estudiantes de Medicina participantes en las Jornadas "CEEM 2.0: Jornadas Formativas", celebradas el pasado fin de semana, una ponencia sobre la "regulación y control de la profesión médica". Según remarcó el Dr. Juan José Rodríguez Sendín ante los futuros profesionales, y publica "MédicosyPacientes", "todo lo que hacemos los médicos necesita regulación y control, y no hay nadie en la sociedad que lo pueda hacer mejor que la propia profesión".
Lo que pretende demostrar el presidente de la OMC es que "una Organización Colegial como la nuestra es imprescindible porque es la única alternativa para la profesión médica. Los que dirigimos la OMC, probablemente podamos cumplir mejor con nuestra función y seremos responsables de lo bien o lo mal que lo hagamos, pero la Organización con las actualizaciones precisas en cuanto a estructura y funciones, y no sólo en España sino en el resto del mundo, no se puede prescindir de ella".
Según el doctor Rodríguez Sendín, la labor del médico "tiene que tener unas garantías más allá de lo que las leyes de forma conveniente de vez en cuando apuntan.  No es fácil protocolizarlo todo y tomar decisiones normalizadas continuamente. Por otra parte, los médicos, muchas veces han tenido que decir no a los políticos y actuar en conciencia, porque el médico como tal no puede hacer ciertas cosas, lo diga quien lo diga".
"El liderazgo de la profesión para con lo que es el ejercicio de la misma resulta imprescindible. Todo lo que hacemos los médicos necesita regulación y control, y necesita que la mayoría de la profesión o una mayoría representativa decidan lo que es más adecuado, y no hay nadie en la sociedad que lo pueda hacer mejor y con más garantías que la propia profesión. Dejar que los conflictos éticos y deontológicos de los médicos los regulen los políticos debería producir sonrojo  a quien lo propone", explicó el presidente de la OMC. "No podemos separar estas reflexiones del momento en el que nos encontramos,  inmersos en una crisis económica y de confianza sin precedentes, que condiciona la sostenibilidad del SNS y  todos los ámbitos de la vida profesional con especial repercusión en la calidad asistencial".
"Los médicos -aseguró- nos miramos atormentados porque lo primero que se les ha ocurrido a los gobernantes es recortar y desproporcionadamente en Sanidad y Educación, en relación a otros ámbitos de la vida social. Por si fuera poco parece que estemos instalados en una especie de relativismo moral donde todo vale, lo que hoy es bueno mañana puede ser malo y viceversa, lo que produce desmoralización. Asistimos a una crisis de valores donde todo el mundo duda de todo. La consecuencia son actuaciones irracionales, no ordenadas, lo que impide aprender realmente de los errores para no volverlos a cometer. Se responde con pasividad esperando que alguien arregle los problemas y nadie piensa que la solución está en que lo hagamos todos a la vez. Se acepta la corrupción en el sentido de hacer lo que no debemos hacer o no hacer aquello que debemos hacer. De forma que hay corrupción desde arriba hasta abajo. Y la aceptación mayoritaria de esta actitud como algo normal no deja de ser muy preocupante".
Ante este panorama, buena parte de los médicos, según expresó, "nos sentimos atrapados entre nuestras obligaciones éticas y deontológicas, la evidencia científica, la necesidad de nuestros pacientes, y los recortes, los despidos, las amenazas que tienen atormentadas a la gente, las limitaciones impuestas en los servicios, que están generando tremendas listas de espera, con casos realmente dramáticos. Las consecuencias de los recortes en las plantillas y del trabajo complementario afectan a las listas de espera y a la calidad asistencial".
"Nos encontramos emparedados entre las obligaciones éticas y deontológicas, con los pacientes, la ciencia, el sufrimiento del paciente y los recortes y trabas burocráticas. Por si fuera poco nos quieren quitar el placer de ser médicos, cuando nos impiden hacer lo que creemos que debemos hacer, lo cual puede llevar al sufrimiento y a la depresión del profesional".
El dilema para una organización como la nuestra es el pensar "hasta cuándo se debe aguantar esta situación", topándonos, en este sentido, con dilemas muy difíciles de resolver. Por un lado una huelga choca con nuestra obligación deontológica de no provocar daño en nuestros pacientes, pero, por otro, la pérdidas y consecuencias de los recortes con disminución de plantillas y número de guardias, o que los residentes no hagan las guardias necesarias, serán  a costa de los pacientes que lo pagaran en salud. Ante este panorama el compromiso del médico tiene siempre dos dimensiones, por una parte la dimensión colectiva por la que debemos atender bien a todos los que lo necesiten, y por otro una dimensión social, prestar mayor atención a los que más lo necesitan.

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