UGT afirma que la privatización de la Sanidad tiene consecuencias negativas en la salud de los ciudadanos

Madrid (8/03/13) - Silvia C. Carpallo

Presentan el informe sobre Sanidad "Cuestión de vida o muerte" en el que se analizan cifras oficiales de la sanidad valenciana, con una mayor trayectoria en la privatización de la Sanidad, en el que los datos apuntan a una pérdida de eficacia del sistema y a un aumento de la mortalidad respecto a otras CC.AA. desde la implantación de este sistema de gestión.

"En un sistema sanitario como el nuestro, si por decisiones de carácter político se altera su modo de gestión y se avanza hacia la privatización, esto tiene consecuencias negativas para la salud de los ciudadanos", esta es la conclusión que Cándido Méndez, secretario general de UGT aportaba en la presentación del informe sobre Sanidad, "Cuestión de vida o muerte". Este documento aporta, basándose en datos oficiales del Ministerio de Sanidad y de las Comunidades Autónomas, un análisis de la sanidad valenciana, en un intento de mostrar las consecuencias de la privatización sanitaria, en la que esta comunidad tiene un mayor recorrido. "No se trata de enjuiciar el nivel de nuestro sistema sanitario- incidía Méndez- sino de contestar a la pregunta de si se altera el modelo de gestión, y se apuesta por la privatización, cuáles son las consecuencias", pregunta que en su opinión, deberían haber contestado las propias administraciones que proponen este cambio de modelo.

En cuanto a las posibles medidas legales que la Consejería de la Comunidad Valenciana anunció que tomaría contra este texto, Cándido Méndez explicaba que se ha facilitado el informe a dicha administración, y que son datos oficiales y contrastados, por lo que no se trata de agredir a ninguna ideología, sino "de contribuir a un debate que nos parece fundamental".

Más concretamente, era el responsable de la Federación de Servicios Públicos de UGT en Valencia, Luis Lozano, el que exponía algunos de los datos de este documento. Basándose en el análisis de enfermedades del sistema circulatorio, del sistema respiratorio y de enfermedades crónicas del hígado, explicaba que pese a tener inicialmente una mejor salud respecto a otras comunidades, la tasa de mortalidad por dichas patologías era mayor que la media española. De esta manera se atribuía este hecho a un descenso de la tasa de eficacia del sistema desde que se comenzó a trabajar con la gestión privada de los centros públicos. Igualmente, si la esperanza de vida era tan sólo 3 meses menor a la de la media española, en el caso de esperanza de vida de buena salud el dato descendía un año respecto a la media, y en año y medio respecto a la media española de vida libre de discapacidad. Aportando también datos respecto a la hemodiálisis, Lozano concluía que "las CCAA que están por debajo de la media de privatización tienen menores tasas de mortalidad, y en general, las más privatizadas tienen tasas más altas".

Cifras de salud, pero también económicas
La crítica a la privatización sanitaria no se basaba sólo en datos de percepción de salud, sino también en datos sobre su organización. De hecho, Luis Lozano aportaba que en la Comunidad Valenciana existe un déficit sanitario de 660 millones de euros respecto al presupuesto del resto de comunidades, y que es conocida la infrafinanciación de este sector.

Igualmente ponía de manifiesto la saturación de tarjetas sanitarias que sufren los médicos valencianos, y en especial el personal de Enfermería, así como la saturación de los servicios de urgencia, en un 6,49 por ciento más que la media española, "lo que sale mucho más caro". Incidiendo en los Recursos Humanos, según datos aportados de 2010, casi el 40 por ciento del personal sanitario era interino o eventual.

Otro punto de atención era la externalización de los servicios de diagnóstico de imagen, en lo que si el coste medio de los centros públicos se situaba en 160 euros por resonancia, este ascendía a 280 euros en los centros adjudicatarios, por lo que "no parece que seamos más eficientes". En cuanto a las listas de espera, según Lozano, Valencia tiene el record en citas a 90 días o más.

En resumen, se hacía una comparativa entre los datos de Valencia y la Sanidad Pública de la Comunidad de Madrid, exponiendo que claramente ésta es actualmente mucho mejor en datos económicos y de percepción de salud, viendo injustificado el cambio de modelo que se propone entonces desde la Consejería madrileña, y pidiendo a las administraciones que de tener otros datos que indiquen lo contrario se expongan para el debate público.