TRIBUNA DE OPINIÓN
¿Se puede prevenir el colapso de las Urgencias?
El potencial de tecnologías de datos como el big data y la inteligencia artificial no se limitan a mejorar la asistencia, sino que también ayudan a hacer el sistema más eficiente y mejor gestionado. Y las empresas proveedoras, a juicio del autor, deben verlo.
Ignacio López Ordóñez, director de Pharma Bussines de Devoteam Drago | 09/05/2018 17:00
Ignacio López Ordóñez, director de Pharma Bussines de Devoteam Drago. (Devoteam Drago)
La salud, al igual que está sucediendo con otros sectores en España, se está sumando poco a poco a la transformación digital. La sanidad se ha dado cuenta de las grandes ventajas y beneficios que tiene el saltar al terreno digital, tales como el aumento de la productividad, la reducción de los costes y la posibilidad de ofrecer una mejor atención, servicio y diagnóstico al paciente. Las empresas especializadas que conviven diariamente con médicos, farmacias y clientes, están empezando a ser conscientes de que la tecnología se va a convertir, tarde o temprano, en la piedra angular de su actividad.
En el mundo farma la legislación es muy importante y cuenta con un tipo de normativa muy restrictiva, por lo que a día de hoy se hace impensable prescindir de la figura del profesional de la Medicina. Sin embargo, la atención primaria, tal y como la concebimos actualmente, va a sufrir un profundo cambio en los próximos años ya que los médicos tendrán que coexistir con una intervención de los pacientes cada vez mayor tanto en los niveles de diagnóstico como en los terapéuticos debido a la gran información que está a su disposición. En este sentido, desde Devoteam Drago estamos viviendo cómo la potencialidad que ofrecen el big data, el internet de las cosas, la inteligencia artificial y el machine learning está generando ya profundos cambios, centrados tanto en la asistencia a pacientes como en la prevención de enfermedades y en la gestión de los hospitales.
Todas estas tecnologías usadas de manera conjunta van a mejorar el servicio al paciente, en cuanto a que ayudarán a los profesionales a mejorar sus diagnósticos y a adaptar sus tratamientos a las necesidades y perfil específico de cada uno. Es el caso del internet de las cosas, que con el uso de sensores o wearables permite controlar las variables del paciente y almacenar los datos en la nube; el de la inteligencia artificial y el machine learning, que gracias al análisis de grandes cantidades de datos y a las técnicas de imagen están forzando un cambio de modelo en el sector sanitario hacia la medicina especializada, y el de la realidad virtual, que está permitiendo la rehabilitación de pacientes con dificultades de movilidad, el tratamiento de trastornos psicológicos, así como la formación a profesionales a través de la simulación de cirugías virtuales.
Está claro que la evolución digital se traduce en ventajas para el paciente, pero también se ve reflejada en el día a día de los hospitales y en la reducción de los costes, gracias a la digitalización de los procesos y a la automatización de una gran parte de las tareas que hasta ahora tenía que desempeñar el propio personal. Con el paso del tiempo, y cada vez más, iremos viendo cómo es posible que, cruzando distintos datos, incluso se pueda prevenir el colapso de las Urgencias de los hospitales ante casos como la gripe.
Aún queda mucho por hacer hasta conseguir que el sector sanitario y farmacéutico lleguen a este punto y sean digitales, pero las grandes empresas se están dando cuenta de que invertir en este tipo de tecnologías es vital para ellas. En los próximos años, una compañía que no se focalice en el paciente, que no vaya a una medicina personalizable, que no intente aplicar la tecnología y darle herramientas de ayuda al médico y al paciente, no va a encontrar su lugar en el mundo.
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