lunes, 23 de febrero de 2015

Proactividad en la defensa de la investigación animal - DiarioMedico.com

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INFORME DE COSCE

Proactividad en la defensa de la investigación animal

Un informe de la Cosce defiende la necesidad de convencer a sociedad y administraciones de no frenar los ensayos con animales y de difundir el porqué.
José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es   |  23/02/2015 00:00
Lluis Montoliu
Lluis Montoliu, investigador del CNB y uno de los autores del informe. (DM)
La investigación con animales es un tema recurrente de debate. Es necesaria, pero ¿hasta dónde debe llegar? El penúltimo intento de poner en valor una investigación (siempre reglada y ética) corresponde a la publicación de un informe de la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce).
La regulación europea, que España traspuso hace un par de años, camina hacia una mayor protección de los modelos animales, y la comunidad científica es consciente de que el bienestar animal es un factor clave. Por ello, se persigue la ley de las tres erres: reducción (valerse de los menos animales posibles), refinamiento (modificación de su uso buscando menos dolor y angustia animal) y reemplazo (utilizar invertebrados en vez de vertebrados, o métodos in vitro y bio informáticos en vez de animales).
  • "Queremos que se conozca mejor y se hable más de los beneficios de la investigación con animales. Ha faltado en la comunidad científica labor divulgativa previa"
Las tres 'erres'
Lluis Montoliu, investigador en el Centro Nacional de Biotecnología y del Comité de Ética del CSIC, ya señaló a este periódico hace siete años la importancia de perseguir estas tres erres aunque insiste, como hizo entonces, en la dificultad de obtener los mismos resultados sin el uso de modelos animales, principalmente murinos. Frente a los sectores que radicalizan el intento de no utilizar animales en la investigación, pide prudencia y deja claro que, siempre respetando normas éticas y legales, son la mejor vía para obtener progresos en la lucha contra enfermedades humanas.
El informe de la Cosce pide mejorar la información en torno al uso de animales en investigación, concienciar a sociedad y autoridades del riesgo que supone oponerse a este uso, y pone sobre la mesa los beneficios de esta vía de estudio.
  • "Debemos ser más proactivos ante prosibles ataques a esta vía de investigación. Es útil y necesario utilizar modelos animales: está reglado, somos éticos y no la usamos porque sí"
Montoliu explica a DM que la intención es adelantarse a posibles problemas que España aún apenas sufre, pero que en Europa tienen ya cierto peso, como la fuerza de los colectivos que luchan de forma radical contra el uso de animales en investigación: "Queremos que se conozca mejor y se hable más de los beneficios de la investigación con animales. Ha faltado labor divulgativa previa".
No se hace 'porque sí'
En la redacción del texto se han unido la Cosce, OPI, universidades, asociaciones de pacientes... con el objetivo de poner sobre la mesa una iniciativa homóloga a la Understanding Animal Research británica. Montoliu pide "ser más proactivos ante prosibles problemas o ataques a esta vía de investigación. Es útil y necesario utilizar modelos animales: está reglado, somos éticos y no lo hacemos porque sí".
  • "Buscamos, como sucede en otros países, más actividades de divulgación, explicaciones en medios de comunicación, y generar debate político y social: es necesario"
El informe recuerda que "por ley, no deben usarse animales en un proyecto si se dispone de técnicas viables que no requieran su uso", como cultivos celulares, simulaciones bioinformáticas o voluntarios humanos, y añade: "Los científicos tienen obligaciones éticas, económicas y jurídicas para usar animales sólo cuando es necesario".
Cita el caso británico, donde se ha reducido su uso a la mitad en los últimos 30 años, y finaliza: "Los científicos son los primeros en intentar evitar y minimizar el sufrimiento animal, ya que la investigación en animales estresados tiene altas probabilidades de producir resultados no fiables. Además, todas las investigaciones deben pasar una evaluación ética que decide si está justificada; los protocolos experimentales tienen que ser aprobados por una serie de comisiones independientes en las que participan, además de expertos en ética, investigadores biomédicos y veterinarios que garantizan que se apliquen los estándares de bienestar animal".
La guinda a su defensa apunta a la imposibilidad de lograr avances "en enfermedades como Alzheimer, cáncer, artrosis o fibrosis quística" sin el uso de animales. Montoliu ve un futuro más proactivo: "Buscamos, como sucede en otros países, más actividades de divulgación, explicaciones en medios de comunicación, debate político y social..."

Los científicos buscan blindar el estudio de modelos animales, siempre ético y reglado

Referencia 'basilea' 
La 'Declaración de Basilea' de 2010, que la Cosce apoya en su informe, defiende que, a pesar de otros métodos también útiles, los animales de experimentación deben seguir siendo
esenciales en el futuro de la investigación biomédica.
Valorar qué se toca 
El informe defiende los estudios con animales así: "El respeto hacia los animales es compatible con el valor del conocimiento. Respetar no es no tocar: es valorar, comprender y estimar lo que se toca, y hacerse responsable de lo que se toca".
Responsable social 
La Cosce señala que "el hombre de ciencia queda vinculado con sus resultados. El avance científico-tecnológico ha abierto un nuevo espectro de compromisos y el investigador ya no debe ignorar que su papel entraña responsabilidadad social".

Los científicos 'lidian' con una norma "más farragosa"

Como ya informó este periódico, España traspuso hace dos años una nueva directiva europea sobre investigación biomédica  que, según Lluis Montoliu, aumenta la protección animal y persigue una reducción en el uso de estos modelos, pero que, al mismo tiempo, ralentiza la investigación.
Pasados dos años, el investigador reconoce que los científicos se van adaptando a un modelo menos directo y más burocrático, en el que deben mirar más a largo plazo al iniciar y gestionar proyectos que incluyan el uso de animales.
¿Conflicto de interés?
Uno de los principales problemas de la trasposición era el hecho de que un centro de investigación no pudiera valerse de su propio comité de ética para aprobar una investigación, un cambio que buscaba luchar contra los conflictos de interés.
Por ello, España creó "algo inédito en Europa," un organismo intermedio de aprobación de proyectos, que mediaba entre las decisiones de los centros y las de las autonomías (que pasaron a ser la autoridad competente tras la trasposición): "Era una interpretación muy estricta que causó un bloqueo en 2013 de la aprobación de investigaciones".
Los OPI y los ministerios de Economía y Agricultura protestaron contra estos retrasos y, finalmente, las autonomías dieron marcha atrás y dejaron que los propios centro de investigación dieran luz verde (o roja) a sus proyectos a través de sus comités de ética.
Superado el bloqueo, Montoliu señala que los científicos aún pugnan por adaptarse "a un modelo más farragoso, menos dinámico, en el que hay mucha más información: cuando nos adaptemos del todo, la gestión de la investigación mejorará".

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