jueves, 24 de enero de 2013

“Un comité debe buscar valores comunes” | Sociedad | EL PAÍS

“Un comité debe buscar valores comunes” | Sociedad | EL PAÍS

ADELA CORTINA Catedrática de Ética y Filosofía Política

“Un comité debe buscar valores comunes”

 
Adela Cortina.
 
Los debates éticos son de una gran envergadura, pues deben tener en cuenta los datos que aporta la ciencia sobre realidades muy complejas junto a cuestiones que tienen que ver con los valores y las creencias. Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, es una autoridad reconocida en España en cuestiones de Ética.


Pregunta. ¿Qué utilidad tienen los comités de bioética en la deliberación democrática?
Respuesta. Son imprescindibles. En temas especializados como estos los expertos han de transmitir sus puntos de vista a la opinión pública y a los políticos, después de haber deliberado a fondo sobre ellos. Y sobre todo, han de ofrecer los argumentos en que apoyan su posición. Las gentes nos formamos nuestra opinión escuchando a otros, reflexionando y calibrando razones. Contar con las de los expertos es fundamental. Forma parte de su compromiso público.


P. ¿Cómo debería ser un comité para ser representativo?
R. Sus miembros deberían ser competentes en la materia, representar distintas posiciones de la sociedad, ser gente abierta, dispuesta al diálogo, a dar argumentos y escuchar los de los demás, y a cambiar de opinión si esos argumentos resultan convincentes. Y en el caso de un comité nacional de bioética, deben esforzarse por encontrar el punto de vista propio de una ética cívica, que contiene los valores éticos compartidos por los distintos grupos de la sociedad. Eso no significa que al final no haya votos particulares, precisamente porque la sociedad es plural, pero tratar de encontrar lo común es necesario.


P. ¿Es importante el pluralismo?
R. Es imprescindible, aunque muy difícil de practicar en la deliberación y en la vida corriente. Exige partir de la base de que los demás pueden tener cosas importantes que aportar, que no se puede descubrir qué es lo justo en solitario. También exige no poner etiquetas a los interlocutores, como “carca” o “progre”, desautorizándoles de entrada, sino tratar de escuchar sus argumentos y trabajar desde los valores éticos para ver hasta dónde podemos llegar juntos. Todo esto es dificilísimo para todos los grupos sociales sin excepción, pero es necesario para tener una sociedad pluralista, por eso hay que esforzarse para lograrlo.


P. ¿Han de expresarse las diferentes sensibilidades?
R. Por supuesto. Pero creo que hoy es necesario pertrecharse de buenos argumentos y aducirlos, argumentos que unos y otros podamos comprender y tal vez aceptar. Los argumentos estarán impregnados de emociones, claro, porque la razón humana es sentiente, pero no hay que dejarlo todo en manos de las emociones, que son muy fáciles de manipular.

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