Salud aún no ha pagado el corazón artificial del hombre fallecido

La empresa proveedora del aparato lamenta que el monto ascienda a 100.000 euros

Ferran Balsells Barcelona 23 FEB 2012 - 21:07 CET

La Generalitat no ha pagado aún el corazón artificial colocado en noviembre en el Hospital de Bellvitge al paciente que falleció esta semana. Así lo ha revelado hoy el vicepresidente de la empresa de soluciones hospitalarias Palez, Joan Knuth, que proporcionó el aparato.
Knuth ha expresado esta queja este jueves en un coloquio en Barcelona con representantes del departamento de Salud, de los usuarios del sistema sanitario, de sindicatos y de instituciones colegiales en una charla que ha incomodado a los representantes de la Generalitat.
"Nosotros ya hemos tenido que pagar el coste de la producción de la máquina a nuestros proveedores y aún no la hemos podido cobrar a la Generalitat", ha destacado el directivo, quien ha lamentado el fallecimiento del receptor del dispositivo.

Nosotros ya hemos tenido que pagar a nuestros proveedores y aún no hemos cobrado

Vicepresidente de la empresa Palez

El directivo se ha quejado de que la Generalitat ni siquiera les ha autorizado a facturar el corazón del hombre pese a que este ya ha fallecido. El vicepresidente de Palex ha mencionado este caso como un ejemplo de los numerosos impagos por parte de la Generalitat a las farmacéuticas y empresas proveedoras de maquinaria hospitalaria, que, en su opinión, afectan a la viabilidad de estas compañías.
Esta compañía proporcionó el dispositivo que el pasado 29 de noviembre los doctores de Bellvitge instalaron en Eufemio García, lo que lo convirtió en el primer hombre de Cataluña que podía hacer vida normal en su domicilio con un corazón artificial.

La máquina se implantó el pasado noviembre, hace unos tres meses

El dispositivo, llamado Incor y que tiene un coste de 100.000 euros, no sustituye al corazón entero: es una turbina que complementa la función de bomba que realiza el ventrículo izquierdo, extrayendo sangre para llevarla a la aorta torácica con un flujo continuo.
Todo el sistema es intracorpóreo excepto un cable que sale por el abdomen y que está conectado a una unidad de control y a dos baterías con una autonomía de hasta 5 horas y media cada una.
El receptor de este corazón, Eufemio García, murió el pasado día 20, precisamente un día después de que su caso fuera presentado a los medios de comunicación como un hito médico.
El secretario de Estrategia y Coordinación del Departamento de Salud, Francesc Sancho, ha señalado que si en algún sitio se paga a los proveedores con medias "suficientemente aceptables" es en Cataluña

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