DiarioMedico.com
ESPAÑA
Los beneficios de la medicina individualizada, de nuevo a debate
El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza ha acogido una jornada sobre “Farmacogenética y Medicina Genómica”, en la que se han tratado los principales avances y retos en la aplicación clínica de la medicina individualizada, así como sus repercusiones legales, éticas y económicas. La reunión ha sido organizada por el Servicio de Farmacia del Hospital Miguel Servet, y ha contado con la colaboración del Instituto Roche.
Redacción - Martes, 22 de Junio de 2010 - Actualizado a las 10:19h.
Se necesita un cambio en los modelos organizativos y de gestión hospitalaria e implantar un nuevo modelo de negocio con la industria farmacéutica
Para Reyes Abad, coordinadora de la reunión y jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Miguel Servet, no cabe duda de que “los avances que se producen día a día en la identificación de marcadores biológicos y en el desarrollo de métodos de diagnóstico molecular permiten el diseño de tratamientos acordes con el perfil genético de cada paciente y dan lugar a fármacos más eficaces y más seguros”. Sin embargo, advierte, para que se produzca una aplicación efectiva de la farmacogenética “hay que incidir en la formación de los profesionales para identificar los pacientes y situaciones que pueden beneficiarse del análisis genético”.
Alfonso Domínguez-Gil Hurlé, Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, cree que “se está comprobado que el conocimiento farmacogenético es capaz de contribuir a mejorar la eficacia y seguridad de muchos tratamientos farmacológicos, reduciendo los fracasos terapéuticos y los efectos adversos”. En definitiva, posibilita una mejoría en la calidad de la terapéutica farmacológica, especialmente en enfermedades infecciosas, patologías psiquiátricas y cáncer”. Según cree, el desarrollo de los chip genéticos permitirá la progresiva incorporación de la farmacogenética a la práctica clínica.
Sin embargo, se precisan aún estudios de coste-efectividad que demuestren las ventajas de la incorporación de todos estos recursos y conocimientos. Según reconoce Abad, “la medicina individualizada permitirá optimizar terapias y evitar toxicidades, pero para ello “es preciso garantizar la sostenibilidad del sistema y la equidad en el acceso a los medicamentos. Es imprescindible realizar una evaluación rigurosa de la eficacia de los recursos”. Una de las necesidades más acuciantes es “llegar a un cambio en los modelos organizativos y de gestión de los centros hospitalarios y lograr la implantación de un nuevo modelo de negocio con la industria farmacéutica, en el que se aborden nuevos mecanismos de decisión para financiar y fijar los precios de los medicamentos”.
En este sentido, Joan Rovira, profesor emérito de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona, destaca que “el problema para realizar una evaluación económica correcta sobre la farmacogenética es la falta de evidencia concluyente sobre la efectividad de los nuevos tratamientos y, en parte, sobre sus costes”. Aunque se acepta que en el caso de la terapias farmacogenéticas su precio inicial suele ser relativamente alto, “posiblemente éste se reduzca en el tiempo, cuando aumente la experiencia en su utilización y se definan mejor sus aplicaciones”.
Por su parte, Josep Lluís Segú, director de la Unidad de Consultoría del Consorcio de Salut i Social de Cataluña, ha expuesto las ventajas y límites del sistema de riesgos compartidos, “que es una forma razonable de financiar la innovación, ya que permite repartir las incertidumbres derivadas”. Algunas experiencias acumuladas en otros países con este sistema avalan su utilidad. Aunque para la compañía farmacéutica supone una opción menos rentable que las tradicionales, le permite acceder a una financiación que de otra forma podría no obtener; por su parte, al sistema público le permite incorporar la innovación y garantizar que paga exactamente por el valor añadido que genera. Los defensores de esta estrategia indican que este tipo de relación promueve una alineación de intereses entre financiador e industria y hace posible la financiación de productos que de otra forma podrían excluirse.
Ética
Respecto a su aplicabilidad en nuestro país, Segú asegura que sí es factible, aunque para ello es “esencial una actitud receptiva del regulador y una posición más activa del fabricante”. César Loris, presidente del Comité Ético de Investigación Clínica de Aragón, asegura en relación a los aspectos éticos que “en España disponemos de códigos, marcos éticos y una normativa que permite una cobertura que garantiza tanto los derechos de libertad de investigación como los derechos de las personas que participan en este tipo de investigación”. Todos los especialistas coinciden en que estos controles éticos de la actividad biomédica no deben ser considerados como una traba para la investigación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario