jueves, 27 de mayo de 2010
La SEN destaca que el avance del diagnóstico precoz de la esclerosis múltiple...
EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
La SEN destaca que el avance del diagnóstico precoz de la esclerosis múltiple, que gracias a la cada vez mejor coordinación con la AP llega al 70 por ciento de los pacientes
Antonio Pais
En el Día Mundial de la enfermedad (26 de mayo), en un seminario celebrado en Málaga y organizado por la Sociedad, ANIS y Biogen Idec, los expertos destacan que el futuro pasa tanto por las nuevas técnicas como por la terapia celular y por las terapias combinadas de fármacos
Málaga (28-5-10).- La esclerosis múltiple, una enfermedad inflamatoria, desmielinizante y neurodegenerativa, afecta en el mundo a más de dos millones de personas, 40.00 de las cuales viven en España. En nuestro país, cuatro nuevos casos por cada 100.000 habitantes son diagnosticados cada año, lo que habla de que la incidencia se ha incrementado en los últimos años. Aunque los expertos reunidos, con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (26 de mayo), en el III Seminario para Medios de Comunicación, ‘Evolución en el diagnóstico y tratamiento de la EM, organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), la Sociedad Española de Neurología (SEN) y Biogen Idec, han destacado los avances en el diagnóstico precoz de la enfermedad.
Así, tanto Óscar Fernández, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga, coordinador del seminario, como Celia Oreja-Guevara, coordinadora del grupo de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN, se han referido al dato de que en España la detección precoz de la enfermedad llega ya aproximadamente al 70 por ciento de los pacientes. Y en esto, como ha destacado la doctora Oreja-Guevara, es fundamental la mejora en la colaboración entre el médico de Atención Primaria con el neurólogo.
“Es una cuestión muy importante para la SEN, que cada año en su congreso trata de promocionar e intensificar estos puntos de encuentro entre los profesionales de los dos ámbitos asistenciales, una iniciativa que se extiende a otras patologías. Se trata de que el paciente de EM llegue cuanto antes al especialista, y en eso es fundamental la detección precoz en AP (tras sufrir el paciente el primer brote de la enfermedad). Del mismo modo, el especialista, una vez diagnosticado el paciente, debe mantener la relación con el médico de AP y realizar indicaciones sobre su tratamiento”, ha indicado.
Celia Oreja-Guevara se ha referido a experiencias como el ensayo de colaboración DETEM, para ayudar a los profesionales de AP a la detección de los síntomas de la enfermedad, o a grupos de trabajo con médicos de los dos niveles asistenciales como el desarrollado en Bilbao, “un grupo ya oficial y muy avanzado en esta cuestión de que el paciente vaya cuanto antes al especialista: cuantos menos episodios neurológicos (brotes) tenga el paciente, menos secuelas de tipo neurológico va a tener; es muy importante poder empezar a tratar la enfermedad cuanto antes con fármacos capaces de cambiar el curso y la evolución de la enfermedad”.
Pruebas diagnósticas
En su intervención, la coordinadora del grupo de trabajo de la SEN se ha referido asimismo al avance en las pruebas diagnósticas: la resonancia magnética (para la que habitualmente se usan aparatos de 1.5 Teslas, pero ya han empezado a surgir otros con una resolución mucho mayor, del 3.0, y en un futuro breve se llegará a las de 7, con lo que se determinarán mucho mejor las lesiones desmielinizantes), la punción lumbar y los potenciales evocados, junto a otra técnica que se está empezando a extender: la tomografía de coherencia óptica (OTC).
La OTC es una prueba oftalmológica que se está empezando a usar para el diagnóstico de las neuritis ópticas y que, según destaca la doctora Oreja-Guevara, “probablemente servirá para determinar el pronóstico y la evolución de la enfermedad”. Mide el espesor de la capa de las fibras nerviosas de la retina que están en conexión con el nervio óptico; es una técnica no invasiva e indolora, y de corta duración.
El futuro
Óscar Fernández ha sido tajante al resumir que “el futuro, pero un futuro inmediato, de meses” en el tratamiento de la EM pasa por el uso de terapias combinadas de fármacos”. Es decir, combinar fármacos orales (hay una batería de nuevos fármacos que están ya en fases clínicas muy avanzadas) con los inyectables. “De momento, con los nuevos fármacos hay ensayos clínicos con evidencias débiles, no se conoce bien dónde actúa cada fármaco, pero muy favorables en cuanto a eficacia y seguridad: reducen la inflamación y favorecen la regeneración”, señala.
“Si vamos desde las terapias mejor conocidas a las menos tóxicas hacia las terapias menos conocidas y más tóxicas, podemos clasificar el arsenal terapéutico en cuatro líneas: en la primera están los inmunomoduladores; en la segunda, los inmunosupresores; en la tercera, la terapia combinada y el trasplante antólogo de médula ósea; y en la cuarta, las terapias menos desarrolladas como la neuroprotección y la terapia con células madre.
Respecto a esta última línea terapéutica, que aún no está avanzada (su eficacia y toxicidad están aún por determinar), el doctor Fernández se ha referido a que el estudio sobre terapia celular está dentro del Proyecto Andaluz de Terapias Avanzadas. Es la primera utilización en humanos de células madre por vía intravenosa y ya tiene pacientes “en lista de espera, deseando usarla”.
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