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ESPAÑA
el chus PRESENTA SU MODELO, QUE SERÁ REFERENCIA
Gestión integral para reducir a la mitad los ingresos por IC
El Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela reducirá a la mitad los ingresos hospitalarios por insuficiencia cardiaca gracias a la gestión integral, que aglutina a médicos de ambos niveles asistenciales y urgencias, así como a profesionales de enfermería.
María R. Lagoa. Vigo - Miércoles, 23 de Junio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
"Los programas integrales de insuficiencia cardiaca (IC) constituyen una urgencia sanitaria por los beneficios que reportan al paciente y por el ahorro del coste económico". La vehemente aseveración, que sintetiza los objetivos, ha sido realizada por el director del Área de Gestión Clínica Cardiovascular del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), José Ramón González Juanatey, que participará en una presentación del proceso a los profesionales, junto a los gerentes del CHUS y de Atención Primaria del área compostelana, Rosa Bermejo y Javier Ventoso.
El programa aglutina a cardiólogos, médicos internistas, médicos de urgencias hospitalarias y extrahospitalarias, médicos de atención primaria y enfermería. Precisamente, González Juanatey ha apuntado a la integración de enfermería, como "una de las grandes virtudes de nuestro proceso". El seguimiento que hace de los enfermos resulta muy útil para controlar las inestabilizaciones, frecuentes en esta enfermedad.
Integrar en un único proceso los protocolos y la participación de enfermería en su elaboración son los elementos clave del proyecto
Otro de los beneficios es que aumenta la seguridad del paciente y su familia porque se establece una comunicación inmediata entre los distintos actores implicados que favorece una intervención inmediata: "Las enfermeras contactan periódicamente con los pacientes inestables y la familia tiene un teléfono al que llamar".
La insuficiencia cardiaca es la primera causa de gasto sanitario y la primera de ingresos hospitalarios en mayores de 60 años, según el responsable del Área Cardiovascular del CHUS. Cada enfermo tiene una media de dos o tres ingresos anuales. El CHUS lleva un año aplicando un proceso integral en el nivel de especializada y ha logrado reducir los ingresos un 40 por ciento, y la mortalidad un 20 por ciento. Con la extensión al primer nivel espera llegar al 50 y 30 por ciento, respectivamente.
Organización
La primera visita del paciente y el diagnóstico inicial corren por cuenta de Cardiología, que sólo sigue a los pacientes más complejos -pendientes de cirugía o con dispositivos especiales-, Medicina Interna hace un seguimiento de las inestabilizaciones, y los facultativos de primaria, el control ambulatorio.
Todo el seguimiento pivota en enfermería. El equipo del área de Santiago, que ha editado un libro que describe las características del proceso, está formado por dos cardiólogos a dedicación completa, dos internistas, tres enfermeras en primaria para coordinar los centros de salud con atención especializada y dos enfermeras más en el hospital. Todos los galenos del primer nivel y de los puntos de atención continuada están al tanto del programa. Cuando un paciente llega a urgencias del hospital, una vez evaluado por el médico de este servicio, un internista o un cardiólogo del proceso se hace cargo del caso.
Para Juanatey, la principal dificultad ha sido que cada nivel tenía sus propios protocolos. Integrar en un único proceso los protocolos y dar entrada en su elaboración a médicos de primaria y urgencias, y a la enfermería, han sido elementos clave. "Otros factores esenciales son una comunicación ágil e indicadores para medir cada seis meses". En Santiago, estos indicadores son ingresos hospitalarios, rehospitalizaciones, mortalidad, tratamiento óptimo, contactos con la enfermería de los pacientes y el número de enfermos que recurren a los programas de educación.
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