EL MÉDICO INTERACTIVO :: ESPAÑA
La mejora en el tratamiento del dolor crónico pasa por potenciar la comunicación entre médico y paciente, según los expertos
Javier Granda Revilla
Una reunión científica, avalada por la Federación Europea de Capítulos de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, reunió a 200 especialistas en la capital italiana para debatir las nuevas estrategias de tratamiento y manejo del dolor crónico
Roma (25-6-10).- La necesidad de establecer un lenguaje común entre médico y paciente y la presentación de nuevas herramientas que permitan la optimización del manejo del dolor fueron las principales conclusiones de la cumbre internacional de expertos Change Pain celebrada en Roma.
La reunión científica, organizada por Grunenthal y avalada por la Federación Europea de Capítulos (EFIC) de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), reunió a 200 especialistas en la capital italiana, que debatieron las nuevas estrategias de tratamiento y manejo del dolor crónico.
Como explicó el profesor Giustino Varrassi, presidente de EFIC, “debemos establecer un lenguaje común, mejorando la comunicación. En general y por muchas razones, la comunicación es extremadamente pobre y, si queremos cambiar el abordaje del enfermo crónico en general y del dolor en particular, tenemos que superar la carga que supone la enfermedad y presentar las distintas posibilidades de tratamiento”.
Esta falta de comunicación entre médico y paciente lleva al denominado ‘círculo vicioso’, por el que el tratamiento farmacológico del dolor crónico está limitado a menudo por los efectos secundarios de los medicamentos, ya que los eventos adversos que causan limitan la dosis efectiva de analgesia que puede alcanzarse, además de falta de eficacia y tolerancia a la analgesia, que pueden llevar a la discontinuación del tratamiento. Como señaló Varrassi, “el médico prescribe fármacos presumiendo que se hace el diagnóstico correcto, pero estos tienen efectos secundarios, por lo que se prescriben más para superar estos efectos y se establece el círculo vicioso. De nuevo, por falta de comunicación”.
En opinión del experto italiano, otro aspecto clave en este campo es la epidemiología del dolor “que supone un grave problema a los sistemas sanitarios”. “También los sistemas sociales deberían estar interesados en el dolor crónico, porque su impacto es enorme”, argumentó.
Mejores datos epidemiológicos
Para el presidente de la Asociación Alemana del Dolor Gerhard Müller-Schwefe, es evidente que hay mucha epidemiología sobre ictus, infarto, diabetes e hipertensión, pero no en dolor crónico. “Todo el mundo cree que es experto en dolor, pero conocen el dolor agudo y no el dolor crónico, que es muy complejo y que puede provocar aislamiento social y pérdida de empleo”, advirtió. Según su criterio, parte del problema radica en que se necesitan mejores datos epidemiológicos, que detallen los cambios fisiológicos que se producen.
“En Alemania se gastan 48.500 millones de euros al año en el tratamiento del dolor el año pasado, la misma cantidad que se gastó en salvar los bancos. Y el 55% se destinó a jubilaciones tempranas. El problema está tanto en la falta de educación como en la de investigación. Y ambas deben ir de la mano”, subrayó.
Nuevas herramientas
La reunión científica sirvió de marco de presentación de dos nuevas herramientas de manejo del dolor. La escala 'Change Pain', desarrollada a partir de la Individual Treatment Target, creada por el propio Müller-Schwefe junto a doctor Überall, “enriquece la comunicación entre médicos –sobre todo médicos de Atención Primaria– y pacientes, evaluando la intensidad del dolor y otras áreas de minusvalía y preguntando por la tolerabilidad, que es la clave” Entre 2010 y 2011 se distribuirán 250.000 de estas escalas, que irán acompañadas de formularios para documentar los resultados.
Además, se ha puesto en marcha el programa Pain education, que permite el formación médica continuada en módulos online, que según Varrassi, permitirá orientar los tratamientos del control de síntomas actual al manejo del dolor orientado a mecanismos multimodales, con el objetivo de mejorar la evaluación y tratamiento del dolor y la comunicación con el paciente.
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