El 'turismo sanitario', a punto de despegar

Lento pero seguro, España empieza a posicionarse en el mercado del paciente extranjero, especialmente en la UE. Para crecer es preciso tener más visibilidad en mercados emergentes, como Rusia, China y Oriente Medio. Transparencia y más respaldo político, tanto económico como legal, son las principales peticiones del sector.

Rosalía Sierra. Madrid | rsierra@diariomedico.com | 25/01/2016 00:00

La reciente crisis económica en España dibujó el turismo de salud como la solución a los problemas de ingresos de los prestadores de servicios sanitarios privados. Años después, lo que estaba llamado a convertirse en El Dorado, se ha convertido más bien en la fiebre del oro: los ríos de turistas arrastran pepitas para todos, pero sólo los más avispados remontan la corriente para encontrar el verdadero yacimiento.

"Se esperaba un crecimiento exponencial del turismo de salud, pero no es eso lo que está pasando. Muchas empresas y gobiernos, de Europa y de otros continentes, han invertido fuertes sumas esperando rápidos retornos que no llegan aún", explicó Keith Pollard, CEO de Intuition Communication, que presentó la pasada semana en Fitur Salud una visión general sobre el mercado del turismo sanitario.

El mercado europeo está descendiendo. Por ejemplo, el número de pacientes del Reino Unido que se tratan fuera de sus fronteras comenzó a reducirse en 2014

Esta Feria Internacional de Turismo, celebrada en Madrid, ha acogido por segundo año consecutivo Fitur Salud, dedicada exclusivamente a este sector, algo que, en opinión de Pollard, "es una buena noticia para España, igual que lo es la próxima celebración en Madrid del International Medical Travel Summit, la feria de turismo sanitario más importante del mundo.

El caso es que, aunque no tanto como se esperaba, las cifras empiezan a respaldar la apuesta del sector privado español, aglutinado en el cluster Spaincares, por elturismo de salud: el año pasado se facturaron por este concepto en torno a 500 millones de euros, y el crecimiento se encuentra próximo al 20 por ciento anual.

Menos turistas
Las razones de este crecimiento no están, no obstante, en la captación de pacientes: "Durante la última década, el número de turistas de salud se ha reducido un 7 por ciento, pero el gasto medio por paciente se ha incrementado un 26 por ciento", según Antonio Hernández, socio de KPMG.
Por tanto, aún queda mucho camino por recorrer en la captación de esos pacientes que, por el momento, prefieren otros destinos.

Y es que, según un estudio del International Medical Travel Journal, España se encuentra en el puesto 12 en lo que a recepción de pacientes extranjeros se refiere, y tiene una cuota del 13 por ciento del turismo de salud en Europa; no obstante, nuestro país es el tercero del mundo en volumen de turistas, por lo que falta encajar ambos sectores.

"Tenemos la infraestructura turística y la sanitaria, pero aún no se nos conoce lo suficiente fuera. Si no conseguimos cambiar la imagen de España en el exterior, de playa y toros, no podremos ofrecer intervenciones de alta complejidad", se lamenta Carlos Rus, secretario general de Spaincares.
En este punto, Pollard considera que la gran baza de España está "en contar con una alta calidad clínica a un menor coste que otros países". Además, según una encuesta realizada en Reino Unido, "el 86 por ciento de los pacientes se consideran satisfechos o muy satisfechos".

Antoni Arias, secretario general de Barcelona Medical Agency, entona un mea culpa: "No nos conocen porque hemos vivido mirando nuestro ombligo, sin pensar en que podíamos exportar conocimiento". Para resolver este problema, Arias apuesta por "realizar acciones de marketing que promocionen nuestros centros, profesionales y experiencia".

Otra razón para esta falta de proyección internacional es esgrimida por Jesús Burgos, consejero de Tourism & Health Costa del Sol: "Los profesionales han diferenciado mucho siempre su actividad pública de la privada, cuando todo cuenta, es preciso sumar".
Y es que uno de los requisitos que un paciente extranjero reclama es saber quién le va a tratar y qué experiencia tiene: "Debemos ofrecer transparencia en nuestros resultados, tanto de centros como de profesionales", sostiene Rus.

Presencia permanente
A su juicio, el pilar fundamental para aumentar el conocimiento que el potencial paciente tiene de España es "tener presencia permanente fuera, no basta con ir a ferias". Y, para eso, es preciso incrementar la financiación: "Los centros hospitalarios están realizando una fuerte inversión, ya empezamos a creérnoslo, pero necesitamos más apoyo público. Tenemos un buen respaldo institucional y económico del Gobierno, en torno al millón y medio de euros, pero necesitamos crecer mucho más, hasta aproximadamente los ocho millones, si queremos afrontar nuevos mercados".
Asimismo "tenemos que establecer alianzas estratégicas, con centros extranjeros, para intercambiar profesionales y que se corra la voz de nuestra calidad, y realizar incluso acuerdos de tipo económico, por ejemplo dando participación en nuestros grupos hospitalarios a inversores extranjeros".

Pero ya no basta con mirar más allá de nuestras fronteras. Hay que ir mucho más lejos: "Europa es el mercado que menos está creciendo, y el que menos va a crecer durante los próximos años", explica Hernández. De hecho, según detalló Pollard, el número de pacientes del Reino Unido que se tratan fuera de su país experimentó un crecimiento moderado hasta 2013, decreciendo a partir de 2014.

Mercados emergentesLas principales oportunidades están en los países emergentes o de gran poder adquisitivo, como los de Hispanoamérica, Oriente Medio, Rusia y China. "En este momento, la clase media china supone un tercio de la población, pero en unos años se duplicará: el foco claro está en Asia", afirma Hernández.

Una traba a estos nuevos mercados está "en los visados que necesitan los pacientes para venir", dice Rus, que confía en que nuestro país desarrolle políticas similares "a las que ya se están poniendo en marcha en países como Alemania o Grecia, que tienen visados especiales para turistas de salud".

Para abrirse paso en estos mercados, es preciso robarle los pacientes a los tradicionalmente receptores. Por ejemplo, "los pacientes del Magreb suelen ir a Francia, y debemos captarlos, no dejar que nos sobrevuelen", reconoce Burgos, especialmente ahora que los magrebíes tienen peor imagen en el país vecino tras los atentados de París.

Del mismo modo, "el mercado ruso tradicionalmente es un gran emisor de pacientes hacia Turquía; ahora que las relaciones entre ambos países no son las mejores debemos aprovechar para posicionarnos. No podemos desperdiciar las oportunidades que tenemos, porque si lo hacemos puede que perdamos el tren para siempre".