OPINIÓN
Es necesario tomar medidas decididas
La identificación precoz de las personas que requieren atención paliativa pone sobre la mesa el reto de formar y reorganizar los equipos asistenciales para dar respuesta.
Carles Blay | 22/02/2016 00:00
A finales del siglo pasado apareció una nueva corriente transformadora de los cuidados paliativos que supera la concepción dicotómica por la cual los pacientes son tributarios de enfoques únicamente curativos o de control de su patología hasta alcanzar un momento evolutivo, cercano al momento de la muerte, en que la opción alternativa, exclusiva, pasa a ser la paliación.
La nueva propuesta entiende las necesidades paliativas como una dimensión clínica que crece -de manera silente, dinámica y evolutiva- a medida que la complejidad progresa en el continuumde la cronicidad.
El impacto epistemológico de esta propuesta reforma varios de los paradigmas que sustentan el ejercicio convencional de las profesiones sanitarias y supone un reto relevante para los sistemas de salud.
Un reto que matiza la intención curativa hegemónica y que, en consecuencia, cuestiona parte de las prácticas avanzadas que se llevan a cabo. Y lo hace precisamente en las personas más vulnerables en términos de salud, discutiendo el paternalismo profesional, anteponiéndole el marco de valores y preferencias de las personas, y anticipando la mirada paliativa hasta ubicarla meses-años antes del previsible momento de la muerte.
La identificación del target de pacientes y del modelo de atención a aplicarles suponen los retos obvios y más relevantes.
En este sentido, la estrategia de cronicidad de Cataluña acoge el instrumento Necpal como un facilitador sólido para reconocer personas con enfermedades avanzadas y posibilitar una orientación paliativa adecuada y progresivamente predominante, donde emergen nuevas necesidades espirituales y psicosociales. Todo ello en un contexto donde el pronóstico de vida es limitado y aparecen situaciones de alta complejidad en las que la planificación de decisiones anticipadas es la estrategia que permite la toma de decisiones.
Los estudios epidemiológicos llevados a cabo demuestran la ubicuidad sistémica de los pacientes con necesidades paliativas: están en todos los dispositivos asistenciales y son atendidos por todos los perfiles profesionales.
Así, la adopción de políticas de atención a la enfermedad avanzada supone, posiblemente, el desafío más evidente de los sistemas sanitarios y sociales para ejercer sin complejos una atención integral -centrada en las necesidades, valores y preferencias de las personas y familias- e integrada, donde las organizaciones y los profesionales trabajan colaborativamente para que se lleven a cabo las acciones asistenciales que se derivan de planes proactivos de atención.
En este contexto, las propuestas que aporta la estrategia Necpal han supuesto una contribución muy importante en el Modelo de atención a la cronicidad avanzada (MACA) que se ha desarrollado en Cataluña bajo los auspicios del Plan de Salud 2011-2015 y que ha permitido que, a fecha de hoy, casi 50.000 ciudadanos de nuestra comunidad autónoma, aquellos en situación de mayor fragilidad, hayan sido atendidos mejor.
Pero es importante destacar que esto está exigiendo la adopción de actuaciones decididas en formación de los profesionales, en rediseño de los equipos asistenciales y en integración asistencial. Es un gran reto, sin lugar a dudas... pero el tema lo merece.
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