El Gobierno vasco aumenta la jornada de sus 70.000 funcionarios en 22,5 horas anuales

Vitoria (02-04/03/2013) - Nerea Garay

• Al no llegar a acuerdos con los sindicatos

• La medida afectará a los 25.800 trabajadores de Osakidetza

El Gobierno vasco de Iñigo Urkullu ha decidido aumentar en 22,5 horas al año la jornada laboral de sus aproximadamente 70.000 funcionarios y empleados públicos, de ellos unos 25.800 del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, una decisión que los sindicatos han considerado una agresión y una imposición.
Tal y como ya adelantó el consejero de Salud, Jon Darpón, a los sanitarios de Osakidetza se les aplicará, a pesar de las especificidades del sector, las mismas condiciones laborales que el resto de la Función Pública.
La falta de acuerdo entre el Ejecutivo de Urkullu y los sindicatos ELA, LAB, CC.OO y UGT quedó plasmado tras la reunión que mantuvieron en la tarde del jueves para intentar acordar las condiciones laborales de los empleados públicos vascos pero no ha sido posible el acuerdo.
Por ello, el próximo martes el Consejo de Gobierno aprobará varias medidas que modifican las condiciones laborales de sus trabajadores, entre ellas el aumento de la jornada laboral anual hasta las 1.614,5 horas, lo que pone fin a las 35 horas semanales vigentes.
En un comunicado, el Gobierno vasco ha afirmado que, pese a esta ampliación, los empleados de la Administración vasca seguirán teniendo "las mejores condiciones laborales en Euskadi".
En este sentido, Andrés Zearreta, el viceconsejero de Función Pública del Gobierno Vasco ha señalado que el Ejecutivo ha considerado que hay que "trabajar un poquito más, como lo han decidido y lo están decidiendo los trabajadores de las empresas privadas en este país o lo están decidiendo en el resto de las administraciones".
"Agresión sin precedentes"
Los sindicatos han rechazado de forma unánime el aumento de la jornada laboral de la Administración pública vasca, una decisión que la central mayoritaria, ELA, ha calificado como una "una agresión sin precedentes".
Por su parte, Itxaso Ortega (LAB) ha dicho en que no van "a tirar la toalla", pese a que ha reconocido que ven "difícil" que el Gobierno vasco dé marcha atrás. En la mismas línea, desde UGT, se ha acusado al Ejecutivo de "haber montado un paripé de negociación" en la Mesa de Función Pública y le ha reprochado que haya "impuesto recortes y destrucción de empleo público".
El sindicato de los socialistas ha acusado al Ejecutivo de Urkullu de "plegarse" a los recortes aprobados por el Gobierno central al "imponer" la prolongación de la jornada laboral, suprimir días de asuntos propios y de antigüedad, y congelar el salario.
Desde CC.OO. se ha considerado que esta decisión va a tener una repercusión negativa en el empleo público y ha acusado al Gobierno de abrir la puerta a la privatización de servicios.