Esade-La Caixa: varón, jubilado, de renta baja, de derechas y con pocos estudios, el que más confía en la sanidad

Según el Índice de Confianza Esade-La Caixa, presentado este martes, el retrato robot de la persona con menor confianza en la sanidad española sería: mujer, joven, trabajadora, de izquierdas, de renta alta y con estudios superiores.

José A. Plaza | 04/07/2017 09:08

Trinidad Jiménez, Isabel Fuentes, Francisco Longo y Guillem López Casasnovas, este martes en CaixaForum Madrid, en la presentación delÍndice de Confianza Esade-La Caixa. (DM)

El espacio CaixaForum de Madrid ha acogido este martes la presentación del Índice de Confianza Social Esade-La Caixa, acto en el que se ha debatido en torno al estado de salud del sistema sanitario español. La valoración ciudadana queda por debajo de 100 (sobre 200), lo que se traduciría en un suspenso en el nivel de confianza.

La exministra de Sanidad Trinidad Jiménez (directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos en Telefónica), el economista de la salud Guillem López Casasnovas (profesor de la Universidad Pompeu Fabra), Francisco Longo (director general adjunto de Esade) e Isabel Fuentes (directora de CaixaForum Madrid ) han participado en la presentación.

El índice de confianza social Esade se publica semestralmente y, según los últimos resultados (es la séptima edición), la confianza de los ciudadanos en la sanidad se ha puntuado con un 84,2 sobre 200, lo que supone un muy leve descenso (de 0,7 puntos) frente a la oleada anterior. Se trata, en todo caso, del tercer descenso consecutivo según esta medición.

Una de las variables estudiadas, la sanidad, muestra que la confianza es mayor entre los hombres que las mujeres (87 -sobre 200- frente a 81,7), y que las personas de mayor edad, especialmente los jubilados, son las que más confianza muestran en el sistema sanitario. De hecho, sólo los jubilados superan, por rango de edad, los 100 puntos de confianza.

El índice se ha establecido con entrevistas a más de mil personas estratificadas por edad, lugar de residencia y sexo. Las preguntas, que indagan sobre la opinión del encuestado sobre el estado actual de los nueve indicadores y sus expectativas, se basa en respuesta sencillas tipo mejor o peor. El 0 sería una situación de total desconfianza, el 100 el punto de equilibrio y el 200el grado máximo de confianza.

Retrato robot

Según ideología política, las personas afines a la izquierda son, según este índice, mucho más críticas con el estado actual de la sanidad (63 puntos sobre 200) que las personas más cercanas a la derecha (casi 103 puntos).

Además, la confianza de los españoles, según la medición de Esade y La Caixa, disminuye cuanto mayores son los ingresos en el hogar. El índice también señala igualmente que, cuanto más alto y avanzado es el nivel educativo, menor es la cofianza en el sistema sanitario.

De esta forma, el retrato robot de la persona que más confía en el sistema sería: hombre, adulto (jubilado), sin estudios o sólo con estusios primarios, con filiación política de derechas y con una renta inferior a mil euros. Por contra, una mujer joven, de izquierdas, trabajadora, de renta alta y con estudios superiores representaría la imagen de la persona más crítica con el estado actual de la sanidad española.

¿Qué dicen los expertos?

López Casasnovas ha dicho que "cualquier actuación en sanidad genera ahora rebote, y es algo comprensible, porque la población lo ha pasado mal durante la crisis". Pese a ello, ha hablado de intereses políticos y sociales en el imporgante "voto protesta" que observa hoy día en la sanidad: "Afortunadamente, la salud depende de muchas más cosas que la inversión sanitaria", ha añadido.

Ha pedido un "radar" capaz de descifrar qué innovaciones son necesarias y asequibles para el sistema, y ha dejado esta reflexión: "La austeridad salarial no mata. No digo que sea buena para la salud, pero hay que deshacer esa idea. Lo que mata es el paro, la pobreza, la exclusión, no una bajada de nómina del 3 por ciento entre los profesionales".

Jiménez ha coincidido con López Casasnovas en el ingrediente de "voto social de protesta" y se ha mostrado "muy sorprendida por los resultados. Veo que las cifras muestran que está pasando algo más allá de la inversión y la gestión. Hay un claro voto de protesta ciudadana". A su juicio, "es paradójico que sea el joven de izquierda quienes dan la valoración más baja".

"Están explotando las costuras del sistema. Sigue siendo un buen ejemplo y se le valora bien, pero no se puede sostener con este gasto por debajo del 6 por ciento", ha continuado la exministra. A su juicio, la exclusión de colectivos como los inmigrantes sin papeles y los jóvenes que abandonan temporalmente el país (fraguada en el Real Decreto 16/2012), "generó una protesta social que ha contaminado el sistema".